Un día sin satélites

(Sic) ¿Que ocurriría si los satélites dejasen de funcionar un solo día?, se preguntan en el diario panfleto 20minutos, y se responden seguidamente: vamos a morir todos tres o cuatro veces.

El GPS ya no recibe ninguna señal y te pierdes con el coche, no puedes llamar a nadie porque el móvil no funciona e incluso la electricidad llega con dificultades a tu casa. […]

«Un mundo sin satélites sería una pesadilla. El mundo, la sociedad, la economía, en muchos países del mundo, simplemente se detendrían», explicó esta semana el vicepresidente de la Asociación Europea de Operadores de Satélites (ESOA) y consejero general de Eutelsat, Michel de Rosen, con motivo del primer día europeo dedicado a los satélites.

El mundo, la sociedad, la economía, en muchos países del mundo, simplemente se detendrían. Si los satélites dejasen de funcionar un día, miles de millones de personas perderían el acceso a servicios de radiodifusión o a la información, y dejarían de estar conectadas o incluso quedarían incomunicadas.

Las actividades de socorro se detendrían, muchas fábricas dejarían de funcionar, cientos de millones de conductores usuarios de la tecnología GPS se perderían, no se podrían efectuar muchas operaciones en mercados financieros y la defensa de la mayoría de los países quedaría completamente al descubierto.

[…]

En ese mundo sin satélites, además, las redes telefónicas se colapsarían e Internet se volvería increíblemente lento, hasta el punto de que en dos o tres días dejaría de funcionar.

Vamos a ver… ¿Estamos tontos o qué? Vale que nos quedaríamos sin servicio de televisión y radio por satélite, por lo que solo nos quedaría la TDT, la televisión por cable, por Internet, la radio de toda la vida, etc. Vale que los transportistas deberían comprarse un mapa y que los barcos se quedarían sin una importante herramienta para la navegación. Vale que no se podrían sincronizar los relojes vía satélite y solo tendríamos la opción de hacerlo por Internet. Vale que algunas personas quedarían incomunicadas en remotos lugares del planeta. Pero ¿que la electricidad llega con dificultades?, ¿que el mundo, la sociedad y la economía se detendrían?, ¿que Internet se detendría? Repito: ¿estamos tontos o qué?

Mal el tal Michel de Rosen, vicepresidente de la Asociación Europea de Operadores de Satélites (ESOA) y consejero general de Eutelsat, por intentar llamar la atención con historias apocalípticas; pero, como suele suceder con los titulares sensacionalistas, el periodista de turno se corona comiéndose todas las burradas que le dicen con patatas.

Un compañero (¡gracias Txiki!) me envía la noticia junto con otras cosas que pasarían en un día sin satélites. [MODO SARCASMO ON]

  • La electricidad dejaría de funcionar, los electrones no sabrían seguir el voltaje.
  • La homeopatía dejaría de funcionar, así que miles de personas que la usan arderían por combustión espontánea.
  • Los perros, sin satélites, darían vueltas sobre sí mismos desorientados, los pobres.
  • Las brújulas dejarían de apuntar al norte magnético, miles de niños boy scout no podrían vender galletas para ayudar a niños enfermos.
  • Muy probablemente las presas dejarían de funcionar y se inundarían ciudades enteras.
  • Miles de conductores se empotrarían unos con otros al no tener el GPS que los oriente.
  • Internet explotaría, pues los cables transoceánicos no sabrían por dónde conducir la señal.
  • El cáncer bajaría, al no tener la radiación de los satélites.
  • Los Mac perderían su diseño vanguardista y se volverían cuadrados.
  • Los árboles darían peras en invierno al no saber dónde andan.

Y en Bilbao, Amazings se convirtió en Naukas

Por si alguien pensaba que Amazings Bilbao 2011 pudiera ser algo efímero, Amazings/Naukas Bilbao 2012 ha superado todas las expectativas. Hemos crecido en todos los sentidos: experiencia, calidad de las charlas, público, patrocinadores… Se ha convertido en el mejor evento en castellano para aprender divirtiéndose y divertirse aprendiendo. ¿Qué más se puede pedir?

Pronto tendremos todos los vídeos de las charlas disponibles online gracias a EiTB.

El mundo está lleno de (L)users

El siguiente vídeo forma parte de una campaña publicitaria belga sobre seguridad en la banca online, pero yo lo pondría obligatoriamente en los colegios como introducción de una asignatura de iniciación a la Sociedad de la Información™ cuyos contenidos todavía estoy puliendo en mi cabeza. Además, como comentan en Microsiervos, se desmitifica al mismo tiempo a toda esta horda de telepredicadores abusones y demás gente de similar calaña que afirma tener poderes paranormales.

El pájaro que perseguía al Sol

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Collage. Más tamaños en el enlace a flickr

El Charrán Ártico (o Sterna Paradisea) es célebre por realizar la mayor migración estacional conocida del reino animal. Cada año, su ansia viajera lo lleva de un extremo a otro del planeta, del Polo Norte al Polo Sur, persiguiendo incansablemente el verano. Pero este curioso modo de vida; su larga ruta sobrevolando la nada salada y su asentamiento en dos de los lugares más extremos de la Tierra, hacen de él un ave difícil de estudiar.

Gracias a la tecnología, en el año 2007, un equipo científico internacional se propuso describir en detalle el largo viaje del pequeño charrán [1]. Y para ello utilizaron novedosos geolocalizadores, miniaturas sensibles a la luz de apenas 1,4 gramos, lo bastante ligeras para poder ser portadas por aves que pesan poco más de 100. Estos rastreadores son capaces de recopilar información sobre los cambios de luminosidad a lo largo del día durante años (la hora en que amanece y anochece), permitiendo así inferir, a los investigadores, el camino seguido por las aves.

Un geolocalizador diminuto para un charrán casi tan pequeño. Photo: Carsten Egevang/ARC-PIC.COM.

Pero, para ello,  era necesario colocar un sensor en la pata de los charranes y esto no es tan sencillo como podría parecer. Los charranes árticos son célebres, en primer lugar, por realizar la mayor migración conocida del reino animal. En segundo lugar, por su gran agresividad defendiendo el nido. Cada verano, los charránes viajan a sus colonias de apareamiento en el Ártico. Allí forman parejas monógamas que suelen durar toda la vida y ponen sus huevos directamente en el suelo, escasamente protegidos de no ser por el posible camuflaje y la atenta vigilancia de los progenitores. Probablemente por ello, ante cualquier amenaza, el charrán se lanza en picado sobre el presunto agresor, veloz cual obús emplumado y dispuesto a herir fieramente las coronillas de los pobres investigadores árticos, que no rara vez vuelven con menos pelo del que llevaron, a sus casas.

Pese al clima extremo y la dolorosa lluvia de charranes, en junio de 2007, Carsten Egevang y su equipo consiguieron colocar hasta 70 trampas en dos colonias de apareamiento de Groenlandia e Islandia, si bien, sólo 11 sensores pudieron ser recuperados al verano siguiente (localizar al mismo charrán dos años seguidos, puede ser una tarea no apta para miopes). Con todo, la información fue suficiente para arrojar nuevos datos sobre la migración del charrán y trazar un mapa detallado ( aquí el archivo de Google Earth). A finales de agosto, los miembros de las colonias emprenden su viaje hacia el sur, en grupos pequeños (menos de 15 aves) y siguiendo rutas diferentes sobre el Océano Atlántico: unas más cercanas a la costa africana y otras a la de Suramérica. Los caminos de estas aves sólo parecen coincidir en determinados puntos de especial interés, zonas ricas en alimentos como el Norte del Atlántico (donde las aves «repostan» durante casi un mes en Septiembre), o su destino final en el Mar de Weddell, una zona rica en krill donde los charranes descansan hasta emprender su rápido regreso en Abril. El camino de vuelta sí parece más homogéneo: los charranes surcan el Atlántico fomando una amplia «S» alejada de la costa, que podría tener su explicación en los vientos favorables para un viaje más rápido (de hecho, los charranes completan este recorrido en apenas 40 días).

Después de todo un año, algunos de los charranes árticos estudiados habían llegado a recorrer hasta 80.000 Km en su migración. Una distancia que, sumada a lo largo de 30 años de vida, les permitiría viajar 3 veces a la Luna y volver. Un viaje incansable a través de todo el planeta y sus distintas regiones climáticas, para contentarse, únicamente, con el peculiar verano polar y el incesante brillo del sol de medianoche (de hecho, es el animal que recibe más luz solar a lo largo de su vida). Resulta difícil imaginar cómo este peculiar modo de vida ha llegado a ser «rentable» para estas aves. Me divierte imaginar que quizás, como enormes polillas, los charranes viven persiguiendo la mayor bombilla que ilumina nuestro planeta. O quizás, como tantos trabajadores en estas fechas, se niegan rotundamente a que se les acabe el verano.

Lo que Todd Akin en realidad quiso decir

Todd Akin es candidato republicano al senado por Missouri, EEUU. Después de afirmar que las verdaderas violaciones no causan embarazos para justificar su oposición sin excepciones al aborto, ha decidido explicarse públicamente. En Enchufa2 hemos conseguido su entrevista en exclusiva:

—Señor Akin. Una visita inesperada.
—You’re welcome.
—Me sorprende que haya querido recibirme.
—Después de la que se ha liado, entrevistarme con una mujer, y encima chicana, es lo menos que podía hacer.
—En realidad, soy española.
—What?
—Déjelo estar… en cualquier caso, esperaba que estuviese dispuesto a hacer bastante más.
—¿Cómo qué?
—Como retractarse públicamente de sus… alucinantes declaraciones.
—En realidad, «retractarme» no era lo que tenía en mente.
—¿Pero no ha venido aquí porque había cometido un error?
—Precisamente.
—¿Y entonces?
—Mi error fue «utilizar las palabras incorrectas de la manera incorrecta».
—¿No quiso decir entonces que en los casos de violación rara vez se produce embarazo?
—En los «verdaderos» casos de violación. Eso es lo que no quedó claro. Como «legitimate» es un latinismo, gran parte del electorado no lo entendió.
—Pero, de hecho, hay estudios que sugieren que, en caso de violación, las mujeres se quedan embarazadas con mayor frecuencia que cuando las relaciones sexuales son consentidas.
—Eso es que lo disfrutaron.
—¿Perdone?
—Sí, verá. La explicación es sencilla: las verdaderas violaciones no llegan nunca a embarazo. Si se produce el embarazo es porque, después de todo, ella también lo andaba buscando. Si no, lo habría apagado todo. Shut down… you know? the whole thing.
—¿Apagar el qué?
—El útero… y lo demás. La cosa esa… entera, femenina. Yo lo tengo comprobado. Cuando una mujer se hace la que no quiere, al principio cuesta más. Porque está todo cerrado, claro. Pero después, aunque con lloriqueos, se abre y…
—Por favor, ahórrese los detalles.
—Además, toda buena persona sabe que sin Dios no hay concepción. Y Dios no dejaría que violasen a una buena persona. Si embarazo entonces Dios y si Dios, no violación. Es de cajón.
—Ahora ya lo tengo todo mucho más claro, señor Akin.
—Nunca está de más un poco de educación sexual, ¿eh?, ¡jajaja!
—Por favor, no me to-que.

(Esta entrevista es pura ficción, cualquier parecido con la realidad sería políticamente inconveniente. Y sí, somos fans de Mi mesa cojea)