«Con la Iglesia no se discute»

La República fue una página nueva en nuestra historia. Su núcleo y la causa de su destrucción fue el laicismo, porque la Iglesia se dio cuenta de que se jugaba el tipo y puso toda la carne en el asador. Esto no lo entienden los jóvenes porque no lo han vivido y porque en las escuelas el PSOE, que había hecho pactos, eliminó esa circunstancia de los planes de estudio.

Lean esta entrevista del diplomático Gonzalo Puente Ojea realizada con motivo de la presentación de su libro La religión, ¡vaya timo!, perteneciente a la colección ¡Vaya timo! de la editorial Laetoli. Da gusto ver —leer en este caso— a personas sin pelos en la lengua hoy en día, que vivimos instaurados en la cultura de lo políticamente —y religiosamente— correcto.

A propósito, una prueba empírica del timo que supone la religión es la cantidad de entradas que tenemos en esta casa que caen simultánea e irremediablemente en las categorías de Religiones y Política/Sociedad: no debería haber ninguna.

5 comentarios sobre “«Con la Iglesia no se discute»

  1. Efectivamente… es de agradecer que alguien llame a las cosas por su nombre. En cuanto al interés por la religión… yo llegué a este blog por la ‘A’ de la Out Campaign… con eso se dice todo. Cuando uno se pasa la vida teniendo que escuchar (ver, leer) estupideces -sin que exista ese ‘flujo bidireccional’ :p- al final se le acaban hinchando las…; ahora bien… con Internet… la cosa cambia. Lo que no tumbó la Humanidad no lo tumbará la web 2.0 -me refiero a la religión- pero desde luego, sí le dará un golpe muy duro. Vamos… el golpe ya lo están recibiendo. De ahí el intento de ‘reconquista’ del tercer mundo. El interés de la comunidad internauta por este asunto es incuestionable, no lo dudo. Saludos!

  2. Jejejejeje… cuanto optimismo! La religión es como la gripe…incurable e indestructible. Es una profunda estupidez imbricada en nuestro cerebelo, en la necesidad de trascendencia y de autoengaño. Francamente, creo que aunque cada vez haya menos gente en ello nunca, nunca dejará de haber religiones y gente que se las crea… aunque se publicara en Internet un video del Papa haciendo el conejito con una llama muerta.

    Estamos perdidos, perdiditos…

  3. Es más cómodo, más fácil, vivir con un papá o una mamá que velan por nosotros toda que la vida, que tienen la responsabilidad máxima… y si encima nos prometen después el paraiso, quitándonos (aunque sea parcialmente) el miedo de la muerte… pues vaya, que no, que la religión no acabará nunca.

    Reflexionando sobre lo que he escrito, parece que los no creyentes tienen que ser (y yo no sabia que era, mira tú) masoquistas. Será eso?

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