Ya conoceréis la noticia. Además de todas las personas que se han hecho eco a través de su blog o las redes sociales, pocas veces una noticia de ciencia alcanza la portada de los periódicos (aunque sea de aquella manera en algunos lamentables casos). Efectivamente, el pasado 4 de julio se anunció desde el CERN la detección, con una altísima probabilidad, de una nueva partícula que encaja con lo que los resultados teóricos esperan del denominado bosón de Higgs, a falta de una comprobación independiente. Para que nos entendamos: han hallado por fin la famosa partícula de Higgs.
Desde aquí me gustaría recomendar la lectura del excelente artículo Preguntas y respuestas para entender (por fin) el bosón de Higgs, del amazer Arturo Quirantes, a todos aquellos curiosos que busquen una explicación rápida y sencilla de qué es y qué supone este descubrimiento. A continuación, resumo los puntos que considero más importantes del mismo.
- Qué es. El bosón de Higgs es la manifestación del campo de Higgs, un campo de fuerzas que llena todo el universo: si el universo fuera una piscina, el bosón de Higgs sería una molécula de agua. Este campo interactúa en mayor o menor medida con las diferentes partículas elementales que conocemos, y ese grado de interacción determina la masa de dichas partículas.
- Cómo se detecta. Como otras partículas descubiertas con anterioridad, el bosón de Higgs no puede observarse directamente, al igual que no vemos el mecanismo de un reloj. El procedimiento de detección, por tanto, es similar a hacer chocar dos relojes a gran velocidad, recoger los trozos y deducir con ellos el funcionamiento de los mismos.
- ¿Partícula «de Dios»? De eso nada. Esa desafortunada denominación solo la utilizan los periodistas (ojalá dejen de hacerlo) y está dando lugar a muchos equívocos. La expresión tiene su origen en un libro publicado por el Nobel de física Leon M. Lederman en 1993, cuyo título original rezaba The Goddamn Particle (negrita mía). Lederman se refería al bosón como «la puñetera partícula» debido a la dificultad para detectarla. En cambio, al editor del libro le pareció poco apropiado y finalmente lo renombró con el nada afortunado título The God Particle (La partícula Dios, que ni siquiera «de Dios» como ha acabado trascendiendo).
Aquí en Enchufa2 teníamos una pequeña coña respecto a la búsqueda del Higgs en la página de error 404. Al introducir una URL incorrecta, aparecía (y aparece todavía) esto:
Como veréis, ya se ha quedado obsoleta, por lo que se aceptan sugerencias e ideas geeks, graciosas, todo junto o todo lo contrario para reformar dicha página de error.
¿Que os parece «Lo sentimos, las ondas gravitacionales no están aquí. Si desean algunas sonoras pueden pinchar aquí….»? Después de todo, aún no se ha detectado ninguna.
Eso de «negrita mía» me ha sonado a apelativo cariñoso más que a aclaración ;)
Me gusta la propuesta de Ambros, tiene mi voto a favor.
Yo cambiaría ondas gravitacionales por gravitón y me quedo también la de Ambros.