Esto es dedicación (2)

Piano de cama de 1935. Conozco a más de uno, capaz de comprarse algo así para poder seguir estudiando también mientras duerme. Podéis ver más inventos peculiares de los años 30, en esta completa galería.

Larga vida al Emperador

Dice Feijóo que hay que respetar la famosa peineta de Aznar, ya que es un gesto que «tiene antecedentes en la Roma o en la Grecia, clásica» (¡hay que decirlo más!). Mira que me la sopla este tema, ojalá levantar un dedo fuese la ordinariez más grave de nuestros políticos… ¡pero es que las dejan a huevo!

A estos los espabilamos entre todos

Numerosas empresas, entre las que se encuentran las grandes responsables de la crisis y otras que no paran de incrementar sus beneficios incluso en estos tiempos, se han unido para promover una campaña publicitaria millonaria pensada para sacarnos los cuartos más todavía, si cabe.

Quiero aportar mi granito de arena a la iniciativa de Mi mesa cojea, Halón Dispara(ta)do, Las penas del Agente Smith y Esto sólo lo arreglamos sin ellos.

Fanatismos (2)

Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.

(Wins­ton Chur­chill, ora­dor, es­cri­tor y Pri­mer Mi­nis­tro bri­tá­ni­co)

The yes men

Acabo de ver un documental titulado The Yes Men fix the world y quería recomendároslo. Trata sobre las «gamberradas» de una pareja de humoristas-activistas hilarante. La mayoría de sus actuaciones se basan en la misma idea: los Yes Men se hacen pasar por alguna organización, empresa u órgano administrativo importante, crean páginas web falsas con currículos falsos, hasta que algún inocente pica y les llama para que den una conferencia. Una vez allí, y con la máxima seriedad, proponen algún disparate lo suficientemente macabro como para desconcertar a los asistentes, en un lugar donde no se espera una parodia.

Me encantó, por ejemplo, la broma sobre Vivoleum, un combustible alternativo al petróleo, creado con los cadáveres humanos resultantes del cambio climático (eso es aprovechar los recursos). Para demostrar su eficacia, los Yes Men repartían velas a los asistentes y, una vez encendidas, proyectaban un documental conmemorativo sobre Reggie, el voluntario utilizado para fabricarlas. Aunque, en este caso, la broma resultaba evidente, en otras ocasiones, los asistentes a sus conferencias no terminan de captar la ironía: ley de Poe mediante, sus «vibolas», ideadas para la supervivencia humana en caso de desastre natural y protagonistas de la portada del documental, encontraron potenciales compradores durante su presentación. Pero quizás eso sea, en sí, lo más irónico: no es posible concebir una idea lo bastante exagerada, apocalíptica o increíble: siempre habrá alguien dispuesto a hacer dinero con ella.