Ayer tuvo lugar la gala de los Premios Goya, ese acto que organiza la Academia todos los años para mirarse un ombligo lleno de pelusas que nunca se han molestado en quitar. Sólo vi un trocito. La única motivación que tenía para ello era que estaba puesto en la tele mientras yo cenaba y que salía Buenafuente, pero su guión era pésimo y él parecía poco convencido de lo que estaba haciendo, así que me apresuré en la cena y volví al ordenador. Sin embargo, en ese rato vi suficiente: entre premios e intervenciones de Andreu, se intercalaban citas célebres, y una de ellas fue la siguiente, de Luis Buñuel:
La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas que me son preciosas.
Con dos cojones. Veo en Twitter que no he sido el único en atragantarme con la sopa. Con la Ministra de inCultura allí presente, casi es como si hablara el mismo Gobierno. Lo sueltan ahí, con letras bien grandes y voz en off, y la masa se regocija y aplaude. Si os digo la verdad, he sentido vergüenza ajena. Creo que habrían hecho bien en medir sus palabras, porque esto supone un revés intolerable en una televisión que no se prodiga precisamente en temas científicos.
Y es que estamos con lo de siempre: si lo tuyo es la ciencia, tienes que saber de todo; si lo tuyo son las artes o las letras, no tienes por qué saber hacer la o con un canuto en materia de ciencia. Lo discutíamos el otro día en clase en un tema similar, con el profesor de Organización y Dirección de Empresas, a raíz de un artículo que recogía la opinión de varios consejeros delegados sobre sus respectivos directores del departamento técnico. Al parecer todos se quejan de que estos no tienen una visión global de todas las tareas que cubre la empresa y que, puesto que cubren el resto de departamentos, deberían aprovechar para aprender lo que allí se hace. A lo que yo digo: y el resto de departamentos, ¿no debería aprender lo que se hace en el departamento técnico, ya que está cubierto por él?
Total, que al cine español no le interesa la ciencia. Tampoco le interesa el público, y lo demuestran con cada nueva película.