El mejor journal del mundo

Al menos si medimos la calidad en función de la tasa de aceptación.

jofur
El principio fundamental del Journal of Universal Rejection (JofUR) es el rechazo. El rechazo universal. Esto quiere decir que todos los artículos recibidos, sin importar su calidad, serán rechazados. A pesar de este aparente inconveniente, aquí están algunas de las razones por las que puede escoger JofUR para enviar su trabajo:

  • Puede enviar su manuscrito aquí sin sufrir oleadas de ansiedad con respecto al destino final de su artículo. Sabe con un 100 % de certeza de que no será aceptado para su publicación.
  • Es gratis.
  • Puede presumir de que ha enviado su artículo a la revista más prestigiosa (juzgando por la tasa de aceptación).
  • El JofUR es único en su especie. El simple hecho de presentar trabajos a la misma puede considerarse un mérito.
  • Usted mantiene los derechos de su trabajo, y es libre de volverlo a enviar a otras revistas, incluso antes de que nuestro proceso de revisión se haya completado.
  • Las decisiones son a menudo comunicadas (aunque no siempre) a las pocas horas de su envío.

¡Todo ventajas! Así que, si no encuentras un buen candidato para ese paper generado de manera aleatoria que tienes por ahí, ¡ya sabes a dónde enviarlo!

Bonus: el precio de la suscripción y el historial de números de la revista no tienen desperdicio. Tienen hasta su propio merchandising.

El lado humorístico de la documentación científica

(Esta anotación se publica simultáneamente en Aspectos Básicos de la Actividad Investigadora 2013, blog asociado a la asignatura de máster homónima impartida por Joaquín Sevilla Moróder en la Universidad Pública de Navarra)

La documentación científica, más concretamente los papers, debido a la rigidez en su estructura, a la rigurosidad y la seriedad que entrañan, se prestan a la parodia con facilidad. Estos días andan circulando tres excelentes ejemplos, pero seguro que conocéis muchos más (me refiero en todo momento a piezas humorísticas realizadas a tal efecto, porque la ciencia también nos regala a veces estudios que resultan involuntariamente risibles; véase si no, a modo de ejemplo, A closer look on tumbling toast).

Mario Herrero compartía en la lista de Naukas un pseudopaper de un doctorando italiano que al parecer lleva circulando varios años (el artículo, no el doctorando, espero). Lleva por título Foundations of Gauge Theology, y realiza una reinterpretación de las propiedades de Dios bajo el prisma de la Teoría Cuántica de Campos para superar las deficiencias de la Teología Clásica… Lo que viene siendo un físico teórico con falta de horas de sueño, vamos. La primera referencia que aparece, por supuesto, cita a la Biblia. Y por enredar, no con menos guasa (y razón), César Tomé aprovechó para darnos una pequeña lección:

No es por enredar (o sí) pero la primera frase es falsa.

Ni toda teología ha considerado a dios/dioses omnipotente/s y omnipresente/s, ni siquiera la teología judía prerabínica lo ha hecho. Por otra parte la cita [1] es incompleta, pues Biblia es un nombre genérico: hay que especificar versión no sólo de los textos originales (por ejemplo Septuaginta / Vetus latina / Vulgata y dentro de éstas si es la versión alejandrina o la vaticana) sino también a qué compilación de libros bíblicos canónicos nos referimos (no es la misma la ortodoxa, que la católica que la protestante) y en el caso de que sea una traducción a una lengua moderna cuál es esta: en el caso del español, por ejemplo, de la biblia de Jerusalén (la que usa el Vaticano y editada en Bilbao) a la del Nuevo Mundo va un abismo. y esto es suponiendo que nos estamos refieriendo a una biblia cristiana y no a la Tanaj judía, claro.

Demasiados problemas con la frase de inicio como para seguir leyendo.

No le queda a la zaga esta genial propuesta de matrimonio en forma de paper: Two Body Interactions: A Longitudinal Study. A este respecto, Iván Rivera apuntaba apropiadamente que «Quién hubiera dicho que en esa fase de la interacción de dos cuerpos el \LaTeX{} pudiera ser tan útil como el látex».

Por último, de la mano de Fernando Frías llego a Towards a Quantum Mechanical Interpretation of Homeopathy (está claro que la mecánica cuántica vale para todo…), uno de los múltiples ejemplos que podemos encontrar en Improbable Research, una organización que «recopila (y a veces conduce) investigaciones improbables»: «investigaciones que hacen reír y después pensar». Y además publican una revista llamada Annals of Improbable Research. Y además son los administradores de los premios Ig Nobel.

Problemas de usabilidad

El comando tar es un archivador, una herramienta GNU/Linux que sirve para empaquetar archivos y carpetas y, opcionalmente, comprimirlos. Una especie de WinZip o WinRaR, para que nos entendamos, pero por línea de comandos. El inconveniente es que tiene serios problemas de usabilidad. Y alguien se preguntará, ¿cómo demonios se mide la usabilidad de un programa por línea de comandos? Fácil: depende de lo que se parezca su sintaxis al resto de programas, a ciertas convenciones existentes. El comando tar, en ese sentido, es bastante diferente; en parte porque es viejo, lo que no es excusa para que no se haya actualizado.

¿tar –help?

Y el autor de xkcd añade:

I don’t know what’s worse–the fact that after 15 years of using tar I still can’t keep the flags straight, or that after 15 years of technological advancement I’m still mucking with tar flags that were 15 years old when I started.

[Traducción muy libre] No sé qué es peor: el hecho de que, tras 15 años utilizando tar, sigo sin saber poner sus opciones en orden o que, tras 15 años de avance tecnológico, sigo lidiando con unas opciones que ya tenían 15 años cuando yo empecé.

Yo me siento exactamente igual. Lo he utilizado docenas de veces para comprimir y descomprimir, pero siempre necesito mirar el manual o buscar algún ejemplo. Invariablemente. Dada la enorme cantidad de gente que ha compartido el cómic, debe ser algo generalizado. Me quedo más tranquilo.

BONUS: la bomba del cómic probablemente haga referencia a tarbomb, el nombre que se le pone a aquellos archivos que no están comprimidos dentro de una carpeta y, por tanto, si no te fijas y descomprimes sin más, pueden sobreescribir ficheros preexistentes con el mismo nombre. Pero eso pasa igual con todos los archivadores y compresores del mundo: la culpa es del usuario. Yo siempre tengo por costumbre mirar qué hay dentro antes de descomprimir nada.

¡Hackeada la web del PP!

O no. Como parece que tienen el tinglado bastante protegido contra ataques Cross-Site Scripting, aquí tenéis un apaño en local, más cutre pero más personalizable [AVISO: el siguiente enlace solo funciona en navegadores modernos con soporte para HTML5]:

VISITA LA WEB DEL PP

Os animo a que modifiquéis el enlace para crear vuestras propias versiones (iba a crear un formulario y tal para modificarlo, pero he pensado que no es tan difícil buscar una cadena de texto y cambiarla; vagos). Si me mandáis nuevos «diseños», los iré recopilando aquí. Los únicos límites son vuestra imaginación y los dos mil y pico caracteres que suelen imponer como máximo los navegadores en las URL.