Todo el mundo de la reproducción musical lleva socialmente el estigma de ser un «servicio» para los pudientes. La interpretación musical ha implicado siempre vender algo de sí mismo, vender inmediatamente la propia actividad antes de que ésta haya adoptado la forma de mercancía, con lo que participa de la categoría del lacayo, del cómico y de la prostitución. Aunque el ejercicio de la música presupone un arduo entretenimiento, […] es alimentado por los beneficiarios de sus servicios acústicos, en realidad, son los que viven gracias al trabajo social los demás.
(Theodor W. Adorno, filósofo alemán y Hanns Eisler, compositor, en su ensayo El cine y la música. El título es fruto de las enseñanzas de CosmoCaixa, pero para mañana está programada la correspondiente explicación)
Discrepo de tu título, porque implica que uno no es un artista a menos que venda su arte (por ejemplo, uno puede pintar cuadros simplemente para pasar el rato los fines de semana, sin ninguna pretensión de hacer dinero a partir de ellos). No creo que la cita llegue a decir tanto.
Esperaré con ansia la explicación de mañana, de todas maneras :)
Por ahí van los tiros, Luis… acepto que uno puede ser artista amateur, pero no me refiero a esos «artistas». Hablo de la gente que vive de ello. Mañana más.
Ya sabía yo que el Freddy Flautista tenía pinta de chulo putas.
Y entonces que currante (sea cual sea su campo, aunque no sea «artistico») que firme una nomina, no es tambien puta?
Todos vendemos algo de nosotros mismos al «pudiente», casi siempre 40 horas semanales de nuestras vidas.
En esta sociedad nos vendemos, laboralmente, al mejor postor, no?
Mh… al final no me ha dado tiempo a publicar lo demás. Pero contesto por aquí y mañana (esta vez, de verdad) publico el artículo.
En concreto, este texto, se refiere a los intérpretes musicales (a los actores les pasaría lo mismo). Dice que son como prostitutas o sirvientes, porque no venden ninguna mercancía, venden algo que son «ellos mismos», su imagen, su actuación… Yo lo extiendo a todos los artistas, pues entiendo que en muchas creaciones hay algo muy íntimo. Al menos, tal y como se plantea el arte a día de hoy. Además es un servicio «secundario»… está muy claro que el panadero vende pan, pero ¿qué vende el artista? ¿una marca, una identidad, distracción, placer?
En cualquier caso, insisto, el título era pura provocación. Lo que quería contar y contaré, es que, como todos, los artistas prestan un servicio. Crean para los demás, no están por encima de ellos, su trabajo no es sagrado ni incuestionable. Hay que bajar la figura del «artista» del pedestal.
[…] viene a cuento la frase del otro día, especialmente ácida, pero no por ello menos cierta. El artista, como todos, presta un servicio, y […]
#3: Me lo has quitado :D ¿Significa eso entonces que Sinde es la madame?
@EC-JPR: Efectivamenteme querido doctor, Madura, pinta de ama… años en el gremio. SI señor, lo tiene todo. http://www.enchufa2.es/wp-includes/images/smilies/icon_biggrin.gif