La historia va más o menos así. Materia publica una entrevista a Pablo Echenique-Robba (@pnique de aquí en adelante, que es más corto), científico y flamante europarlamentario de Podemos, titulada «En la izquierda a veces la gente se vuelve anticientífica». En ella, @pnique expresa su opinión sobre algún tema en concreto —en particular, transgénicos—, pero mantiene la razonable postura de que en último término, en democracia, es la gente la que decide. Seguidamente, se publica una colaboración en Naukas sobre dicha entrevista que genera un encendido debate y un aluvión de comentarios. Seguidamente y a raíz de esto, @pnique publica un artículo de opinión en Materia titulado «La ciencia y la política, esa extraña pareja».
Mientras tanto —al mismo tiempo que todo lo anterior, quiero decir—, las discusiones se enzarzan en Twitter, Facebook… y el tema sigue. Y en un momento dado, la estupefacción provoca que un servidor de ustedes suelte una ristra de tweets que quizás no se entiendan muy bien tan sinténticamente y por separado. Por ello, los reúno aquí y los comento.
BTW, estáis dando por hecho la transversalidad en el científico, y no: lo habitual en ciencia es el especialista transversalmente magufo
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Naukas es una gran familia a la que me siento muy honrado de pertenecer. Formamos un conglomerado de personas de muy diversos ámbitos del conocimiento, pero a la vez con un interés común en defender los valores del escepticismo y la divulgación del conocimiento científico. Esto forma un caldo de cultivo muy enriquecedor, puesto que nos alimentamos unos a otros con una gran cantidad de conocimientos transversales, fuera de nuestra pequeña parcela de conocimiento, que nos serían más difícilmente alcanzables por separado incluso buscándolos activamente.
Pero ojo, entre nosotros y círculos afines, creo que estamos empezando a asociar científico a transversalidad de conocimientos. Parece que damos por hecho que el científico medio es un ser debidamente informado del estado de la ciencia en su conjunto, y no: hay que darse cuenta de que esto no es lo habitual. Por el contrario, lo habitual en ciencia hoy en día es el gran especialista en un campo muy reducido, pero totalmente ignorante de otras disciplinas —y añado: sin ningún interés en otras disciplinas—. Por tanto, no está ni mucho menos a salvo del pensamiento irracional sobre otras ramas del saber. Nadie lo está, ni siquiera en su propia rama, y los casos se cuentan por docenas.
Y dicho esto, no me parece que @pnique sea magufo, pero lo estáis bombardeando por todos los frentes y es inevitable que se equivoque
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Dicho esto, no me parece que @pnique se haya mostrado irracional y magufo en las opiniones vertidas en los diversos foros. Desde el principio me ha parecido cauto y, aun dejando entrever posturas propias, apela siempre al electorado. Pero señores, es lo que le toca: es un representante político y se debe al programa electoral de su partido por encima de opiniones personales particulares —democracia, lo llaman—. Bien es cierto que ha tenido algunos comentarios desafortunados, pero es algo inevitable: lo están bombardeando por todos los frentes y él comete el error de contestar a todo. Nadie sin experiencia aguanta a flote tal paliza dialéctica sin meter la pata un par de veces.
Y olvidáis otra cosa: @pnique no está ahí para que Podemos tenga base científica, está ahí porque simpatiza con la causa
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Otra cosa que quizás olvidamos. Llega un partido nuevo que, tanto a los que le han votado como a los que no, nos ilusiona porque parece que ha empezado a romper una tendencia parasitaria en el sistema democrático español. Y leemos en la lista: P. Echenique, científico. Y nos emocionamos; un poquito. ¿Ciencia por fin en un partido? No —mejor dicho, no tiene por qué—: @pnique no está ahí para aportar una base científica a Podemos; @pnique está ahí porque simpatiza con la causa. Y la causa principal de este movimiento es el bipartidismo anquilosado, no lo olvidemos.
Ahora bien, ya que @pnique es científico, ayudémosle a convencer contra posturas anticientíficas. No le crucifiquemos de entrada.
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Ahora bien, @pnique no deja de ser un científico, un científico que creo que se muestra racional y abierto al diálogo. Habrá cosas en las que esté equivocado, pero es que ni sabe de todo ni tiene por qué saber de todo. Por tanto, en vez de destruir, vamos a intentar construir. Vamos a ayudar, a aportarle conocimientos que pueda emplear desde su tribuna para educar al electorado y luchar contra posturas anticientíficas. Sí, ya sé que tú lo harías mejor, igual que confeccionar la alineación de tu equipo favorito para ganarlo todo, pero démosle una oportunidad antes de crucificarlo por esta o aquella opinión aislada que pueda mantener en estos momentos.
A todos nos gustaría un partido con bases plenamente científicas, pero Podemos no es de @pnique: @pnique es de Podemos. Poco a poco.
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Sería maravilloso poder votar a un partido de izquierdas sin maguferías en su programa, lo sé. Y ver sangre nueva con un científico entre sus filas ilusiona, ciertamente. Pero tampoco hay que olvidar que Podemos no es de @pnique, sino que @pnique es de Podemos. Me ha dado la sensación esta tarde de que aquí no se va nadie de Twitter hasta que @pnique se convenza de esto y aquello y arreglemos el programa electoral de Podemos en materia científica. Lamentablemente, esto no funciona así.
Sé que habéis fantaseado con un representante votando como científico plenamente informado, pero no: tiene que votar como representante
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Esa es otra: aunque @pnique fuese un megacientífico con un estado del arte perfectamente claro y actualizado de todas las ramas del saber, no podría —no debería, más bien— votar como tal. Como decía más arriba, un representante se debe a su electorado y a su programa, y debe proceder en consecuencia, porque estamos en DE-MO-CRA-CIA. Lo otro, con lo que muchos hemos fantaseado alguna vez, se denomina tecnocracia y es harina de otro costal, camisa de once varas.
Otra cosa es que a) ser científico le ayude a estar plenamente informado y b) esto último le ayude a informar al electorado
— Iñaki Úcar (@Enchufa2) June 1, 2014
Y a pesar de ser un representante político en una democracia, su formación de científico y su actitud abierta le da una ventaja. A saber, tiene la capacidad y las herramientas para informarse de todo hecho científico susceptible de cambiar nuestras vidas a través de cierta política, y tiene la visibilidad necesaria para llegar a un gran número de personas, educar y convencer. Todo esto para que, en último término, su programa y sus electores le demanden que actúe con base científica. No al revés, o al menos no en democracia.
Edito a posteriori: se me había pasado incluir el siguiente fragmento del propio @pnique, que resume la esencia de lo que quiero transmitir con todo lo anterior.
Ciencia rigurosa y de calidad.
Divulgación y pedagogía para que llegue a la mayor cantidad de gente de un modo inteligible.
Democracia informada por los puntos anteriores.