Pues no, no es una obra religiosa, ni se corresponde con la famosa oración del rosario (que tantos compositores musicaron a partir de la Edad Media), ¡ni siquiera se titula Ave María! Ahora bien, como las dos primeras palabras de su letra son las únicas que normalmente entendemos los cristiano-parlantes, es posible que Ellens dritter Gesang (en alemán, Tercera Canción de Ellen) permanezca para siempre en el acervo popular como el Ave María de Schubert.
Sin embargo, en sus orígenes, esta canción tenía poco de pía. Se trata del penúltimo lied perteneciente a un ciclo de siete, cuya temática se parece más bien a la del cine de aventuras: espadas, reyes, acción y la lucha encarnizada de tres caballeros por el amor de una hermosa dama. Schubert se basó en una traducción de The lady of the Lake, un poema épico de Walter Scott publicado en 1810 y muy influyente durante el siglo XIX, que da título también al ciclo de canciones que nos ocupa (en alemán: Liederzyklus vom Fräulein vom See, Op.52). Podéis encontrar el poema entero en inglés aquí. Está dividido en seis cantos que se corresponden con el tiempo de la acción, pero la trama resulta un tanto farragosa y combina 3 historias. Por un lado, están los tres caballeros que se quieren ligar a la Dama del Lago (Ellen Douglas). Por otro, la enemistad del padre de Ellen, James Douglas y el rey de Escocia, James V. Todo ello, en el contexto de una guerra entre clanes escoceses. En fin, un lío que acaba, milagrosamente, con todos felices y la Dama casándose con el Rey. En el momento en que Ellen canta su tercera canción, sin embargo, se encuentra escondida con su padre en la Cueva del Duende huyendo, precisamente, de James V. Por ello invoca y pide la protección de la Virgen María. Por lo demás, y aparte de las dos primeras palabras de la letra (que se repiten en el estribillo), esta no coincide con la oración latina, si bien, en arreglos posteriores, se ha adaptado el texto católico a la música de Schubert.
No obstante, el lied, como género musical característico del siglo XIX fue fundamentalmente pagano. Se trataba de canciones sencillas (tienen su origen en la tradición luterana que abogaba por una música cercana al pueblo, comprensible), consistentes en una sola voz con acompañamiento para piano y basadas en poemas literarios. En ellas el objetivo era llevar la expresividad de las palabras a la música. Por ello, no es de extrañar que fuera precisamente durante el Romanticismo (un periodo en el que se enfatizaban la fantasía, los sentimientos, la capacidad evocadora de la música…) cuando este tipo de composición alcanzó su mayor auge, de mano de compositores como Shubert precisamente, y, posteriormente, Schumann. Otra posible razón de su éxito fue, precisamente, su sencillez: en el siglo XIX la música se «democratizó». Apareció un nuevo público burgués, anónimo, que no sólo llenaba las salas de conciertos sino que también empezó a demandar obras que poder interpretar como aficionado. Esta es la razón de ser de todas las «pequeñas formas musicales» propias del siglo XIX (lieder, nocturnos, valses, impromptus…), del reinado incólume de los intrumentos románticos por excelencia (a saber, piano y violín) y de todas las sociedades filo-musicales que aún perduran en la actualidad (desde orfeones a sociedades filarmónicas).
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Esta preciosa canción está incluida entre los ejemplos que se instalan automáticamente por KMid, un programa reproductor de MIDI/karaoke para Linux, Windows y MacOSX. Precisamente en uno de los screenshots que ilustran la página del proyecto se pueden ver los primeros versos
http://sourceforge.net/project/screenshots.php?group_id=289337&ssid=126260
El Ave María fue compuesta aproximadamente en 1825 por Franz Schubert (1797-1828) cuando él tenía veintiocho años.
Franz Schubert ,de hecho, escribio originalmente la musica para un extracto del poema “The lady of the lake” ,de Sir Walter Scott (1771-1832), que fue traducido al alemán por Adam Storck. Schubert llamó su pieza “Ellens dritter Gesang” (la tercera canción de Ellen). En este extracto particular del poema, la heroína, Ellen Douglas, está huyendo y reza a la Virgen María. Una carta de Schubert a su padre y a su madrastra se refiere a la música de su Ave María: » Mis nuevas canciones de la Dama del Lago , de Scott, tuvieron especialmente mucho éxito. Ellos también se maravillaron enormemente en mi piedad, que expresé en un himno a la Virgen Santa y que aparece, toma cada alma y la enfoca a la devoción.»
La traduccion en castellano es:
¡Ave María! ¡Ave María! ¡suave Dama!
¡Oye el rezo de una doncella!
Tu que puedes oirme en el páramo
Tu que puedes salvarme de la desesperacion
Seguros hemos de dormir bajo tu cuidado
Aunque estemos desterrados, proscritos y envilecidos
Dama! oye el rezo de una doncella;
¡Madre, oye la suplica de una niña!
Ave María! Ave María ! purísima !
Nuestro duro lecho ahora debemos compartir
Aunque ha de parecernos cubierto de plumas
Si tu proteccion yace sobre el
El pesado y mohoso aire de las cavernas
Habra de oler a bálsamo si se encuentra tu sonrisa
Madre, escucha a una niña suplicante
Entonces, Dama, oye la plegaria de una doncella
Ave María! Ave María ! purísima !
Nuestro duro lecho ahora debemos compartir
Aunque ha de parecernos cubierto de plumas
Si tu proteccion yace sobre el
El pesado y mohoso aire de las cavernas
Habra de oler a bálsamo si se encuentra tu sonrisa
Entonces, Dama, oye la plegaria de una doncella
Madre, escucha a una niña suplicante
Ave María! Ave María! Pura Doncella!
Los engañados demonios de la tierra y el aire
de este, su habitual lugar exiliados
Habrán de huir ante tu bella presencia
Nos inclinamos ante nuestra devocion,
Bajo tu guía reconciliados
Oye la plegaria de una doncella para una Dama
Y para un padre, oye a un niño
Ave María!
Pues es curioso como, en general, se suele utilizar otra letra, al menos, en celebraciones religiosas; imagino que alguna adaptación de un texto en latín, más acorde con la liturgia de la Iglesia.
No es la única muestra de adaptación que la Iglesia hace de diferentes canciones.
^^»
Musica sublime, y el texto que explica su origen excelente.
[…] Sin embargo, en sus orígenes, esta canción tenía poco de pía. Se trata del penúltimo lied perteneciente a un ciclo de siete, cuya temática se parece más bien a la del cine de aventuras: espadas, reyes, acción y la lucha encarnizada de tres caballeros por el amor de una hermosa dama. Schubert se basó en una traducción de The lady of the Lake, un poema épico de Walter Scott publicado en 1810 y muy influyente durante el siglo XIX, que da título también al ciclo de canciones que nos ocupa (en alemán: Liederzyklus vom Fräulein vom See, Op.52). (Fuente) […]
[…] FUENTE […]
? Que os parece el Dance music de los 90 Inaki ? ,aunque redondeando el tema ,la verdadera musica que posee esencia es la musica classica , indudablemente .
es muy hermoso encontrar himnos en los sitios.grasias a la gente que los suve.el ave maria q
ue buscaba no lo encontre, es esta la direcion.8 settembre 2o11 pontificale di santa maria nascente in Duomo Milano.