Una de las complicaciones más grandes que tienen que salvar las sondas espaciales en su viaje por nuestro sistema solar es la de vencer la atracción gravitatoria que ejercen los diferentes planetas, satélites y el Sol, por supuesto. Se requiere una energía grandísima para escapar de estos gigantes gravitacionales. Sin embargo, este enemigo a priori puede convertirse en el mayor aliado.
En Saltando entre órbitas, Wis explica de manera sencilla qué es la órbita de transferencia de Hohmann y la asistencia gravitatoria, dos métodos sencillos, seguros y sobre todo baratos para saltar de órbita en órbita con la ayuda del tirón gravitatorio de los astros. En la Wikipedia podemos leer:
En la astronáutica y la ingeniería aeroespacial, la órbita de transferencia de Hohmann es una maniobra orbital que, bajo las hipótesis comunes de la astrodinámica, traslada a una nave espacial desde una órbita circular a otra utilizando dos impulsos de su motor. El nombre proviene del científico alemán Walter Hohmann que publicó su teoría en 1925.
En astronáutica se denomina asistencia gravitacional a la maniobra destinada a utilizar la energía del campo gravitacional de un planeta o satélite para obtener una aceleración o frenado de la sonda cambiando su trayectoria.
[…] Para poder utilizar la asistencia gravitacional es necesario un correcto alineamiento de los planetas, razón por la cual las misiones espaciales tienen ventanas de lanzamiento estrictas. La misión espacial Cassini/Huygens utilizó la asistencia gravitacional de Venus en 2 ocasiones, la Tierra y Júpiter para llegar finalmente a Saturno en un periodo de tiempo de 7 años.
En el segundo método, llama la atención la existencia de la asistencia gravitatoria positiva y negativa, dependiendo de si nos acercamos a un astro por detrás o por delante, respectivamente. En ambos casos se consigue un cambio de dirección, pero, además, en el primero se consigue acelerar mientras que en el segundo deceleramos. Para explicaciones más detalladas, no dejéis de leer el artículo de Wis.
Gracias por la recomendación de mi artículo, Iñaki ;)
Lo de asistencia gravitatoria positiva o negativa no se si realmente se dice así, pero en una buena forma de explicarlo. xDD
Saludos ;)