El secreto de los violines Stradivarius

La ciudad de Cremona (Italia) vio nacer, allá por el siglo XVII, los mejores violines jamás construidos, a manos del famoso luthier Antonio Stradivari. Hoy en día, sus (mal llamados) Stradivarius son valiosas piezas que alcanzan precios millonarios. Los más selectos, incluso, tienen un valor incalculable.

Desde entonces, ha habido innumerables intentos de igualar la calidad sonora de estos instrumentos con un denominador común siempre: el fracaso. Muchas son las teorías acerca del secreto que Antonio se llevó a la tumba. ¿El barniz? ¿El tiempo de secado de la madera? ¿Un tronco «especial» sacado de un río? Algunas tienen más sentido, otras son más poéticas, pero ninguna ha llevado por el momento a la reproducción de ese sonido tan característico.

La ciencia podría tener la respuesta, pero cuenta con trabas insalvables, una vez más. Al ser piezas únicas, los estudios que pueden (más bien que permiten) hacerse son limitados, de «mírame pero no me toques», que diría el refrán. Y esto, aunque ha permitido averiguar algunas cosas, es como querer estudiar un electrón con una lupa.

Sin embargo, parece que Joseph Nagyvary, profesor emérito de bioquímica de la Universidad de Texas, ha tenido más suerte. Nagyvary lleva media vida detrás del secreto de los Stradivari, y siempre ha defendido que la excepcional calidad sonora de estos instrumentos se debe a algún tratamiento químico de la madera que no ha trascendido hasta nuestro tiempo. En su último trabajo, tras enormes esfuerzos y súplicas para conseguir pequeñas muestras de madera de expertos restauradores, ha conseguido nuevos resultados que podrían destapar el ansiado secreto. Concretamente el análisis del humo de quemar las muestras ha sido el que ha aportado nuevos detalles. Nagyvary y su equipo han encontrado bórax, fluoruros, cromo y sales de hierro. Merece especial atención el heptaoxotetraborato de sodio, o bórax para los amigos, que históricamente ha sido utilizado como conservante e insecticida. Probablemente fuera utilizado por Stradivari para proteger sus instrumentos de la carcoma.

La reproducción de las cualidades de los millonarios violines Stradivarius tendría, evidentemente, serias implicaciones. Esto, sumado al misticismo que los rodea, implica un gran obstáculo para los científicos. Tal vez el famoso secreto pase por algo tan sencillo como aplicarle bórax a la madera, tal vez sea otro compuesto y este análisis de una muestra tan pequeña sea insuficiente. En cualquier caso, este es un trabajo muy importante, en mi opinión, porque pone de manifiesto la capacidad de la ciencia y abre un serio debate. ¿Merece la pena sacrificar algún instrumento para tratar de descubrir la fórmula de tan ansiado sonido?

11 comentarios sobre “El secreto de los violines Stradivarius

  1. Yo creo que no me rece la pena. Es como matar la «gallina de los huevos de oro» para buscar la fórmula.
    Quizá mejor esperar a que algún violín se estropee (se le puede caer a alguien en un descuido, o el paso de los años hará su efecto…) y entonces meterle mano de manera más agresiva.
    Pero lo de sacrificarlo solamente porque alguien tiene una teoría… ¿Y si no es cierto? ¿Y si después no se consigue nada?

    También dicen que en los años en los que Antonio Stradivari vivió y creó aquellas obras de arte, hubo unos inviernos más largos y fríos de lo normal, lo que hizo que las vetas de la madera utilizada fuesen más gruesas y compactas de lo habitual. ¿Quién sabe?
    De todas maneras, me da mucha pena que en el siglo XXI no seamos capaces de crear un arte digno por nosotros mismos, con las posibilidades que hoy en día tenemos.
    Nuestros cánones de belleza se miran el los violines Stradivari, en el «David» de Miguel Ángel, o en la «Última cena» de Leonardo Davinci. Parece como si se nos hubiera «gastado» la inventiva, el genio, y ya no fuésemos capaces de crear por nosotros mismos obras de arte que estén a la altura de éstas.

    Esto hace más tajante aún mi respuesta. No. Yo no destruiría un Stradivari para tratar de copiar, quién sabe con qué grado de éxito, su particuar sonoridad.

  2. Desde luego los que no estarán de acuerdo en sacrificar un Stradivarius serán sus dueños… Ahora tienen algo valioso y prácticamente único…. Si se reprodujesen con éxito… perderían una parte de su valor… Y si fuese un fracaso.. entonces el sacrificio no merecería la pena…

  3. @Alvarodelcastillo: ¿Cómo que no somos capaces de crear arte digno? No estoy de acuerdo para nada. Hay arte muy digno, tan digno como el de aquella época. Y si te refieres a los instrumentos, no me dirás que las trombones de entonces eran mejor que los de ahora… O las trompetas, o los clarinetes, los pianos, los oboes… En cuanto a los violines, ¿tanta diferencia hay entre un violín de gama alta de ahora y uno de estos? ¿O es más por la sugestión del mito?

    Por otra parte, entre los 500 ó 600 violines que hay conservados, ¿no hay ninguno estropeado? Tiene que haberlo, si no, ¿de dónde sacan la madera los restauradores?

    En cualquier caso, los cánones de belleza han evolucionado, de eso no hay duda, y mucho. Y en el sonido de los instrumentos más. De hecho, los mismos Stradivarius se tuvieron que modificar en su día para que sacaran un sonido más grande, más forte.

  4. @Iñaki:
    A ver… Si… quizá no era la mejor maneda de explicar lo que quería decir… Más que por lo interpretativo, yo iba por lo creativo.
    Hoy en día estoy harto de ver cómo hay gente que se forra haciendo «esculturas» que son cuatro trozos de hierro soldados de mala manera, y después con decir algo así como que son «la expresión del alma que se evade del cuerpo dejando un vacío cósmico, blah, blah…» se autojustifican, y le dan validez de obra magna.
    ¡Cullons!, tanto estudiar arte y pamplinas y luego nadie (alguno sí que habrá, digo yo, pero pocos) sabe tallar un David, o pintar una Mona Lisa.
    Lorenzo Queen esculpe manos, Santiago Calatrava diseña puentes y Frank Gehry museos. Estupendos todos ellos, si, pero nadie es conocido hoy en día como un semidios capaz de crear arte a la altura de Bach, Mozart, El Greco,…

    Por ahí iban mis tiros.
    En el campo de la música, bueno… Hay muchos intérpretes virtuosos, a quienes ayuda el mero hecho de que hay mejores instrumentos, técnicas, y posibilidades económicas para pegarte todo el tiempo del mundo estudiando y dando cursos con los mejores profesores, pero crear música como antes… No es que no la sepamos interpretar como antes o, incluso, mejor, sino que en el campo creativo se nos ha gastado esa «chispa» que tenían los grandes genios.

  5. Si hay una teoría sólida que nos puede ofrecer una probabilidad razonable de acercarnos a esa sonoridad legendaria, creo que estaría justificado sacrificar un violín. Si eso abre una puerta y podemos recuperar e incluso innovar, está claro que sí. Los violines tarde o temprano se deteriorarán, el conocimiento sobrelleva mejor el paso del tiempo que el material.

  6. Deben encontrar la formula no puede ser que una persona haga algo que los cientificos no puedan descubrir ¿Cual sera el mito , secreto y reto para las personas?.
    ya lo van a saber. pero por ahora busquen!!!!

  7. tengo en mi poder probablemente un violín stradivarius de 1737.
    historia del violín: mi padre lo tiene hace 30 años
    50 años lo tubo en su poder el dueño anterior y se lo avían regalado en la parroquia de RIONEGRO ANTIOQUIA .Quien dicho párroco comento que este violín avía sido traído de ITALIA Por un sacerdote .
    necesito que una persona de mucho conocimiento me ayude a verificar su autenticidad para ponerlo en venta o subastarlo.

  8. Influye mucho el tiempo de secado de las maderas. Antes de la época industrial, un luthier podía permitirse el lujo de dejar secar las maderas durante décadas. Ahora se secan artificialmente, y no es lo mismo.
    Hay que tener en cuenta que la estructura de la madera consiste en celdas (de forma aproximadamente rectangular) que retienen agua. Al desaparecer este agua, esas microceldas actuan como minicámaras de resonancia que favorecen la vibración del aire en su interior.
    Otro tema importante son los barnices aplicados, y como dice el artículo, seguramente el secreto de los stradivarius resida en este punto.

  9. Hola Amigos!!!… mi padre compro un violin hace 27 años a una persona que lo tuvo 30 años, identificando una viñeta en su interior que decia Antonio Stradivarius Cremonensis anno 16 y a su lado un sello o simbolo como una corona; estaba tan dañado y comido por insectos que perdio parte de su viñeta, quedando unicamente la parte inferior donde se aprecia el apellido Cremonensis, el año 16 y el simbolo…a todo esto quisiera escuchar una opinion mas profesional sobre la autenticidad del violin, ya que me he dado cuenta que existen miles de ejemplares vendidos en serie que podrian ser copias similares a los originales…les agradeceria su atencion, GRACIAS!!

  10. Vi tus comentarios sobre el violín. yo estoy en situación parecida respecto a un violín en mi poder. Fué de mi abuelo (1890-1962). Lo he examinado pero no soy experto. Todo indica ser original. Podrías darme tus comentarios respecto a un valuador y como certificarlo? Gracias

  11. Yo tengo un stradichinus mongolensis legítimo, original 100% chino. Recibo ofertas.

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