Desde la Guerra de Troya a la crisis económica, parece que todos los problemas de la Historia se reducen a lo mismo: líos de faldas, o más bien de braguetas. Al final va a ser cierto que nos iría mejor si los cargos administrativos fueran ocupados por mujeres. Me he reído mucho leyendo este artículo según el cual, cada jefazo por su jefaza, dejó de hacer eficazmente su trabajo y dieron lugar a la crisis que nos ocupa ahora. Lo incluyo en la categoría de humor, pero seriamente me pregunto cuánto hay de cierto en esta tesis. Después de todo, puede que el motor último de nuestras acciones sea siempre el mismo. Como decía cierto amigo mío… el mundo es una sexocracia.
3 comentarios sobre “El mundo es una sexocracia”
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En todo caso, Almudena, no sería de vuestras sino de nuestras acciones :P Y hay taaantos refranes al respecto…
Esto me recuerda la teoría de un amigo mío, que mantiene que si los hombres fuéramos capaces de autofelarnos, la especie humana se acabaría en esa generación :P
Mh… el sexo es la motivación última de todo el mundo, de las mujeres también, sin duda alguna. Otra cosa es que por norma general lo disimulen mejor. O que su motivación, siendo igualmente fuerte, sea cualitativamente distinta: en lugar de buscar cantidad persiguen la calidad, (no les vale cualquier sexo sino el sexo que ellas quieren), lo cual las lleva a ser grandes estrategas. Pero casi te diría que las mujeres se mueven por el sexo incluso más que los hombres.
Después de leer tu comentario, Almudena, sólo puedo decir: Iñaki: ¡felicidades, artista! :D :P