En una entrada publicada recientemente, Tall & Cute se pregunta acerca de la frontera que separa el arte y la ciencia. Si bien parecen campos claramente diferenciados, en ocasiones se entremezclan y relacionan. A fin de cuentas, artistas y científicos se han encargado durante mucho tiempo de describir la realidad que los rodea, dando lugar a imágenes parecidas. En algunas ocasiones, el arte ha retratado a la ciencia, como una actividad humana más y la ciencia se ha valido de estas imágenes como una vía de divulgación y promoción. En otras, la misma ciencia ha dado lugar a imágenes bellas o ha originado distintas herramientas que inspiraron y ayudaron a los artistas.
Los puntos de encuntro son muchos y a veces ambos, ciencia y arte, se confunden. Pero al contrario de lo que plantea Tall & Cute en su artículo, no creo que la clasificación de una imagen (o una creación cualquiera) en uno de los dos campos, dependa de la intención de su creador. Algún día este creador desaparecerá y cuando ya no esté aquí para aclararnos cuáles eran sus pretensiones, deberíamos saber identificar en qué reside el valor principal de su obra. Tampoco creo que sea relevante la técnica utilizada para producir dicha imagen. La mayoría consideraría que la fotografía de un corazón humano es una imagen científica, pero la catalogaría como arte al creer que es un lienzo hiperrealista pintado al óleo. Sin embargo, su realidad material no tiene por qué afectar a una imagen, como no lo hacen las intenciones (intentonas) de su autor. Desde mi punto de vista, la diferencia fundamental entre una imagen artística y otra científica reside en la función que cada una puede cumplir. El arte persigue la belleza, transmitir una información al espectador que lo emocione y lo conmueva. La ciencia en cambio busca el conocimiento, quiere ser una descripción objetiva y fiel de la realidad. Habrá imágenes que puedan cumplir ambas funciones y otras en las que una función predomine sobre la otra, pero esto dependerá exclusivamente de la información contenida en la imagen misma.
Hay una coincidencia más entre ambos que me interesa especialmente: en arte, como en ciencia, lo comprensible es bello. Los patrones relativamente «sencillos», los que simplifican algo complejo, aquellos en los que encontramos simetrías o coincidencias con otros patrones ya conocidos, resultan más comprensibles y por tanto más bellos que otros aparentemente caóticos o incomprensibles. Pero esto sucede tanto a nivel intelectual, como visual, e incluso auditivo. Quizás por ello no sea descabellado afirmar que el conocimiento científico es arte. Pero el tema es complejo y da para mucho. Os dejo hasta la siguiente entrada con una imagen para ir abriendo boca.
¿Qué opináis, ciencia o arte?
No he estado enumerando las manchas en el sol, pues se que en una sola mancha cabe el mundo.
Efectivamente, el arte y la ciencia han colaborado y contribuído una de la otra, pero en lo que respecta al arte si es muy importante y relevante la intención, la técnica y hasta los materiales con los que está hecha la obra.
Saludos.
Simplemente me encanta la imagen
[…] Ciencia y arte. […]
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me encanta esa foto del movimiento de la sup. del sol
enhorabuena por el blog, es muy interesante
[…] astronómicas con una sensibilidad 1000 veces mayor que la de las cámaras de película. Como ya dije en su día, para mí, estas imágenes no dejan de ser arte. Os dejo con una de mis […]
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grasias si entendi
os movimientos son geniales
LOS AMO ATUDARON CON MI TAREA
Genial. Es lo que intentamos hacer desde http://www.polyhedra.co.cc Ánimo, Rodrigo Perez
Sigo con interes cuantas ideas vinculen ciencia y arte, creo que son disiplinas muy afines que nos apoyan en la construccion de un conocimiento real.
Ánimo!