Mientras aquí seguimos con la lucha eterna contra las sociedades de autores y editores, en el resto del mundo siguen sucumbiendo nuevos países al cerco que pretenden imponer algunos a las descargas vía P2P (eMule, etc.). Unas veces por culpa de los Estados, otra por culpa de las Telecos, y siempre con dichas sociedades detrás, las cuales todavía no entienden que Internet no es el problema, sino su concepción del negocio; el caso es que esto ya empieza a ser preocupante.
Todo empezó con las medidas tomadas por el presidente Sarkozy a principios de este año. Francia se convirtió de esta manera en la primera democracia que filtra Internet. Después, se pusieron manos a la obra en el Reino Unido: el gobierno, decidido a acabar con el P2P, lanzó un ultimatum a las ISP británicas. Recientemente, Suecia también ha anunciado medidas similares a los anteriores, aunque indican que no desconectarán a los usuarios.
Y en Europa no somos los únicos. En Japón, las cuatro principales Telecos del país han llegado a un acuerdo para cancelar el servicio a los usuarios de Winny, el eMule nipón por así decirlo. Ya lo habían intentado anteriormente sin conseguirlo. Supongo que lo acaecido en Europa las últimas semanas les habrá proporcionado un último empujón.
Por si fuera poco, Comcast, el segundo proveedor de banda ancha de EEUU, reconoció recientemente que «capa» a los usuarios del P2P, es decir, que penaliza las descargas reduciendo la velocidad de conexión. Aunque esto no es nuevo, ya que es una práctica bien conocida por los clientes de ONO aquí en España, que la sufren desde hace tiempo.
Andémonos con cuidado, porque aquí no estamos a salvo. De hecho, antes de las elecciones generales, Telefónica, Vodafone, Orange y ONO pidieron a los partidos mayoritarios la creación de un marco que permita «poner orden en la Red».
Detrás de todo esto ya sabemos quién se sitúa siempre, no hace falta que lo diga una vez más: individuos anclados en el pasado que siguen intentando controlar Internet y criminalizar a los usuarios, mientras lo único que consiguen y conseguirán es ponerle puertas al campo.
Una cosa está clara: «puesta la ley, puesta la trampa», sobre todo en esto de Internet. Así que, mejor facilitarnos la vida entre todos, ¿no?