—Hemos tocado fondo. En este país hay mierda infinita —dijo un tuitero.
Y entonces trajeron otra carretilla de mierda infinita.
—No se puede tocar fondo si no existe un fondo —dijo el tuitero matemático con la mirada impasible—. A ver, que la mierda democráticamente electa multiplique su número de escaño por dos y se mueva al nuevo número.
Así, quedaron libres todos los números impares, que son infinitos, por lo que se pudo alojar a toda la mierda recién avenida. And so on.