Pareciera, pues, que el «nuevo» socialismo propende a confundir el laicismo con el anticlericalismo, cosa, esta última, mucho más primaria.
Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid ¿socialista?, en referencia a la negativa del grupo socialista a ponerle una placa en el Congreso a Sor Maravillas, la monja integrista y beata que tanto ha hecho por nuestro país y por la democracia.
Cualquier símbolo que pueda ofender a quien pueda circular por él debe ser quitado de en medio.
Mercedes Cabrera, ¿socialista? Temerosa de parecer «anticlerical» e inventándose argumentos surrealistas para no tener que decir que la escuela pública es un espacio LAICO. Véase el alarde de infinita corrección política.
El Estado no debe coartar la libertad económica.
José Luis Rodríguez Zapatero, ¿socialista? Hablando de cómo solucionar la crisis del capitalismo.
Arrojemos al olvido a quienes promovieron la tragedia de la Guerra Civil.
José Luis Rodríguez Zapatero, ¿se escuchará a sí mismo? Pidiendo el perdón para Franco.
Si Pablo Iglesias levantara la cabeza…
Sí, está bastante claro que el mensaje se ha distorsionado un poco
Mejor que Pablo Iglesias no levante la cabeza. Lo hizo bien fundando el PSOE, pero no era un buen político, era un agitador social con métodos muy eficaces en su tiempo pero inaceptables hoy día.
¡VIVA ZAPATERO!
Independientemente de las formas (en efecto, puede que Pablo Iglesias no encajase en el panorama actual) el contenido del mensaje socialista se ha distorsionado TANTO desde sus orígenes, que dudo que pueda seguir considerándose el mismo partido que antaño o que pueda siquiera, seguir llamándose a sí mismo «socialista». Los socialistas eran comunistas que negaban la vía de la revolución para alcanzar el poder, nada más. No lo olvidemos.