Trabajar 13 horas al día

No tengo mucha idea de economía. Lo sé, lo reconozco. Quizás alguien que la tenga se me echará al cuello, alegando mil incorrecciones y detalles a precisar. Sin embargo, sí creo haber entendido la visión simplista de la historia y creo que es precisamente renunciando a los detalles como el absurdo de este sistema queda más claramente al descubierto. Os presento por ello la historia del capitalismo en forma de cuento, a ver en qué puntos podemos coincidir.

Un costurero tiene una tienda con 10 trabajadores a su cargo. Su negocio, puramente artesanal, produce 100 camisas y cada costurero trabaja… pongamos 8 horas al día. El trabajo es difícil, la producción pequeña y el género caro, con lo cual es díficil que la tienda prospere. Pero llega un maravilloso invento llamado máquina de coser que facilita mucho las cosas. El costurero es capaz de producir muchas más camisas, pongamos 200, mucho más fácilmente. En un principio esto parece redundar en beneficio de todos (cómo no): las camisas tienen un precio asequible, se venden bien, los trabajadores ganan más que antes. Pero ante la mejoría exponencial de las nuevas tecnologías el empresario se encuentra produciendo 1000 camisas que ya no puede vender tan fácilmente y teme que los stocks de mercancía provoquen el derrumbe de su precio.

Ante este problema tiene varias posibles soluciones:

  1. Trabajar la mitad, reducir la jornada laboral de sus trabajadores, dedicarse a regar su jardín y mantener un nivel de vida aceptable.
  2. Despedir a la mitad de los trabajadores aumentando así sus beneficios y, simultáneamente, fomentar el consumo de sus producto mediante campañas de publicidad y valores «ficticios» que evitan que el precio de sus camisas se derrumbe (la marca, la moda, lo nuevo, la imagen… en el capitalismo de consumo).

Muahahaha. La avaricia humana no conoce límites, todos sabemos que cualquier empresario competente eligiría la segunda opción. He aquí el nacimiento del paro y de la «optimización» de la producción que resulta en la acumulación de la riqueza en manos de cada vez menos gente. Que haya paro significa que hay un exceso de mano de obra. Ley de la oferta y la demanda. El empresario sabe que puede hacer que el trabajador se emplee más horas (es más barato un trabajador empleado durante 16 horas, que dos durante 8 horas) y cobre menos, temeroso de perder su empleo. Además, a estas alturas, se trata de un trabador en serie, alienado, que realiza labores sencillas en una cadena, por tanto es perfectamente sustituible.

En una situación así, la mano de obra es tratada como una mercancía más del sistema de producción. De ahí los abusos a los que se sometía al proletariado durante el capitalismo de producción más agresivo. Pero aquello por suerte, no podía durar y pronto surgió la unión de los trabajadores, la lucha por sus derechos, la conciencia de una nueva clase social: el proletariado. Sólo unido podía tener alguna fuerza frente al empresario, que de hecho necesita trabajadores. Cuando éstos se negaron a competir entre sí, cuando supieron ver que formaban un colectivo, que debían apoyarse y luchar por sus compañeros para luchar por sí mismos, pudieron alcanzar muchos de los derechos laborales que aún disfrutamos hoy.

Por ahora: Leo espantada que los ministros de Trabajo de la UE han llegado a un acuerdo para que cada Estado miembro pueda modificar su legislación y elevar la semana laboral vigente de 48 horas hasta 60 horas o incluso 65 en determinados casos. ¡Trece horas trabajando de lunes a viernes! Un derecho conquistado hace 91 años, gracias a la Organización Internacional del Trabajo, se tira a la basura sin que medie debate político, sin que nada tengamos que decir desde aquí abajo. La noticia en EL MUNDO, parece intentar ser tranquilizadora:

«No obstante, se contemplan una serie de salvaguardas para garantizar que los trabajadores aceptan el ‘opt-out’ voluntariamente y no forzados por temor al despido. El empresario deberá obtener un consentimiento por escrito del trabajador para trabajar más de 48 horas. La validez del consentimiento no podrá ser superior a un año y será renovable».

¡Y qué! Un papel firmado, ¿qué tipo de garantía es esa? Hace 100 años sabíamos que un trabajador individualmente carece de ninguna voz, ninguna fuerza, ¿acaso ya se nos ha olvidado? Y no sólo eso: es que incluso en el caso de que un trabajador quisiera extender su jornada laboral ad infinitum y renunciar a todos sus derechos laborales, la ley debe estar ahí para impedírselo, pues una actitud como esa perjudicaría al resto de los trabajadores, forzándoles a renunciar a sus derechos ante la presión de la posible competencia.

El PSOE se opone a esta medida, claro ¡faltaría más! Si de socialistas aún les queda por lo menos la vergüenza, deberían estar subiéndose por las paredes. Por eso tampoco entiendo su actitud de abstenerse en una votación en la que deberían haberse posicionado claramente en contra, tras cortarle la mano al que dispone semejante urna. Pero el PSOE responde tibiamente (palabra espantosa donde las haya) y en casa cambiamos de canal el televisor. Hoy parece que ni algo así nos asusta, no creemos que tenga que ver con nosotros, total qué le vamos a hacer ¿no?. Y quizás sea porque, ¿será cierto?, los ideales han muerto del todo, ya sólo quedan individuos. ¿Será cierto?, ya nadie cree que podamos cambiar el mundo. Y ése es precisamente el único motivo de que no podamos mejorarlo.

13 comentarios sobre “Trabajar 13 horas al día

  1. Y habemos zonzos que de 10 horas diarias no bajamos.

    Igual nos convendría que se nos reconozca las horas que trabajamos realmente y no que se esconda el patrón detrás de algo que debería ser un beneficio. Y se haga pato con las emás horas por que somos «personal de confianza» (no sindicalizados)

    Pero tienes la razón. Aguas con dejar que los partones tengan la voz cantante en el asunto. ¿Cómo les va con el paro de transportistas?

  2. La mano de obra no se trata com una mercancía más, en el actual sistema, por desgracia ES una mercancía, una variable más del sistema que se intenta optimizar y abaratar. Y sobre el miedo al despido, éso pasó a la historia, en un mundo donde aún con carrera los contratos son temporales, de prestación,fin de obra(hay que ver cuantos nombres para definir el color de la misma mierda), hoy en día, el miedo no es al despido, es a no tener un trabajo, lo que flexibiliza las condiciones de contratación a unos mínimos a mi entender, inaceptables…pero ¿qué hacemos? Hoy en día el patrón no tiene cara, las transnaccionales son demasiado altas, y sus cabezas están demasiado arriba como para siquiera atsbarlas en la lejanía, hoy no existe una cabeza a quién acusar, es nuestra matrix particular, una complicada red de la que sólo vemos lo que quieren que veamos.
    Perdón por el ladrillo

  3. Mal que nos pese, el mundo está así y seguramente cada vez vaya a peor.

    De todas formas lo que a mi me parece un atraso en lo laboral no es que la jornada sea de x o de y horas, sino que en los puestos en los que no se requiere presencia física, no se haya avanzado hacia salarios con respecto a la productividad. Así que la gente sigue teniendo interminables jornadas laborales de las cuales se intenta escabullir constantemente.

    Evidentemente esto no es aplicable en puestos de atención al público o transportistas, pero en otros muchos si, y algo mejor nos iría…

  4. Tardarán un poco, seguirán otro camino, pero en un momento determinado, en el Este sucederán las mismas cosas que sucedieron en Occidente. Todo va girando.

    «Ya nadie cree que podamos cambiar el mundo. Y ése es precisamente el único motivo de que no podamos mejorarlo.» Se dice en este post.

    Nadie en el primer mundo lo cree porque, hasta ahora el índice de paro ha sido más o menos tolerable y cualquiera ha podido viajar en los últimos años en avión a un precio ridículo. La desaparición del concepto de ciudadano a manos del de consumidor (¡los derechos del consumidor!) han provocado un estado de letargo absoluto ¿Alguien entiende qué dicen los líderes sindicales? O mejor ¿Alguien los oye? La conciencia social se adelgaza a la misma velocidad que los televisores de plasma.

    Mientras tanto, inocentes o inconscientes, hacemos chistes con nuestros logros y nuestros logos. Véase la muestra:

    http://swissmiss.typepad.com/weblog/2008/06/i-love-new-work.html

    Saludos.

  5. ¿Y me podéis decir cuándo han sido los tiempos en los que los trabajadores vivían tan fabulosamente, en comparación con ahora?
    La historieta de la entrada de hoy no tiene ni pies ni cabeza. Siento no tener tiempo ahora para hacer las precisiones necesarias. A ver si esta tarde puedo.

    Pero, para hacerse una idea: el nivel de vida de una sociedad depende de cuántos bienes y servicios de cada clase es capaz de producir; si diez millones de personas trabajando 12 horas al día producen X cosas en total, podrán disfrutar de X cosas (también pueden intercambiar con otros países, pero el intercambio es por un valor equivalente); si una mejora tecnológica hace que, trabajando las mismas horas, se produzca 3X, pues se habrá triplicado la renta del país. En este caso, la sociedad tiene la opción de trabajar menos (pongamos, 8 horas), y tener una renta de 2X, o seguir trabjando 12 horas, y ganar 3X. A lo largo de los últimos 5 años, se ha seguido la primera opción (lo que me parece bien; pero es una opción).

    Lo que es absurdo es pensar que una mejora tecnológica o un aumento de las horas de trabajo puede REDUCIR el bienestar económico de un país. La cuestión es mediante qué mecanismo REPARTIR el incremento de producción.

  6. No había comentado en esta entrada porque quería (y quiero) leerla con detenimiento. Pero el último comentario ha saltado de la pantalla y me ha pegado una bofetada: de modo que «es absurdo pensar que un aumento de las horas de trabajo puede reducir el bienestar… económico«. Ehm… el dinero no da la felicidad, ¿no? Vamos, que, si no los puedo disfrutar, no sé para qué me sirve tener muchos duros (aparte de para ser el más rico del cementerio).

    Volveré… :D

  7. a EC-JPR:

    Lo primero que sabe un economista es que la felicidad no la da el dinero, sino las cosas que te compras con él.
    El bienestar ECONÓMICO es la forma de medir el conjunto de bienes y servicios finales que produce una sociedad (es decir, la suma del valor de todos los bienes y servicios, menos el valor de aquellos que han sido empleados en la producción de otros -o sea, el valor de los productos intermedios). Cuál sea la naturaleza de esos bienes y servicios finales (p.ej., si son bienes públicos o privados, de alta cultura o chorradas), y sobre todo, cuál sea la naturaleza de la «sensación de bienestar» que le producen a la gente, es algo sobre lo que la ciencia económica ni entra ni sale: simplemente, la gente sabrá qué cosas son las que quiere. Lo único que intenta medir la economía (sin que se pueda hacer con la precisión con que se mide la velocidad del sonido, claro) es cuál es el VALOR que la gente da a esos bienes, y la única forma factible de medir ese valor es viendo cuánto está la gente dispuesta a gastar para adquirirlos (ya sea en el mercado, o a través de los impuestos).

    «Económico» no es igual a «materialmente y egoistamente monetario». «Económico» significa «que hay que esforzarse (o dar algo a cambio) para conseguirlo». Lo contrario de «económico» no es «espiritual», sino «inevitablemente gratuito».

  8. ¡Bien Jesús, la tercera frase llevaba tu nombre!

    Mh… no digo que los trabajadores vivieran mejor antes, claro. Supongo que el parón que he hecho en las 200 camisas no tiene mucho sentido. Digo que, llegado un momento en que no era posible vender todo lo que se fabricaba, se optó por seguir produciendo al mismo ritmo y despedir a gente. Las crisis cíclicas del capitalismo si no me equivoco. Ciertamente eso sucedía en el liberalismo más… radical. Ahora por suerte hay derechos laborales y medidas estatales estupendas para controlar un poco al bicho.

    Como bien dices, el problema se centra en cómo repartir la riqueza. Pero dado que los recursos de este planeta (las materias primas, vamos) no son ilimitados y somos muuuuuuucha gente, parece absurdo que la jornada laboral se amplíe en lugar de reducirse cada vez más. Claro, hablo con la cabeza en global, no sólo me centro en los países desarrollados. Para que todos podamos participar, algunos deberíamos dejar de participar tanto.

    Lo que en cualquier caso es tremendo es renunciar en este momento a derechos sociales conquistados hace un siglo. En realidad, supongo que me asusta precisamente la idea de que ahora la gente no se va a movilizar para reconquistarlos.

  9. Joé, para esta noche voy a tener un buen taco de lectura :) Por mi parte, os pongo una noticia que acabo de leer en DiarioMédico. No he contrastado nada, pero el último párrafo me parece la leche.

  10. El tema es complejo, incluso hasta para discutir sobre él, engloba consideraciones personales, sociales, económicas(en el más amplio sentido de la palabra) e incluso por qué no románticas o espirituales…pero aún así lo único claro aquí es que aunque a nivel macroeconómico 2+2 sean 4 y 4 X 2 sean 8, resulta que a nivel de bienestar eso no se puede medir de esa manera(ni asignando otros valores o ponderando tampoco), y currar más no significará más bienestar ni currar menos , menos.(es más todos seríamos más felices sin tener que currar para vivir= utopía)
    Trabajo en el sector de la automoción y te puedo asegurar que los números bailan siempre la música del que manda
    Seamos felices, es lo que nos queda, y reivindicativos también, pero felices

  11. Qué fuerte la noticia del link, ECJPR, ¡descontar el tiempo de las guardias! qué pasa, que se supone que las tenéis que hacer por amor al arte ¿no?

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