El laicismo sólo puede ser radical, pues ha de garantizar la total separación entre el Estado y cualquier tipo de confesión religiosa, incluida la mayoritaria.
Leído en un artículo de Juan Luis Cebrián en EL PAÍS, que he encontrado vía ElPez. Estos días me han dado ganas de escribir acerca del ridículo que están haciendo estos días esos que se hacen llamar la Iglesia. Pero tanta con tanta gilipollez junta no sabe uno por dónde empezar y dónde acabar… En fin, mejor os dejo ahí arriba el enlace a este interesante artículo.
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