Qué sería de la moral sin la religión… (I)

Os traigo un trocito de la Biblia para mostraros esa moral cristiana que muchos dicen que tenemos, y sin la cual seríamos unos bárbaros (dicen, comentan, rumorean…).

Voy a poneros en antecedentes: Sodoma y Gomorra. Dios, harto de sus pecadores habitantes, decide destruir ambas ciudades con unos espetaculares fuegos artificiales. Pero antes, escoge a Lot, sobrino de Abraham, por ser el más justo de los hombres, para que se salve con toda su familia. Para ello, envía a dos ángeles para advertirle…

Libro del Génesis, capítulo 19:

  1. Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo,
  2. les dijo: «Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir viaje». «No, le respondieron ellos, pasaremos la noche en la plaza».
  3. Pero él les insistió tanto, que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa. Lot les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos comieron.
  4. Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa. Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven hasta el más viejo.
  5. Entonces llamaron a Lot y le dijeron: «¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche? Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos1.
  6. Lot se presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta detrás de sí,
  7. dijo: «Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad.
  8. Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo».
  9. Ellos le respondieron: «Apártate de ahí». Y añadieron: «Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a juzgar. A ti te trataremos peor que a ellos». Luego se abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar la puerta.
  10. Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a Lot adentro y cerraron la puerta.
  11. Y a todos los que estaban a la entrada de la casa, pequeños y grandes, los hirieron con una luz enceguecedora, de manera que ya no pudieron abrirse paso.

[…]

  1. Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que arrasó las ciudades donde él había vivido.
  2. Lot salió de Soar y subió a la montaña, donde se radicó con sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Soar. Allí se instaló con ellas en una caverna.
  3. Entonces la mayor dijo a la menor: «Nuestro padre está viejo y no hay ningún hombre en el país para que se una con nosotras como lo hace todo el mundo.
  4. Emborrachémoslo con vino y acostémonos con él; así, por medio de nuestro padre, tendremos una descendencia».
  5. Esa noche dieron de beber a su padre, y la mayor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.
  6. A la mañana siguiente, la mayor dijo a la menor: «Anoche me acosté con mi padre; emborrachémoslo otra vez esta noche, y acuéstate tú con él. Así tendremos una descendencia».
  7. Esa noche volvieron a dar de beber a su padre, y la menor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.
  8. Las dos hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre;
  9. la mayor tuvo un hijo y lo llamó Moab, que es el padre de los actuales moabitas.
  10. También la menor tuvo un hijo y lo llamó Ben Amí, que es el padre de los actuales amonitas.

1 En la «Versión Autorizada», esta última frase está tratada eufemísticamente de la siguiente manera: «Tráelos afuera para que los conozcamos”.

6 comentarios sobre “Qué sería de la moral sin la religión… (I)

  1. sin animo de controversia, pero su diseño es muy parecido al de microsiervos, eso me distrae….saludos desde peru

  2. Hay que mirar esa historia desde el punto de vista histórico, sino no tiene demasiado sentido.

    Para los pueblos nómadas la hospitalidad era sagrada y el dios de los judios era un dios creado por los pueblos nómadas.

    ¿Que pasaba cuando una ciudad prosperaba mucho, como podía ser sodoma o gomorra? que la hospitalidad quedaba anulada ya que todos los sucios pastores de cabras, esos que se crearon a dios, se daban una vuelta a gorronear miserablemente de la prosperidad de otros con la excusa de que la hospitalidad era sagrada.

    ¿Cual era el castigo de los gorrones? pues sencillo, se les daba por el culo (se les humillaba en sus prejuicios más bajos) y se les echaba de una patada de la ciudad.

    Así que, para demostrar esos pastores de cabras gorrones que su dios la tiene más grande, se inventan que destruyó la ciudad de sodoma y gomorra (por cierto, de los sodomitas ya sabemos su «pecado» pero ¿los gomorritas que hacían?).

    Si hoy en día a nuestros ojos su moral nos parece repugnante, visto desde un punto de vista histórico y entendiendo su contexto nos damos cuenta que eran mucho más miserables aun y su dios pasa se ser maligno a repugnante.

    Otra historia biblica que hay que entender es la de Onan, su pecado no era echarse pajas, sino no follarse a la cuñada que se había quedado viuda y preferir el «onanismo» antes que acostarse con semejante adefesio por mucho que se lo dijese la ley del dios de los pastores de cabras gorrones.

    Lo dicho, cuando se ve la biblia en su contexto uno se da cuenta que no es un libro sagrado sino que es un libro repugnante que nos muestra lo peor que puede dar unos pastores de cabras nómadas del sur del mediterraneo.

  3. @Ricardo:

    Precisamente era mi intención que se pareciera a Microsiervos, porque era el formato que más me gustaba (ahora lo han cambiado). Si te pasas por la sección «Acerca de», comprobarás cómo los menciono por ello.

    @Arturios:

    Lo que me interesa es demostrar que nuestra moral no se deriva de las Escrituras. Habrá historias de la Biblia que se salven de parecer tan repugnantes precisamente por, como tú dices, no verlas en su contexto. Sin embargo, hay muchísimas (como la de este post), que da igual en qué contexto las englobes, y da igual cómo se entiendan: son igualmente horribles.

  4. Pozí. Independientemente de los cuentos de la Biblia, equiparar moral y religión no sólo es polémico, sino me atrevería a decir, CONTRADICTORIO. Quise escribir un artículo al respecto cuando lo de los curas en los comités de ética de los hospitales, pero entre la pereza y la tontería se me pasó el arroz, como siempre.
    ¿Por qué contradictorio? Bien, precisamente por el contexto histórico que mencionaba Arturios. La moral es un compendio de normas de conducta necesarias para regular la convivencia de una sociedad determinada en un momento determinado. Por eso es inviable que unas normas válidas para una sociedad de hace 2000 años, lo sean también para la sociedad actual. Véase por ejemplo, la sexualidad: hace 2000 años sin métodos anticonceptivos eficientes y enfermedades de transmisión sexual campando a sus anchas por el Imperio Romano, quizás una excesiva promiscuidad suponía un riesgo no asumible para una mujer y, en definitiva, una falta de civismo para cualquiera, (como lo puede ser ahora tener relaciones con muchas personas distintas sin usar preservativo). La monogamia, la castidad, eran necesarias y beneficiosas para esa sociedad y así se podría llegar a entender lo de «llegar virgen al matrimonio». Pero a dios gracias, Durex nos libró de esa lacra y hoy podemos mantener una saludable vida sexual sin poner en riesgo nuestra salud ni la de nuestros semejantes.

    Es un ejemplo. Hay otros: lo de los cerdos y el islam, por lo que sé, también tiene que ver con un antiguo problema de salud pública. Como éstos se podrían encontrar miles. En cambio la religión impone que lo válido hace 2000 años, lo sea también en la actualidad. Y así nos va: que el Vaticano retira su apoyo a Unicef por repartir condones para contener el sida en África, la castidad sigue siendo valorada como una virtud, las mujeres siguen sin poder ordenarse sacerdote, etc. etc. etc.

    Y todo esto al margen de historias como las de la entrada, que con o sin contexto siguen siendo repugnantes. «No os tiréis a mi invitado, mejor tiraos a mis hijas, a las que no merece la pena ni preguntarles su opinión porque, para empezar, son mujeres y para continuar, como hijas mías, son de mi propiedad»… en fin.

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