Dicen que Murphy trabaja más los primeros días, igual que el resto de la tripulación. Por eso hoy ha sido un día especialmente accidentado. Sin embargo, el ambiente en general parecía positivo: cada cual con su tarea, activo y ocupado pero, con problemas o sin ellos, nadie ha saltado gritando por la borda (habrá que darles tiempo). Casi todos insisten en que esto es lo normal, que al principio algo tiene que salir torcido para poder enderezarlo a tiempo. Cuanto antes, mejor, en cualquier caso.
Pues bien, como precisamente hoy se han estrenado las rutinas de trabajo en el Hespérides, cabe esperar que hayamos superado el pico de imprevistos y, a partir de ahora, todo vaya realmente como la seda. En cualquier caso, voy a empezar por contaros en qué consiste esa rutina y qué hemos venido a hacer aquí.