Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo… y por los mismos motivos.
(George Bernard Shaw, escritor irlandés, ganador del Premio Nobel de literatura en 1925. Vía Etiopica)
Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo… y por los mismos motivos.
(George Bernard Shaw, escritor irlandés, ganador del Premio Nobel de literatura en 1925. Vía Etiopica)
Comentarios cerrados.
¿Una cita tan buena y nadie comenta?
Aquí parece que estamos condenados a dos legislaturas entre cambio y cambio: Felipe, Josemari, ¿Jose Luis?
Adolfo nos cogió demasiado inestables todavía.
Bueno, las deFelipe fueron 4 legislaturas, si no me equivoco las dos últimas fueron más cortas. Pero vaya, en Estados Unidos, lo tienen claro: ningún presidente puede estar más de dos legislaturas en el poder, no vaya a ser que le guste demasiado.
@Almudena: Pero son principios diferentes: En EEUU votas a una persona, y la misma tiene el poder ejecutivo, mucho poder, y le podría gustar demasiado. En España, se vota a partidos políticos (se hubiera democracia, se votaria a diputados, algo muy diferente, pero eso ya es apreciación mía), y son los partidos (perdón, los diputados) los que eligen al gobierno.
De todos modos, realmente con el tiempo las estructuras de poder se van degenerando, por amiguismos y compadrios. Creo que es inevitable, porque por «resistente» a la corrupción que pudiera ser la jerarquía superior (y generalemnte lo es), no lo sería tanto la camada siguiente, o la siguiente… Así que la variación si creo que es buena. Lo que a veces podría significar cambiar las personas y no necesariamente cambiar siempre los partidos, porque el problema de corrupción se da o no en las personas (en los partidos no se da o no, sino que hace parte estructural de los mismos, luego no vale la pena plantearse el problema).
Ya se vio con Adolfo, como todo se corrompía rápidamente. Asentamos un poco con Felipe, pero después de más años, ya estaba toda la estructura intermedia hecha una porqueriza de amiguismos. Con Aznar duró dias (desde mi punto de vista) el mezclar los intereses privados con los del gobierno. Con Zapatero ya se han visto casos, y, si gana las siguientes elecciones (espero que si por falta de alternativa decente, no por mérito de él) se verán muchos más.
No tenemos mucho remedio, me temo.
Para acabar de arreglar las cosas, si los cambiamos rápidamente a todos, habrá seguramente menos corrupción y ningún gobierno (que necesita una cierta estabilidad temporal para funcionar). Así que solución no tengo (y he pensado mucho en ella, que conste).
Vaya, que es mas fácil y sano cambiar pañales (y de esos si que he cambiado muchos, y además lo recuerdo con mucho cariño).