Hoy vamos a saborear el Impresionismo francés; aunque esto es una redundancia: hablar de Impresionismo implica automáticamente hablar de Francia, puesto que fue allí donde surgió y se desarrolló principalmente.
El Impresionismo fue un movimiento artístico surgido en la pintura francesa de la segunda mitad del siglo XIX, y que más tarde se extendió a otros ámbitos como la literatura y la música. Se caracteriza básicamente por el intento de plasmar la sensación del artista, la impresión que a él le produce a través de sus sentidos lo que está representando, sin reparar tanto en la identidad de lo representado. El término Impresionismo fue acuñado, curiosamente, por la crítica de la época refiriéndose de manera despectiva a un cuadro de Monet llamado Impresión: sol naciente.
En música, el Impresionismo encuentra sus máximos exponentes en Claude Debussy y Maurice Ravel. Mientras este último ya presenta rasgos pertenecientes al Simbolismo y al Expresionismo, en el primero podemos apreciar el lenguaje impresionista puro, donde la tonalidad es algo meramente testimonial y la modalidad es la predominante. Se suceden las escalas pentatónicas y por tonos enteros, los cromatismos, y los acordes pierden su función tonal: se usan por sí mismos, como colores, por lo que evoca su sonoridad al compositor. Detrás de estas características podemos discernir la influencia de Mussorgsky.
La pieza de hoy, la Primera Rapsodia para clarinete y piano, empezó siendo un encargo de 1909 del Conservatorio de París para un concurso y terminó siendo una de las más importantes obras del repertorio clarinetístico. Más tarde, el mismo Debussy haría un arreglo de la parte de piano para orquesta, y es esta la versión que os ofrezco.
En el siguiente vídeo, la Orquesta Filarmónica de Berlín acompaña a Wenzel Fuchs, Clarinete Solista de la misma, en una brillante interpretación.
De hecho, muchos hablan del Impresionismo como el Nacionalismo francés. Todos los países tuvieron un lenguaje musical nacional propio y Francia no iba a ser menos, sólo que en su caso, la música «nacionalista», se desvinculó de la música romántica, mientras que en los demás países fue una consecuencia de ésta.
De hecho hay un punto en tu explicación con el que no estoy de acuerdo. El impresionismo (francés) surgió como una reacción contra el romanticismo (alemán). No pretendía plasmar la «visión del compositor», y mucho menos «su sentimiento». No buscaba una percepción subjetiva de la realidad, sobre todo si entendemos subjetividad como emotividad. Todo lo contrario, el impresionismo buscaba una representación sensitiva y objetiva de la realidad. Buscaba plasmar sensaciones, en abstracto, no asociadas a sentimientos ni a visiones personales. En ese sentido es un arte «inhumano»: Huye de interpretaciones, personales, emocionales o de cualquier tipo, quiere plasmar el sonido, o la luz, tal cual se encuentran en la naturaleza para así impresionar directamente los sentidos (sin mediaciones).
Por otra parte, no creo que el impresionismo surgiera primero en la pintura y luego se extendiese a las otras artes… La música impresionista no fue consecuencia de la pintura, y de hecho, el propio Debussy se negaba a que lo identificasen con los pintores impresionistas. Pienso más bien que surgieron simultáneamente distintas expresiones artísticas con una sensibilidad parecida y, posteriormente, los historiadores del arte y críticos las agruparon bajo el nombre «impresionismo».
«Sentimiento» y «evocar» tienen otras connotaciones que no pretendía, por escribir rápido. Ya está arreglado.
[…] Primera Rapsodia para clarinete de Debussy. […]