Vía Barrapunto:
«Leo en La Nueva España que un juzgado de Motril (Granada) ha expulsado de España durante 10 años a un senegalés por vender discos en el top manta. LNE, que cita a EFE como fuente, dice que la sentencia es sustitutiva de un año de prisión, y le impone, asimismo, el pago de una multa de 3240 euros por un delito «contra la propiedad intelectual». Ante semejante peligro conjurado, ya podemos dormir tranquilos. Seguramente, las autoridades habrían sido mucho más comprensivas con el senegalés si se hubiese dedicado a actividades menos peligrosas, no sujetas a canon, como atracar a viandantes o traficar con armas.»