Lógica PPera

Hago notar que, con o sin Gibraltar, con o sin JJOO, el caso Bárcenas sigue ahí. Recordemos que, en anteriores entregas de Por un puñado de dólares

  • En febrero se desata el escándalo.
  • En abril, Bárcenas presenta una denuncia contra el PP por el robo de sus ordenadores. El juez la desestima.
  • Por fin en agosto, el juez decide que es un buen momento para auditar los ordenadores que utilizó el extesorero. Cospedal afirma que están custodiados en la sede del PP.
  • El PP entrega al juez un ordenador SIN disco duro y otro con el disco cambiado. ¡Oh, sorpresa!
  • Justifican la destrucción del disco duro con el «artículo 92.4 de la Ley de Protección de Datos, que señala que cuando un trabajador deja su puesto, los documentos o datos deberán destruirse o borrarse para evitar el acceso a información contenida en el mismo. Pero esta ley hace referencia a los datos «de carácter personal»».
  • Según la lógica aplastante del PP, la información contenida en el famoso pendrive de Bárcenas tiene que ser falsa porque habría sido extraída de ese ordenador (el del disco destruido) y este carece de puerto USB. JAQUE MATE, pensaría el lumbreras al que se le ocurrió.

Ahora el abogado de Cospedal, Adolfo Prego, hace gala de una lógica similar. Atención:

[Adolfo Prego] ha asegurado que el extesorero del PP Luis Bárcenas «eliminó» y «sustituyó» el disco duro de su ordenador «unos días antes» de que llegara a España la comisión rogatoria de Suiza que dio a conocer su «tesoro gigantesco de millones de euros». Según ha añadido, Bárcenas «colocó» otro disco duro de una «virginidad total» que «no contenía absolutamente nada» y es el que destruyó el PP.

No tiene fundamento acusar al PP de «destruir pruebas» porque eso «presupone que en el interior había pruebas» y «no hay ninguna prueba de que hubiese pruebas».

Ojo, cuidado. Lo repito: no hay ninguna prueba de que hubiese pruebas. Y añado: y no hay ninguna prueba de que no hubiese pruebas. Que digo yo, que el disco será una prueba independientemente de lo que contenga. ¿Y para qué destruir un disco de una «virginidad total»? Pero déjenlo, será que soy muy retorcido…