Estos días veo perplejo cómo la gente se echa las manos a la cabeza por un supuesto gran incremento del voto nacionalista (vasco) en Euskadi. Perplejo porque, sin entrar a valorar si esto es bueno, malo, me parece mejor o peor, yo intuitivamente siempre he percibido bastante estabilidad en ese sentido, pero puedo estar perfectamente equivocado. A este respecto, Josu, de Malaprensa, se ha currado un gráfico interesante que muestra la evolución del voto nacionalista:
No quiero apuntarme un tanto con esto, pero cierto es que resulta satisfactorio cuando la intuición —que tantas veces falla— acierta una.