No creo en Dios, pero, ¿sabéis qué?, ojalá me equivoque. Ojalá Dios exista y tenga un sentido del humor infinito. Ojalá Dios sea un cínico hijo de puta de vuelta de todo. No sería de extrañar, teniendo en cuenta que su obra más perfecta eres tú.
¡Qué raros son estos ingleses! Tienen una hora menos, conducen por la izquierda y, cuando les pillan robando, ¡piden perdón! En España, cuando a un político le pillan trincando lo que hace es insultar a Garzón.
Esta vez ha extendido su mano evangelizadora para mostrar las maldades de Internet. Y como sus asesores le han dicho que, para convencer al pueblo israelí de que se mantenga alejado de las garras de la maligna red, se abstenga de comentar que está llena de porno, al final ha dicho esto:
El uso ilimitado de portales a través de los que las personas tienen fácil acceso a indiscriminadas fuentes de informaciones puede llegar a ser un instrumento de creciente fragmentación. El conocimiento viene destruido y la compleja habilidad de crítica y discernimiento de las tradiciones académicas y éticas son a veces soslayadas y descuidadas.
¡Cuánta razón tiene el Papa! ¡Internet es el demonio! ¿Dónde quedaron los viejos valores? ¿Dónde quedó ese conocimiento revelado y puro escrito en la Biblia, y esa compleja habilidad crítica de «lo que dicen mis cojones va a misa, y punto, que para eso soy el Papa»? Si es que hoy en día cualquier mindundi se mete en Google y te saca un montón de información de diversas fuentes para comparar y contrastar ¡y se cree con derecho a razonar por sí mismo e incluso a opinar! ¡Qué vergüenza! La familia se rompe, la cultura se rompe… ¿A dónde vamos a ir a parar?
Fijaos, fijaos si es malo Internet. Mirad lo que se puede hacer aquí: