Hoy os presento una sonata que toqué hace tiempo, interpretada magistralmente por Emil Gilels. El compositor de la pieza es Prokofiev, de quien ya hemos hablado en varias ocasiones, así que no me extenderé mucho sobre él. Sólo quería reiterar dos de las características que más me llaman la atención de su música y que se ven perfectamente reflejadas en esta sonata: cierta «mecanicidad» —quizás un reflejo del proceso de industrialización que estaba transformando Rusia y que también retrataron los constructivistas—, combinada con temas muy sencillos, dulces, casi infantiles.
En este caso, destaca la frialdad de algunos motivos musicales: muy rítmicos, repetitivos e inhumanos. Nada más comenzar la pieza, por ejemplo, la introducción de acordes ruidosos es atroz: el mismo pianista levanta sus manos en el aire y las baja maquinalmente, como si fuesen martillos machacando las teclas (recuerdo que solía hacerme daño en los dedos tocando esta parte). También podéis fijaros en el comienzo del desarrollo (3’10») o, en general, en los motivos que suelen acompañar la melodía principal: a partir de 0’45», por ejemplo, y en la reexposición (5’50»), se repite de forma obsesiva un esquema de dos notas ascendentes y dos descendentes (la-do, do-la), del que se escapa un hilo musical mucho más orgánico y sinuoso, como un gusano o un soplo de aire entre los engranajes de las máquinas.
Por otra parte, el tema B (1’37») de la sonata es una cajita musical, sencilla, infantil y dulce, pero en absoluto empalagosa o romanticona. En ese sentido, Prokofiev me parece el anti-Chopin: no idealiza lo que retrata, ni se revuelca gustosamente en la contemplación de su propio ombligo. La suya es una música «objetiva», inteligente, que deja de hablarnos (de una vez) del artista y sus muchas penas, para mostrarnos, en cambio, los sonidos «tal cual son», sin mediadores ni adornos, dispuesto a que se nos claven en el oído.
Llevaba mucho tiempo ya sin hablar de ningún ruso, y no me he podido contener ;-)
[…] Sonata Op.28, No.3 de Prokofiev http://www.enchufa2.es/archives/sonata-op-28-no-3-de-prokofiev.html por Magec hace pocos segundos […]
Muchas gracias por compartirlo. No me esperaba encontrar algo asi en meneame.net
Almudena, chiquilla, que mal te sienta Prokofiev. Te ha cambiado hasta la cara xD
[…] » noticia original […]
Magnifico!
Música infantil y a la vez inteligente, mecánica fría y repetitiva y a la vez cajita musical dulce pero no empalagosa, inhumana pero objetiva, acordes ruidosos y atroces pero que a diferencia del gran Chopin muestra los sonidos tal cual son. No se como seas tocando el piano pero enjuiciando creo que no eres nada acertado, juegas a emplear la doble vara de medir para intentar quedar bien en todo y con todo, y anda que al inigualable Chopin lo pones bonito, pienso que disparar adjetivos indiscriminadamente no es la forma correcta de hacer critica musical.
@Javier: Lo que nos faltaba: un fanboy de Chopin… Ilústranos tú, oh gran sabio, sobre cuál es la manera correcta de hacer una crítica musical. Tal vez tengas un manual de bolsillo por ahí.
Y no sé de dónde te sacas que intenta «quedar bien en todo y con todo» cuando por tus palabras se extrae que no te ha gustado un pelo cómo ha hablado de Chopin.
@Iñaki:
Pues no soy fan de nadie, pero afirmar que la música de Prokofiev en contrapartida a la de Chopin no se revuelca gustosamente en la contemplación de su propio ombligo entre otras lindezas, me parece que no me define a mi como fanboy de Chopin, sino que define a dicho critico que hablando asi tan grotescamente de la música de Chopin demuestra carecer de sensibilidad y capacidad musical para hacer critica, que es lo que he reflejado en mi comentario.
No se porque me llamas gran sabio, solo he puesto en evidencia como por un lado arremete sin piedad contra la música de Prokofiev y luego la alaba y ensalza, es absurdo a mi parecer, sin manual como dices. y por ello es por lo que digo que intenta quedar bien en todo y con todo, obviamente no con Chopin, fue el matiz que me faltó. Por mi puede machacar la música de Chopin si lo desea, solo afirmo que es un sin sentido hablar bien y mal de la misma obra musical como lo ha hecho.
@Javier: Ah, bueno. ¡Haber empezado por ahí, hombre! Entonces es que no has entendido ni una sola palabra de lo que se dice en el post, porque en ningún momento se habla mal de Prokofiev, sino todo lo contrario.
Era lo que te iba a decir cuando he leído tus comentarios, Javier: no has entendido el artículo. No hay un juicio negativo hacia Prokofiev en ningún momento.
Por otra parte, me presentas como contradictorios calificativos que no lo son:
El antónimo de infantil no es inteligente. Se puede hablar de la infancia muy sesudamente (que se lo digan a Piaget). El tema (el material musical utilizado) es infantil, podría estarlo cantando un niño o salir de una cajita musical, pero el modo de tratarlo y desarrollarlo es inteligente. Prokofiev no se pone en el lugar del niño, no juega con él ni alaba la infancia, nos muestra una fotografía de su habitación donde suena la cajita de la que hablo. El motivo elegido es dulce, pero la forma de tratarlo evita que sea empalagoso.
Puesto que, como digo, parte de la música de Prokofiev habla de la industrialización, sí, hay secciones y motivos fríos, mecánicos, repetitivos, sobre todo en el tema A, con los que contrasta el tema B, más dulce. No hay ninguna contradicción, en toda sonata hay dos temas contrastantes en el desarrollo: en eso consiste la forma sonata. Y sí, hay partes con sonidos ruidosos y atroces que, de nuevo, nos remiten a la máquina, a la industria, a una época de cambios y velocidad.
Inhumano no es el antónimo de objetivo. Escribo «inhumano» en el sentido de que las emociones humanas no son el centro de la obra, y esta, por tanto, tiene un enfoque objetivo (dentro de lo que cabe).
Me meto con Chopin en este artículo porque, desde la perspectiva de Prokofiev, el Romanticismo parece una niña llorona. Las niñas lloronas pueden ser estupendas en otro contexto, pero ahora mismo, estaba hablando de Prokofiev. Al lado de Tchaikovsky, por ejemplo, Brahms es un gordo aburrido y al lado de Brahms, Tchaikovsky es trivial. Lo cual no quiere decir que no me guste o carezca de sensibilidad musical para apreciar la música de estos autores (de hecho, antes de hacer un juicio así, deberías leer lo que he escrito en este mismo blog sobre Chopin). Más bien todo lo contrario: no todos los músicos han adorado toda la música de todos los tiempos. Es lógico y necesario, si no, toda la música de todos los tiempos sería igual.
@Almudena:
Ok, asi parece otra cosa, me dio la sensación de que la idea era criticar todo por criticar. disculpa si entendi mal.
[…] —a veces aparecen más de dos temas en la exposición, a veces consta de 4 movimientos o de uno solo, a veces se omite el tema A en la reexposición— pero, en esencia, la estructura sigue siendo […]
[…] Sonata Op.28, No.3 de Prokofiev. […]