Respuesta de la RAE a la duda que apareció el otro día:
En el caso que usted plantea en su consulta, las construcciones posibles y correctas gramaticalmente serían aquellas en las que coinciden el género del núcleo cuantificador (uno, muchos, algunos, etc.) y el del sustantivo del complemento partitivo. La gramática restringe la posibilidad de usar el femenino en la designación de la parte y el masculino en la designación del todo, aunque con ello se pretenda indicar que la «parte» aludida es de sexo femenino pero pertenece a un colectivo mixto: *Ella fue una de los mejores escritores de su tiempo; *Soy una de los diseñadores de la empresa. Cabe señalar que, si bien es cierto que secuencias como estas comienzan a documentarse, solo lo hacen de forma esporádica y la gran mayoría de los hablantes las rechaza como agramaticales.
Lo normal sería, en el caso que usted traía a colación, que todos los elementos de la expresión concordasen en femenino. Repárese en que, cuando se emplean secuencias partitivas en femenino, el conocimiento pragmático de la realidad haría suponer, en la mayoría de las ocasiones, que el hecho de que esa persona, por ser una mujer, se halle lógicamente dentro de un determinado conjunto de mujeres no significa que se la esté excluyendo del conjunto mayor (que incluye al femenino) formado por todas las personas que cumplen unos determinados requisitos, independientemente de su sexo. Por lo tanto, resultaría absolutamente correcto emplear secuencias como una de nuestras clientes o una de nuestras diseñadoras o una de las mejores escritoras de su tiempo.
No obstante, si se considera fundamental hacer explícito el hecho de que la persona a la que hacemos referencia se entiende como perteneciente a un colectivo mixto y, en consecuencia, se rechazan secuencias como una de las mejores escritoras o una de nuestras diseñadoras, se empleará la expresión en masculino, recurriendo a la condición de este como género no marcado en español, una de cuyas propiedades es la referencia genérica a los individuos de una determinada clase: Ella es uno de mis diseñadores favoritos; Ella fue uno de los mejores escritores de su tiempo.
Se ha detectado, sin embargo, que muchos hablantes sienten que las opciones gramaticalmente apropiadas no satisfacen sus necesidades de precisión comunicativa, lo que les lleva incluso a desestimar esta construcción y buscar otros modos de expresión alternativos que eviten la estructura partitiva (por ejemplo, en su caso, Ella fue una grandísima escritora).
Es decir, que lo normal y lo correcto es que todo concuerde en género: Ella fue una de las mejores escritoras, sin que se esté excluyendo del conjunto mixto. Aunque, si se considera imprescindible hacer explícito el hecho de que pertenece a un colectivo mixto, lo correcto sería: Ella fue uno de los mejores escritores.
La que se va a liar, enseguida van a aparecer por aquí los que confunden el sexo de las personas (y las posibles diferencias sociales entre ellas) con el género de las palabras (y la correcta utilización de un idioma).
Ramén.
Y estoy con Aureus, espero que estemos equivocados.
Si no es de las mejores, sino la mejor, ya la hemos liado: Pepita Pérez ha sido la mejor actriz que ha habido. Seguro que la gente preguntaría «¿Y el mejor actor quién?»
Y queda rarito decir que Pepita ha sido el mejor actor.
Acabo de ver que mi ejemplo también funciona intercambiando los sexos. Mmmuola.
Y todo por el uso de la palabra «auditora» que, encima, el DRAE reconoce.
Hace veintitantos años yo fue jefa de departamento en una empresa de óptica. La primera mujer entre un colectivo de directivos compuesto por 8 personas de una empresa de 122 trabajadores. Un empleado -que trabajaba como encargado y al que pedí que hiciera ciertas tareas relativas a su puesto de trabajo- me respondió que él no obedecía ordenes de mujeres. Yo, que entonces tenía 27, no me esperaba semejante respuesta y fui expresar mi queja al gerente… Y éste me reprendió a mí: «Ante usted tienen que cuadrarse como ante un guardia civil con bigotes»… pero yo no soy guardia civil, no quiero que nadie se cuadre ante mí y no tengo ni quiero tener bigote.
Tengo una edición del DRAE de 1971. La conservo con cariño porque fue un regalo de mi madre. En ella, si bien puede femenino y existir sin problemas pintoras, autoras o escritoras, no existe posibilidad de que una mujer fuera soladora o auditora porque eran términos exclusivamente masculinos («m» marcaba el diccionario para ellos) y para nada quehaceres propios del sexo débil y la escribana era la mujer del escribano y la alcaldesa la costilla del alcalde antes que mujer que ejerce el cargo de alcalde. He buscado estas palabras en el mencionado diccionario.
Me pregunto, Aureus, si, debajo de esa confusión del término neutro (hablando de sustantivos) como masculino genérico (que yo he leído en palabras de personas cultas), no habrá concepciones sociales un poco cubiertas de moho.
Como vemos, y afortunadamente, el lenguaje va cambiando.
Perdón; donde dije:
quería decir:
En ella, si bien puede haber femenino y existir sin problemas pintoras, autoras o escritoras
Pati Difusa, si que hay este tipo de concepciones sociales que dices, para algunas personas. Aquellas que confunden la corrección idiomática con traumas sexistas. Lo que me parece incorrecto es quererle ver sexismo al idioma, cuando el mismo es expresado en actitudes. Recuerda a alguna especie de fanatismo, el tener que encontrar en todo alguna cosa que tal vez tenga a ver con que se pueda estar discriminando a alguien… Estamos cada vez más cerca de que alguien empujado por el viento se queje de que eso sucede porque el viento es masculino, si fuese la vienta no le habría empujado.
Vaya, lo dicho, que sí hay gente que interpreta el lenguaje de una forma sexista: algunos «machistas», seguramente, y algunos «feministas», segurante más, como creo que es tu caso.
Escribo «feministas» y «machistas» entre comillas sólo para no entrar de nuevo en la discusión terminológica del otro post, y los escribo en género masculino evidentemente indicando que los hay de los dos sexos, nada más.
Muchas gracias por hacer por despejar la duda que planteé. Sin embargo, sigo pensando que carece de precisión y que eso se debe a una de esas trampas del idioma. Repito: la evolución del lenguaje no es casual; refleja la realidad de su tiempo. Conviene reflexionar sin prejuicios sobre la procedencia de esa y otras trampas.
Tal como yo lo entiendo, lo que realmente dice la Academia es que:
a) si no te importa que la frase «una de las mejores escritoras» te deje en la duda de si hay muchos escritores varones mejores que la susodicha escritora, entonces usa esa frase;
pero
b) si sí te importa (y me imagino que la motivación de la pregunta era porque SÍ que importaba) entonces debes decir «una de los mejores escritores».
Así que, dada esa motivación, creo que la forma correcta es la segunda.
Perdón, continuo:
aunque, a mí personalmente, lo que me suena mejor es «ella fue UNO de los mejores escritores de la época» (igual que decimos, p.ej., «ella fue uno de los mejores ejemplos de honestidad»)
@jesús zamora: Lo que dice en el primer párrafo es que la construcción «una de los mejores escritores» es considerada incorrecta, aunque se detectan algunos casos esporádicos de su uso. Lo correcto, tanto gramaticalmente como para evitar confusión, es lo que a ti te suena bien (y a mí): «ella fue uno de los mejores escritores».
El resumen del texto de la consulta y de los diversos comentarios es que NO hay una construcción concisa, y satisfactoria para todo el mundo, que exprese la proposición que se pretende.
Por supuesto que hay otras formas de decirlo (siempre hay formas de decir lo que sea, ese es un axioma de las lenguas naturales), pero ninguna de las dos expuestas al principio satisface a la generalidad de los hablantes y elimina a la vez la ambigüedad de significado. Eso no es una deducción mía, es lo que dicen la consulta y los comentarios.
Y la causa (en mi opinion) tiene que ver con que la adjudicación de género marcado al género femenino lo «incapacita» relativamente para algunos usos donde tendría que tener un significado no marcado o genérico.
Y a la vez el masculino, que como es el género no marcado nos sirve supuestamente de neutro, o colectivo que engloba los dos sexos, no siempre funciona así al oído de todo el mund en todos los casos, por las razones cuyos ejemplos pone Pati Difusa: razones históricas y sociales, en definitiva, de las que la RAE tiene muchos ejemplos en sus sucesivos diccionarios (y los que quedan en el de hoy…).
Y también eso que se llama «el genio de la lengua», porque en inglés, p.e., al no flexionar los sustantivos por género, se ahorran muchas perplejidades (otras tendrán).
Como no hay lenguas naturales perfectas, ni sociedades perfectas, ni ausencia de ambigüedad, ni ausencia de desacuerdos, ni estabilidad lingüistica (porque las lenguas están cambiando continuamente) pues estas cosas han de pasar, por lógica.
Lo principal, en mi opinión, es no poner trabas artificiales a que los usos lingüisticos vayan adonde los hablantes y la época les lleven espontáneamente, y eso implica tolerancia a los cambios, tolerancia a que haya varias formas simultáneas, y tolerancia a cierta holgura o flexibilidad en la lengua, que esto no es un software de sistema crítico.
@Aloe: El resumen del texto es que la forma de expresar lo que se pretende de forma correcta y sin confusiones es «ella fue uno de los mejores escritores».
13# De acuerdo.
Pero ni esa es la forma más directa, ni es alguna de las dos sobre las que se preguntaba, ni es la contestación unívoca de la RAE.
Por lo cual no desdices lo que digo más arriba.
@Aloe: Mi pregunta a la RAE fue que qué forma era correcta: «ella fue una de los…» o «ella fue uno de los…»; así que sí era una de las que se preguntaba.
Y ¿a qué llamas unívoco? Dicien lo que es incorrecto (primera) y lo que es correcto (de lo cual hay dos opciones, ¿no querías flexibilidad?), una que puede dar lugar a confusión y otra que no. «Ella es uno de los mejores escritores» es una construcción concisa, satisfactoria y lo expresa con total claridad. No sé qué problema ves y por qué quieres buscarle tres pies al gato. Si quieres algo más conciso… «ella fue la hostia en vinagre».
@Aloe: Yo tolero mucho, lo que no tolero es que se me llame de todo menos bonito POR USAR LA FORMA CORRECTA.
Ella fue uno de tantos…
Aloe, mantienes exactamente los planteamientos (lo que es de elogiar). Corrígeme si me equivoco: para ti, cualquier expresión que no te satisfaga plenamente por tus convicciones es ambigua. Y te otorgas el derecho de utilizar un idioma como te apetezca.
Yo no creo que nadie en particular tenga ese derecho, una vez que esta lengua lo es de por lo menos 400 millones de personas, y pasaría a ser una cosa inútil si no tuviera reglas y cada uno la pudiera usar como quisiera, porque en poco tiempo simplemente no nos entenderíamos.
Y por otro lado, admito que tienes excepcionales cualidades para localizar ambigüedades, pero me puedes explicar (que yo debo ser cortito) dónde demonios encuentras alguna ambigüedad lingüística en «Ella es uno de los mejores escritores»?
Aureus, no, no pienso lo que dices. Lo que pienso es distinto, y, para comprenderlo, quizá deberías pensarlo aplicado a otro tema cualquiera que tenga que ver con el lenguaje. Porque creo que eres tú el que se deja llevar por la ideología al respecto.
En cuanto a lo de hablar como me dé la gana, POR SUPUESTO que procuro hacerlo, como supongo que harás tú. Eso no quiere decir hablar incorrectamente, ni arbitrariamente. Procuro usar mi lengua lo más ajustada y correctamente que sé, y con el mejor estilo que me pueda agenciar.
Lo que tengo claro son cuatro cosillas que me ha costado mucho aprender (porque no son las que me enseñaron, ni las tópicamente sobreentendidas), a saber:
La lengua pertenece a los hablantes (en otro sentido misterioso, nosotros pertenecemos a ella, desde luego). No a autoridad alguna, ni a diccionario alguno, ni a manual de gramática alguno. El español lo crearon unos miles de campesinos analfabetos, a espaldas de los escasos letrados, que despreciaban todo lo que no fuera su latín tardío. Nosotros no somos menos que esos campesinos. Sabemos lo que nos hacemos igual que Mingo Sánchez, el del siglo XII.
La lengua es como es por consenso tácito de los hablantes. Es como una wiki antes de que hubiera wikis. Lo mismo que en cualquier otro corpus elaborado colaborativamente, no hay acabados perfectos ni definitivos: siempre hay algunos choques, algunos usos emergentes y otros arcaizantes, algunas diferencias de zona, grupo, nivel de uso, etc. Algunas distintas opiniones. Incluso hay quien pronuncia la «ll» todavía, quienes nos negamos a sesear (que es la pronunciación mayoritaria) o quienes discrepan sobre qué es dequeísmo y qué no lo es.
Porque la lengua siempre está cambiando, y eso es normal e inevitable. No una desgracia que haya que detener.
El criterio de qué es lo correcto no siempre es fácil, por lo tanto. Pero como tenemos muchos años de práctica hablando, como tenemos el «oído» para la lengua que corresponde a un nativo, y como podemos mejorar nuestra habilidad leyendo y tomando modelos de quienes hablan y escriben bien, pues podemos resolver bastante bien ese problema, por regla general.
Eso no quiere decir que no queden perplejidades: quedan, y provienen de dos fuentes, dejando aparte nuestra posible falta de competencia personal. Una, el propio proceso de cambio (siempre hay casos en que tropiezan varios usos, porque siempre hay cosas a medio camino de cambiar, a veces quien sabe en qué dirección). Otra, que todas las lenguas naturales tienen «puntos fuertes» y «puntos débiles», no hay ninguna que sea perfecta y no tenga ambigüedades. Por eso tenemos chistes y juegos de palabras, que si no serían imposibles.
Para no caer en la pesadez, termino diciéndote que la expresión que pones puede ser muy correcta, y yo también lo creo así. Pero diciéndola en voz alta, o metiéndola en un contexto coloquial, chirría bastante. Prueba con otas personas (sin explicarles nada) y me dices.
Suena rara, porque dices «ella es uno…» en lugar de «ella es una…» como esperaríamos. Y no lo arreglas empleando un sustantivo completamente neutro a continuación, como en el ejemplo de Zamora «uno de los mejores ejemplos», que suena mejor gracias a eso.
Tampoco pasa nada. En cuanto se oye algo nuevo o raro cien veces empieza a sonar mejor. Si no fuera así, hablaríamos como en el Cantar del Cid.
Hombre… Convendrás conmigo en que no tienen el mismo valor todos los hablantes. No es una democracia; ni debería serlo.
@Aloe: Estoy de acuerdo contigo en que el lenguaje evoluciona, de aquí a unos años veremos desaparecer la H no pronunciada, los sonidos s y z se unificarán y el leismo y laismo pasará a dejar de ser una incorrección para ser como mínimo un localismo aceptado. Como ya se ha dicho en esta y otras discusiones, el lenguaje tiende a evolucionar a una mayor simplificación.
Pero eso es una cosa, y otra distintaes forzar un cambio que no es necesario ligüisticamente, ni socialmente pero en eso ni tú ni yo vamos a llegar a un acuerdo, para forzar una presunta igualdad que no es tal, o por lo menos, es una igualdad de boquilla, vamos, lo que yo llamo igualdaje; que lo único que hace es establecer aún mayores, o diferentes, diferencias entre sexos.
Y considero lamentable andar discutiendo de esto y no de las todavías situaciones de desigualdad que hay, de los jefes que mientras te miran el culo recomiendan a RRHH que tu sueldo sea menor, de los chupame la polla o te vas a la puta calle, de los de embarazada a tu casa y vuelve sólo por aquí a por tu finiquito. Y no sólo eso, también de las nuevas discriminaciones que se están creando por el hecho de ser hombre, de custodia compartida nada, necesito contratar 50 mujeres para poder cobrar la puta subvención total, me van a salir casi gratis, de las noches en comisaria por el mero hecho de tener una discusión y alzar la voz un poco más de lo necesario… de los chantajes morales.
De eso no hemos hablado, y me parece muy lamentable, pero eso sí, vamos a forzar un poco más la maquinaria para diferenciarnos más como sexos distintos que somos y no ver las similitudes que tenemos como personas que, presuntamente, todos somos.
Tu justificación acerca de la evolución del lenguaje me suena a la justificación de un hoygan, io avlo hejpaniol kome me da la jana hej zu provlema zi no mehentiene, jrazias de hantebraso.
Espero que si alguna vez tengas un problema de discriminación por sexo en tu vida y un hombre te quiera ayudar no le rechaces por que usa el masculino generico en sus conversaciones. Quizás sea ese cerdo que un día te llamo feminazi en un blog por que empieza a estar hasta los cojones de que se discuta de lo accesorio y no se haga nada en lo importante, se le criminalice por tener pene y se le discrimine por que su nivel de testosterona en la sangre es más alto que el de una mujer.
19# Iñaki, la lengua es una democracia. La más antigua y la más inevitable que existe.
Eso sí, como toda democracia, es también una meritocracia, hasta cierto punto al menos.
Ya he dicho que todos no tenemos la misma competencia lingüistica (aunque en general tenemos mucha para nuestra lengua nativa) y que la manera normal de mejorar nuestra competencia (y también de adoptar o no novedades) es fijarnos en modelos, en personas que hablan o escriben bien o muy bien, o con estilo, o con gracia.
(O que nos lo parece porque tienen prestigio por algún motivo y se les sigue, que también puede pasar)
Es decir, que el sistema de karma inherente a las redes colaborativas, también existe avant la lettre. Desde que existe el género humano, y no sólo para la lengua.
Mingo Sánchez por ejemplo, era un crack: el tío hacía juegos de palabras muy ingeniosos, versificaba improvisadamente, y parodiaba con mucha gracia los modos y la pronunciación de los leoneses, esos pijos estirados. Vamos, que creaba tendencia. Hasta el párroco le copiaba en sus sermones (que eran en vernáculo, a diferencia del resto de la misa) y sus innovaciones rodaban y se extendían por aldeas circundantes… :-)
20# Mapache, la hache ya ha desaparecido. Lo que queda es una convención ortográfica, no un fonema. (Excepto para quienes aspiran algunas haches, que creo que queda alguno).
El lenguaje no tiende a evolucionar solamente hacia una mayor simplificación. Si así fuera, las lenguas de hoy en día serían ya lenguas simplificadas hasta el máximo. Tiene varias tendencias contrapuestas.
Qué sea un cambio «forzado» y qué sea un cambio «espontáneo» es cuestión bastante opinable y nada fácil. Para quienes adoptan una innovación es evidente que ni es forzada, ni es innecesaria, si no no la adoptarían.
En cualquier caso, esa es otra discusión. Otra discusión que debería ser en todo caso científica y lingüistica, no ideológica. Por definición, cualquier innovación, sea un uso nuevo o el abandono de un uso viejo, tiene sentido para los hablantes que la adoptan, lo que no quiere decir que se adopte generalizadamente y tenga éxito.
Y tampoco quiere decir que los motivos por los que tiene sentido para sus adoptantes sean buenos motivos, o motivos que compartamos todos. El tiempo y el consenso deciden esas cosas, no las autoridades (que además son auto-nombradas, porque en esto no hay autoridades).
No hemos hablado de las cosas que dices, efectivamente, pero porque no eran el tema de esta entrada, y porque no se puede hablar de todo al mismo tiempo. El argumento tan usado de «hay cosas más importantes que ésta» no es un argumento, por usado que sea. Cada tema es cada tema. Podemos hablar de todas las insignificancias que nos dé la gana, no sólo de cuatro temas superimportantes. Faltaba más.
Un Hoygan es una persona con mala ortografía y grandes limitaciones para expresarse por escrito, seguramente por tener poca y mala educación formal. No hay peligro de que los pobres hoygan, tan menospreciados, se conviertan en un modelo que sigamos los hablantes en general, y por tanto, desde luego que no van a marcar la evolución del idioma. No hay problema con eso, no te preocupes.
Por supuesto que yo he sufrido discriminaciones en mi vida por ser una mujer, y probablemente una mujer mayor que tú, así que han sido peores que las que hay ahora: por ejemplo, yo estudié en una Escuela Técnica donde no había ni lavabos de mujeres, y donde una profesora (sí, una profesora) nos ridiculizaba a las alumnas de su clase diciendo que sólo estábamos allí para buscar novio y la materia no nos interesaba. Y he tenido más experiencias de ese tipo. Y mucho tiempo para pensar en ellas, dicutir sobre ellas y leer sobre ellas. No me achaques, por defecto y sin pruebas, que no sé de lo que hablo o que necesariamente tengo que decir insensateces irreflexivas, sólo porque te llevo un poquito la contraria. Esa es la sal de la vida, hombre.
Finalmente: durante los diez años que llevo accediendo a la red, incluyendo los ahora muertos Grupos de noticias, me he tenido que acostumbrar a un nivel de injurias, ataques verbales y agresividad general que antes no conocía. Es una experiencia muy buena para el alma, que debería ser obligatoria para toda esa gente estirada que se ofende con dos de higos. Por tanto, me han llamado de todo muchas veces, generalmente tipos con testiculos, efectivamente (pero que insultaban tanto o más a otros tipos con testículos, que conste, no digo que me insultaran por cuestión de sexo).
A lo que voy es a que eso no me afecta personalmente. Pero usar el insulto «nazi» en vano y de forma tan banal y desorbitada, me duele, sí.
Por varias razones ya expuestas.
@Aloe: Sólo una cosa, cuando dices «El argumento tan usado de “hay cosas más importantes que ésta” no es un argumento, por usado que sea. Cada tema es cada tema. Podemos hablar de todas las insignificancias que nos dé la gana, no sólo de cuatro temas superimportantes. Faltaba más». Efectivamente, en esta entrada se ha hablado de lo que se ha hablado y no de otra cosa, me refería a la moda en general de ese fenminismo de salón, que os hace más daño que beneficio, sobre el lenguaje (lo accesorio) y no sobre lo real, tú que lo has sufrido en tus carnes sabes a lo que me refiero.
Sobre las injurias, cuando una actitud te discriminaba por razones de tu sexo el discriminador, hombre o mujer era un machista, Iñaki y yo todavía estamos esperando a que palabra queréis usar para aquellos que me discriminan por razón de mi sexo, ya que estamos hablando de nuevos usos en el lenguaje, a mi feminazi me suena bien, lo suficiente fuerte y derogativo para expresar lo que siento hacia esa actitud, pero estoy abierto a sugerencias.
Y para terminar, el castellano, al no ser un idioma aglutinante tiende a la simplificación, no siempre, no a la misma velocidad.
En fin, si te sientes dolida por el hecho de que se te llame algo mira a ver si está justificado o no, si eres de esas a favor de la discriminación positiva, lo siento, eres lo que eres, lo llames como lo llames, si no… bueno, tu verás. A mi que me llamen hijo de la gran puta es algo que me deja frío, siempre he sabido que mi madre lo hacía por placer, no por dinero.
Mapache, no me duele lo que me digan a mi. Además en este blog no me han insultado, con esa palabra ni con cualquier otra, así que menos todavía puedo tener motivos para el agravio personal.
Me duele por otras dos razones, que no son personales. Las he explicado tres o cuatro veces. No nos pongamos cansinos.
En cuanto a la palabra que necesitas, quienes han buscado un equivalente de «machista» han encontrado «hembrista», que efectivamente es un equivalente literal, si lo necesitas. Los que necesitaban la palabra «homófobo» también la encontraron enseguida, sin aludir a los nazis aunque en ese caso habría estado justificado al menos por la verdad histórica. Aunque yo creo que no lo necesitas, porque no tenemos una palabra especial para designar cada caso particular de fanático, prejuicioso o discriminador.
PS- Antisemita, sionista, anticlerical, progre, progre de mierda, islamófobo, estalinista, franquista, integrista, fundamentalista, buenista, y muchas otras, son también palabras que se usan despectivamente para designar adversarios a los que específicamente se les acusa de discriminación, fanatismo o prejuicio. Ninguna de ellas incluye «nazi». Búscate una de esas.
Vale. Me quedo hembrista…
[…] bienintencionados que están convencidos de que tienen derecho a sentar cátedra, como pasó este día en el por otra parte excelente blog Enchufados. O, más raro aún, hay discípulos más papistas […]