Buscando respuestas al cambio climático

Leo en PÚBLICO que al superordenador más potente de España, el ‘Mare Nostrum’, le han preguntado cómo será el clima en el área mediterránea en 2030. Para ello, el superordenador trabaja día y noche realizando cálculos sobre modelos matemáticos de la evolución del clima. Con esto, se intenta predecir qué efectos tendrá el cambio climático de aquí a 2030.

Me pregunto qué consecuencias tendrá si tras años de cálculos el ordenador responde… 42.

Los culpables de la crisis económica

El PP echa la culpa de la crisis al PSOE, el PSOE a Estados Unidos, Estados Unidos a la OPEP, la OPEP a Alá, Alá al Jesucristo y Jesucristo a la entropía.

(José A. Pérez, en Mi Mesa Cojea)

Manual del buen director de orquesta. Punto 2

No mates al flautín, no mates al flautín, no mates al flautín…

Milagros de campaña. Capítulo Final: Los milagros no existen

El alma de un político llega al paraíso (se cree que por un error) y se encuentra en la entrada a San Pedro en persona.

– Bienvenido al paraíso -le dice San Pedro-. Antes de que te acomodes, parece que hay un problema. Verás, rara vez llega un político aquí y no sabemos muy bien qué hacer contigo. Así que lo decidirás tú: pasarás un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego podrás elegir dónde pasar la eternidad.

Y con esto, San Pedro acompaña al político al ascensor y baja, baja y baja hasta el infierno. Las puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo lejos se ve un club y, de pie delante de él, están todos sus amigos políticos que habían trabajado con él vestidos con traje de noche y muy contentos. Corren a saludarlo, lo abrazan y recuerdan los buenos tiempos en los que se enriquecían a costa del pueblo. Juegan un agradable partido de golf y luego, por la noche, cenan langosta y caviar. Comparten la noche con hermosísimas y liberales jovencitas. Se encuentra también al Diablo que, de hecho, es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando. Se divierte tanto que, antes de darse cuenta, es hora de irse. Todos le dan un apretón de manos y lo saludan mientras llega el ascensor. El ascensor sube, sube, sube y vuelve al paraíso, donde San Pedro lo está esperando.

– Ahora es el momento de pasar al paraíso -le dice-.

Así que el político pasa las 24 horas sucesivas paseando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. Una vez terminado el segundo día, San Pedro va a buscarlo.

– Ya has pasado un día en el infierno y otro en el paraíso. Ahora debes elegir -le indica San Pedro-.

El político reflexiona un momento y responde:

– Bueno, el paraíso ha sido precioso, pero creo que voy a escoger el infierno.

Sin más dilación, San Pedro lo acompaña hasta el ascensor y otra vez baja, baja y baja hasta el infierno. Cuando las puertas del ascensor se abren, se encuentra en medio de una tierra desierta cubierta de mierda y desperdicios. Ve a todos sus amigos vestidos con harapos, recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras. El Diablo lo alcanza y le pone un brazo en el cuello.

– No entiendo -balbucea el político-. Ayer estuve aquí y había lindas mujeres, un campo de golf y un club, y comimos langosta y caviar, y bailamos y nos divertimos mucho… y… y… ahora todo lo que hay es un terreno desértico lleno de porquerías… ¡y mis amigos parecen unos miserables!

El diablo lo mira, sonríe y dice:

Ayer estábamos en campaña; hoy, ya has votado por nosotros.

Sobre el cambio de hora

Además está […] el tener que meter un programilla que lo tenga en cuenta en el mismo ordenador y que está preguntándose todo el puto año si ese momento ha llegado para hacer el cambio (seguro que en Windows se lo pregunta cada milisegundo consumiendo el 80% de los rescursos…).

(Javier Armentia, astrofísico, contra el cambio de hora por enésima vez)