La ‘cura’ del cristianismo

Seguro que todos conocéis la CNN, la cadena de noticias más importante de Estados Unidos. Pues bien, resulta que le ha salido una réplica en clave de humor: la CNNN. Chaser NoN-stop News Network es un show televisivo australiano que se dedica a parodiar las noticias de la cadena estadounidense.

Resulta que a la CNN, de un tiempo a esta parte, le preocupa mucho el tema de la homosexualidad, de si el gay nace o se hace. Están muy empeñados en encontrarle una solución, una «cura», y por ello, no paran de hablar con «expertos» en el tema, en su singular búsqueda del «gen homosexual».

Como os estaréis imaginando, la CNNN no dejó pasar la ocasión y realizó una estupenda parodia sobre el tema. Aquí la tenéis (un anónimo me pasó el vídeo, ¡gracias!):

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La fe del científico

Es uno de los argumentos más manidos, más vacíos y más usados por los creyentes (en lo que sea) para atacar y desacreditar a la ciencia y al método científico: «los científicos también tienen fe en su método». Evidentemente esto es una burda trampa semántica. Todos nos damos cuenta de forma intuitiva de que no es la misma fe la del científico que la del creyente; o todos deberíamos darnos cuenta.

Kanijo, de Ciencia Kanija, lo ha explicado muy clara y brevemente, así que mejor transcribo sus palabras:

Respecto a la «fe», es simplemente un arma arrojadiza semántica que muchos «creyentes» (en lo que sea) gustan de usar.

Si vemos la definición de fe, observamos el truco:

3. f. Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.

4. f. Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo.

Evidentente no es lo mismo un conjunto de creencias que la confianza. Un hijo puede tener fe en sus padres, y eso no implica ninguna creencia, sino confianza.

Un científico debe tener fe (confianza) en lo que hace, como cualquier otro trabajador, si no creemos nosotros mismos en lo que hacemos, ¿quién lo hará?

Gratitud católica

Leo en EL PAÍS una historia muy divertida. A ver qué os parece:

Érase una vez hace muchos muchos años un pueblo, gallego para variar, con una parroquia para variar y unos terrenos a su alrededor, todo ello propiedad de la Iglesia Católica también para variar. Bien, allá por 1967 en este pueblo, las aguas del embalse de Portodemouros anegaron el templo y el cementerio de la parroquia. Como no iban los señores curas a invertir su propio dinero en arreglar el desastre, la propiedad de los terrenos fue cedida a los vecinos del pueblo, a condición de restituir los daños provocados. Estos mismos vecinos, buenos cristianos y voluntariosos, fueron quienes reconstruyeron el nuevo templo (propiedad, esto sí, del Obispado) y salvaron las piedras del antiguo, que el bueno del párroco se encargó de vender al mejor postor, quedándose él solo con los beneficios, claro. Hasta aquí, los vecinos de puro buenos, parecen tontos, pero resulta incluso creíble. Lo surrealista empieza aquí: la Iglesia Católica ha reclamado ahora, la propiedad de esos terrenos. Y lo hilarante, aquí: mientras los vecinos no se los regalen, ¡amenaza con no celebrar más misas en la parroquia del pueblo!

Los vecinos, claro, lloran desesperados por la calles del pueblo. Ya han envuelto las escrituras de los terrenos con un gran lazo rojo y una carta de arrepentimiento. Algunos incluso quieren regalarle sus coches, casas y esposas al Obispado, con tal de que el párroco vuelva a sus vidas. Pero que estén tranquilos, que la Iglesia es infinitamente misericordiosa y no conoce la avaricia, jamás aceptaría semejantes presentes… en el mundo de yupi del Obispo de Lugo. En el mundo real, el pueblo entero se parte el culo: qué gran sensación de superioridad, que alguien que no tiene ningún poder sobre uno, lo intente chantajear.

En algún lugar de Suecia…

Anders Wejryd, arzobispo de la iglesia de la localidad sueca de Strängnäs, ha renunciado a su cargo tras infestar de virus los ordenadores de su parroquia por meterse en páginas porno. En momentos así, a estos personajes les sale la vena realista y confiesan: «también somos personas». Y las personas disfrutamos del sexo, a dios gracias… o a quien sea. Pero entonces a qué viene tanta hipocresía, a santo de qué seguir educando a los adolescentes en la represión y la insalud sexual, por qué seguir vetando los preservativos, predicando la castidad… Más bien, el propio arzobispo debería extraer la moraleja de su propia historia y darle un enfoque más constructivo: sexo seguro en la red y fuera de ella. Navegar sin antivirus no es ni la mitad de peligroso que putonear sin preservativos.

Reseña literaria

Este libro no funciona. He probado el método ese de «rezar» para conseguir que me mandaran un nuevo Porsche 996, pero ha sido en vano. En las instrucciones no pone nada de no desear coches deportivos alemanes, pero intenté rezar por otras cosas menos ambiciosas. Desistí cuando ni siquiera me proporcionó un Big Mac. En la primera parte hay un fragmento sobre gente cruzando el desierto que es alimentada con maná del cielo, así que cualquiera pensaría que podría traerme al menos una hamburguesa.

Estoy decepcionado y me pondré en contacto con el editor. Mientras tanto no puedo recomendar este libro, dado que es claramente defectuoso.

(La podéis encontrar en Amazon)