La famosa Ley de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información, de la cual apareció y desapareció en varias ocasiones el famoso artículo 17 bis, fue aprobada también el pasado jueves. Finalmente sin el polémico artículo, pero sembrando la ambigüedad y dejando una brecha en la libertad de expresión en Internet. Todo ello unos días antes de Navidad y entre el barullo del juicio del 11-M, como queriendo que pase desapercibida.
Tal y como recogen en la Asociación de Internautas, la LISI vulnera derechos fundamentales como la Libertad de expresión, información y opinión. Porque, tal y como afirma el artículo 11 de dicha ley, “la autorización del secuestro de páginas de Internet o de su restricción cuando ésta afecte a los derechos y libertades de expresión e información y demás amparados en los términos establecidos en el artículo 20 de la Constitución solo podrá ser decidida por los órganos jurisdiccionales competentes”. Claro, las “autoridades competentes”, pero nada dice sobre quiénes serían dichas autoridades.
No olvidemos que toda la red supone una publicación, y cualquier secuestro afecta a la libertad de expresión.