Blogueril Decreto Ley

Dada la insistencia de algunos con respecto al temita de «dios», y debido a que me sale una cana verde cada vez que tengo que volver a explicarlo, me veo obligado a emitir este primer Blogueril Decreto Ley de regulamiento del Régimen Interno de Enchufa2.

A partir de hoy, 12 de Enero de 2009, se establece como obligatoria, para todos los autores de este blog (no así para los comentaristas, que podrán hacer lo que les salga del pijo), la utilización del sustantivo «dios» en minúscula y sólo en minúscula, acogiéndose siempre a la segunda definición dada por la RAE.

Así, queda terminantemente prohibido el uso de la palabra «dios» con mayúscula inicial, salvo excepciones (ver Excepciones).

Razones

En este blog, cuando se habla de «dios» se hace aludiendo a «cualquier ser imaginario responsable supuestamente de haber creado el mundo». Recalcamos: cualquiera, ya que en este blog no se reconoce a ningún dios en concreto.

Excepciones

  • Esta norma no tiene validez cuando la susodicha palabra constituya el comienzo de una oración. En ese caso, la mayúscula inicial es obligatoria.
  • En otros caso y cuando, por razones estilísticas u otras a especificar, alguno de los autores del blog requiera la utilización del sustantivo «dios» con mayúscula inicial, deberá realizar una petición formal por escrito a la máxima autoridad al cargo —esto es, al Talibán Ortográfico— exponiendo de forma concisa el motivo de tal requerimiento. La decisión de aquel tendrá prioridad sobre este Blogueril Decreto.

Economía recreativa con Almudena Grandes

Nota mental: pensar al menos dos veces antes de escribir un artículo en el periódico más leído del país.

No sé cómo calificar esto. Lo acabo de ver en casa de Rinzewind y todavía estoy tirándome de los pelos. Seguramente muchos de vosotros ya lo habréis leído allí, pero lo tenía que publicar… El patinazo con tirabuzón, doble salto mortal invertido y hostión final lo ha protagonizado Almudena Grandes en EL PAÍS. Por su bien, espero que lo borren pronto. Pero es igual, ya estamos aquí nosotros para recordárselo sieeeeempreeeee. Además, con ese tonito que usa, entre arrogante y resabido, como quien acaba de encontrarle la quinta pata al gato…

Preparaos. Agarraos a la brocha, que me llevo la escalera. Clases particulares de matemáticas, 15€; Calculadora Mágica de Playscool, 2€; hacer el ridículo ante millones de personas, no tiene precio.

Ejercicio de economía recreativa. Fácil, limpio, instructivo, para cualquier edad. No precisa más que una calculadora, un cuaderno, un lápiz y una goma. El experimento consta de tres fases, y la primera es una simple división, 775.000 millones entre 6.700 millones. Si la realiza, obtendrá como resultado 115, con una serie de decimales que despreciaremos para simplificar. ¿Y dónde está la gracia?, se preguntará usted. La gracia está en que el dividendo representa los 775.000 millones de dólares del plan de reactivación económica diseñado por Obama. El divisor somos los 6.700 millones de personas que existimos en este planeta. Y el resultado son los 115 millones de dólares que nos tocarían a cada uno si los repartiéramos entre todos. ¿Lo prefiere en euros?, 84 millones por barba.

¿Está usted diciendo «no puede ser», «no me lo creo», «es imposible»? Bien, pasemos a la segunda fase del experimento. Fuera calculadora. Divida usted a mano, con las benditas tablas de toda la vida. ¿Cambia el resultado? No, ¿verdad? Haga la prueba, 115 millones por 6.700 millones. Por más que borre y multiplique, obtendrá siempre 770.500 millones, porque antes hemos despreciado los decimales, y además, desde que empezó usted a leer, habrán nacido un montón de niños que nunca llegarán a cobrar lo que les toca. Ahora, si se atreve, sume al dividendo los 700.000 millones de dólares del plan de Bush, más las inyecciones europeas, etcétera.

Y tiene toda la razón. Tras diez minutos tratando de asimilar lo que acabo de leer, sigo diciéndome: «no puede ser, no me lo creo, es imposible…».

Ya veis. Los de letras suelen decir: «¿para qué quiero yo saber matemáticas?». Pues, como suele decir EC-JPRoh, wait!

Windows 7

La crónica de la muerte anunciada de Windows Vista va llegando a su fin. Microsoft trata de acelerar los acontecimientos: la versión beta de Windows 7 se podrá descargar en breve de manera gratuita.

Yo soy bastante escéptico al respecto. En xkcd también lo son:

Windows 7

Clérigos humoristas: edición especial

La fe es razonable […], yo puedo razonar la fe. Es que, si la fe no fuera razonable, ¡los creyentes seríamos imbéciles!

(Jorge Loring, sacerdote católico)

Sin comentarios. Se me ocurren un montón de chascarrillos, pero ninguno que no suene ofensivo. Lo mejor de todo es ese pulcro razonamiento que utiliza constantemente.

¿Por qué soy creyente? Porque tengo sentido común. ¿Por qué no soy ateo? Perdonad, suena fuerte, ¡pero lo dice la Biblia!: no soy ateo porque no quiero ser un necio.

Qué monstruo del pensamiento deductivo, qué titán de la lógica, qué… mastuerzo, por favor… Vean, vean (visto en El rey de la baraja):

Ver vídeo

Desengañaos: el tamaño importa

Repasando titulares en mi lector de feeds leo en PÚBLICO lo siguiente: Nanotecnología: El peligro a escala microscópica. El subtítulo dice «Estudios recientes alertan del riesgo de la nueva revolución tecnológica» —oh, cielos, ¿los robots dominarán el mundo?—. Y me digo, «hummm… ¿ciencia? ¿periodistas? ¿un titular morboso (y erróneo, porque si hablas de nanotecnología, la escala microscópica se queda un poco grande)? Esto tiene todos los boletos para ser una gran cagada de noticia». Así que leo.

Y efectivamente, el titular sugiere algo bastante alejado de lo que cuenta el cuerpo de la noticia. La incorrección inicial se la perdono, porque más tarde pone «escala nanométrica». Lo que no perdono es el morbo gratuito que suscita el mismo. La noticia comienza contradiciéndose. Empieza así:

Sin embargo, en los últimos meses se han publicado numerosas historias en la prensa que alertan también de los posibles efectos de esta revolución en la salud y el medio ambiente.

Para continuar en el párrafo siguiente así:

Actualmente, existen escasos estudios científicos sobre los posibles riesgos de la nanotecnología.

¿En qué quedamos? ¡Maldita sea, no me hagan la picha un lío! ¿Nos van a devorar nanochips con forma de hormiga o no? Pero tranquilos, al final resulta que no. Sigues leyendo y te enteras de que van a potenciar el estudio de los posibles riesgos ambientales que puedan tener los nanomateriales que generamos al llegar a los ecosistemas e interaccionar con los organismos. Todavía se sabe muy poco al respecto, porque es una tecnología muy nueva. Algo lógico y normal, por lo tanto. Así que todavía no entramos en guerra con los robots, tranquilos.

Pero lo mejor estaba en los comentarios —como tantas veces…—. Vean lo que me encuentro al pie de la noticia:

WTF!!!