Esto de la Internet funciona sobre todo gracias al protocolo IP (Internet Protocol) como muchos de vosotros sabréis. La IP de vuestro ordenador en Internet es más o menos como la dirección de vuestra casa para correos, pero más flexible. Actualmente funcionamos con la primera versión de este protocolo que se implementó en el nacimiento de las redes de ordenadores. Esta versión es IPv4.
Una dirección IPv4 consta de cuatro números de 8 bits, es decir, 32 bits en total. Seguro que la habéis visto representada en su formato habitual, que es mediante cuatro números decimales que van de 0 a 255 separados por un punto, del tipo 192.168.1.1. Esto hace un total de 232 = 4.294.967.296 direcciones únicas, que no son pocas, pero no son suficientes.
Os preguntaréis: ¿por qué, por qué? Bien, pues porque, en un principio, no se imaginó el crecimiento tan espectacular que ha sufrido y sigue sufriendo Internet, así que se hizo un reparto de direcciones incorrecto. Las direcciones posibles se dividieron en clases.
La Clase A se componía de las direcciones con el primer byte entre 0 y 127. Esto supone la mitad de las direcciones posibles, y se reservó para redes muy grandes.
La Clase B se componía de las direcciones con el primer byte entre 128 y 191. Esto supone la cuarta parte de las direcciones posibles, y se reservó para redes grandes.
Y así sucesivamente, la Clase C supone un octavo, la Clase D un dieciseisavo y la Clase E no se usa.
Los crecientes problemas de direccionamiento que fueron surgiendo como consecuencia del agotamiento de direcciones, motivó la aparición del protocolo NAT (Network Address Translation), que usan todos nuestros routers. Este protocolo ha venido frenando estos años el cambio del estándar IPv4. NAT permite que todas nuestras pequeñas subredes que tenemos en casa funcionen con las mismas IPs. A cada router se le asigna una IP pública única, con la cual se identifican todos los ordenadores conectados a dicho router. Él es el encargado de redirigir el tráfico hacia uno u otro mediante el reconocimiento de la conexión. Es decir, si A y B están dentro de la red del router y A habla con Z de fuera, cuando Z le conteste al router, sabe que tiene que dirigir la conversación hacia A.
Pues bien, hoy he leído en Barrapunto que en febrero comenzará esta migración hacia el nuevo estándar IPv6, que consta de 2128 = 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 direcciones posibles. Pero todavía tenemos IPv4 para rato, porque, como con todos los estándares, cambiar es complicado.