Una de las versiones más aceptadas sobre el origen de la palabra España (aunque no la única), sugiere que ésta procede del nombre fenicio «Span», derivado de «saphan», conejo. Al parecer los primeros en llegar a la península, la vieron tan atestada de estos bichos que no se les ocurrió un nombre más original y así se quedó, por los siglos de los siglos: España es una tierra de conejos. O más bien lo era…
En 1952, un científico francés llamado Paul Felix Armand-Delille, cansado de ver cómo los conejos arrasaban con sus viñedos, decidió tomar cartas en el asunto. Armand-Delille era bacteriólogo y miembro de la Academia Francesa de Medicina. Había oído hablar del caso de Australia, donde, dos años antes, se había conseguido reducir la población de conejos (especie foránea y verdadera plaga en el continente) gracias al virus de la Mixomatosis, así que decidió probar suerte en una finca de 3 km2, confiando en que sus peculiaridades geográficas impedirían que el virus se extendiera.
El experimento dio sus frutos: en 6 semanas Armend-Delille logró reducir en un 98% la población de conejos de la hacienda. En menos de un año el 45% de los conejos franceses habían pasado a mejor vida. Hacia finales de 1954, la cifra aumentó hasta el 90% y el virus se abría paso hacia el resto de Europa. Al llegar a la Península Ibérica, la desaparición de los conejos también afectó a sus predadores. El lince ibérico se encontró sin su sustento básico y se perdieron hasta el 70% de los nidos del águila imperial ibérica.
En enero de 1955 Armand-Delille fue procesado y condenado a pagar una multa de 5000 francos por un delito medioambiental. En junio de 1956 fue condecorado con una medalla de oro por sus servicios a la agricultura. En el reverso de la medalla aparecía un conejo muerto.
Actualmente, se efectúan vacunas en ejemplares silvestres. Por otra parte, los conejos han adquirido resistencia al virus (su mortalidad se ha reducido) pero, a pesar de las campañas de recuperación que se llevaron a cabo desde los años 80, las poblaciones aún no han superado el bache.
Que se lo digan al lince ibérico
Por no hablar del conejo más famoso de la historia de España:
http://abordodelottoneurath.blogspot.com/2009/09/el-gavagai-de-la-loren.html
Qué vergüenza. Una multita y una medalla. Qué manera de cargarse animales porque sí. Qué asco.
Y por esa misma época explotaban bombas atómicas a diestro y siniestro, cerca de gente y en aire. Que siglo XX más asilvestradillo hemos tenido en cuanto a manejar tecnologías. :S
Tierra de conejos. Tan sugestivo título me ha dejado completamente bloqueado.
@Doctor Mapache: Cuánto aprendimos en aquellas jornadas ;-)