Lo que sucede aquí en Navarra no pasa en ninguna parte: ni en Cataluña, ni en el País Vasco y ni siquiera en Galicia, donde gobierna desde siempre el PP (salvo la pasada legislatura). Es algo singular e ilógico. Seguro que si nos contaran algo así de una región remota, no nos lo creeríamos. Los que lo vivimos día a día, estamos casi hasta acostumbrados, pero me da la sensación que desde fuera no se entiende muy bien, o no se ve en toda su magnitud.
El pasado fin de semana estuvimos Almudena y yo echando unas cañas y, cuando nos despedíamos de amigos y conocidos, a Almudena se le ocurrió decir «agur», a lo que un impresentable que por allí pastaba espetó: «A mí tú no me dices «agur», a mí me dices «adiós»». Ella se volvió, pero yo me la llevé del brazo porque lo conozco, a él y a los de su calaña, y sé que no merece la pena ni intentar cruzar dos palabras. Para qué. ¿Que berrea? Pos fueno, pos fale, dos problemas tiene: enfadarse y desenfadarse.
A ella le hacía gracia que hubiera un imbécil así. Ya. A mí también me haría gracia si sólo fuera un imbécil. Pero es que no es uno: son miles. Y unos cuantos de esos, resulta que llegan al poder y te gobiernan. Y en lugar de escuchar a un imbécil por la calle, empiezas a ver «detallitos» a diario que ya no hacen ni puta gracia: que si quítame unos carteles de por aquí, que si deja de meter dinero por allá, que si ahora prohibimos que un señor carbonero salga a la calle…
Lo último lo podéis leer en Diario de Noticias y también lo recoge El Pez:
El Ayuntamiento censura a ‘Gara’ y ‘Berria’ en las ocho bibliotecas públicas
Los bibliotecarios han elaborado un manifiesto de apoyo a la libertad, que están divulgando a nivel nacional.De igual manera que sucedió en Barañáin a principios de febrero, esta vez en Pamplona el gobierno de UPN ha censurado la compra de los diarios Gara y Berria en las bibliotecas públicas. La concejala de Cultura, Paz Prieto, ordenó el pasado viernes mediante un comunicado escrito la suspensión de la compra en todas las bibliotecas públicas de la ciudad de los diarios Gara y Berria , así como otros regionales de otras comunidades autónomas, a partir de el lunes día 2. El comunicado de la concejalía explica que el recorte «responde a un el fin de homogeneizar criterios en todas las bibliotecas municipales en relación a la adquisición de prensa diaria. Las compras se concretarán en los dos diarios locales y regionales, Diario de Noticias y Diario de Navarra y, de ámbito nacional, El País y El Mundo».
Los trabajadores de los ocho centros afectados (San Francisco, Milagrosa, Etxabakoitz, San Pedro, San Jorge, Yamaguchi, Iturrama y Chantrea) han acatado esta orden a pesar de no estar ninguno de acuerdo con la medida. Los bibliotecarios se reunieron el jueves con la Asociación Navarra de Bibliotecarios (Asnabi) y redactaron una carta de protesta en la que definen esta actuación como «un acto de nepotismo que con su exclusivo criterio, impone que el resto no tenga cabida; una injerencia profesional que obvia el criterio de los bibliotecarios y usuarios; y una censura en toda regla ya no sólo por exclusión sino por reducción de la oferta y de las ideas. No impongan su criterio porque a quien le cierran la puerta es a la libertad y al conocimiento».
Esta carta se suma al manifiesto Por una biblioteca pública para todos, cuando todos somos todos que elaboraron después de la censura en Barañáin. El manifiesto ha sido enviado a la prensa nacional, así como a diversos colectivos culturales con el fin de que se conozca la situación y de que, a modo particular, cada uno muestre su apoyo a la causa mediante el envío de un correo electrónico con el nombre, apellidos, DNI y profesión a: bibliyam@cfnavarra.es. «La gente debería de involucrarse porque estamos ante un caso claro de censura ideológica y política, la biblioteca no es el Ayuntamiento, es un lugar para todos», afirmó Iñaki Suso, secretario de Asnabi.
Desde el colectivo de bibliotecarios denuncian que se han ignorado las 167 firmas de profesionales que se entregaron en el registro del Departamento de Cultura, en contra de la actuación en Barañáin y han declinado la opción de recurrir esta decisión de la concejalía de Cultura al Servicio de Bibliotecas por considerarlo «inútil», ya que en la anterior ocasión dio la razón al concejal de Barañáin alegando que los contenidos que haya en la biblioteca «son de competencia municipal, porque es el Ayuntamiento quien los costea».
Los bibliotecarios estamos alarmados. Los ciudadanos, por supuesto, también lo estamos. La alarma ha saltado cuando de la biblioteca pública han desaparecido dos de los periódicos que acostumbraban a compartir espacio con el resto. El motivo de su desaparición ha sido que un ciudadano (en su calidad de concejal), al que esos periódicos no le acababan de gustar, lo ha decidido así. También que otro ciudadano (en su calidad de Jefe del Servicio de Bibliotecas), por motivos desconocidos, lo ha decidido así. (…) Las bibliotecas públicas están hechas de un tejido inusual, un tejido no comercializable, no ideológico, un tejido que se expande, un tejido no censor. Ahí radica su grandeza, en su permeabilidad y su infinita capacidad. (…). La biblioteca pública es uno de los enclaves básicos de la cultura. Y la cultura, la civilización, no es sino esto: que se crucen y saluden en la entrada de la biblioteca el que porta un disco de Salieri y el que va en busca de otro de Mozart. La cultura es que todo, todas, todos, tengamos cabida en la biblioteca pública. (…). Si un libro, una revista, un periódico o un papel no es bienvenido en las bibliotecas públicas, significará que un lector (o muchos) no son bienvenidos en la biblioteca. (…). Es como si ponemos entre comillas (y no subrayado, como debiera) el «pública» de la biblioteca pública. Los que suscribimos este manifiesto sentimos que haya llegado este triste momento en que este manifiesto se ha tenido que idear, y firmar.
Cambia el orden de los factores y no altera el producto.
«A Almudena se le ocurrió decir «agur», a lo que un impresentable que por allí pastaba espetó: «A mí tú no me dices “agur”, a mí me dices “adiós”».»
Que facha hijo de puta.
«A Almudena se le ocurrió decir «adios», a lo que un impresentable que por allí pastaba espetó: «A mí tú no me dices “adios”, a mí me dices “agur”»»
Que etarra hijo de puta.
El producto es un hijo de puta.
Sólo que no fue eso lo que pasó. No sé adónde quieres ir a parar. ¿Acaso lo estás justificando?
Hombre, hay que reconocer que, visto desde fuera, la introducción del euskera en Navarra parece un tanto artificial; más una maniobra política «top-down» que una reclamación popular. Como si se empeñaran en que los asturianos hablaran gallego, vamos.
Matizo, antes de tener otro malentendido con Almudena: Considero perfectamente normal que haya quien quiera defenderse de esta invasión cultural. Otra cosa es que el chaval en cuestión era, probablemente, un fachita exaltado.
¡Agur!
@Axil: ¿Artificial? ¿Invasión cultural de quién? ¿Ves? A eso me refiero con que desde fuera no se entiende, o no se ve, o qué sé yo. En Navarra hablan euskera 100.000 personas, pero es que somos 500.000 en toda la Comunidad. ¿Qué más quieres para apoyar una lengua? Que no hablo de «introducción», ni siquiera de «potenciarla», hablo de mantenerla y no hacer una política para que se extinga, que es lo que quiere UPN.
Vaya por delante que yo no sé euskera, aunque me hubiera gustado haber aprendido.
@Asturcón: Un etarra es un fascista. El producto es igual, porque esencialmente son lo mismo: Nacionalismo extremo, intolerancia, exclusión del maketo (judío, extranjero…), estar dispuesto a matar a gente por su patria o por su pueblo (véase raza aria)…
@Axil: Yo no sé hasta qué punto está reprimido o impuesto el euskera en Euskadi. El otro día, discutiendo con los padres de Iñaki llegamos a una conclusión que me parece innegable. Debe existir tanta oferta y protección de un idioma desde las organizaciones competentes (ministerio de educación, cultura, asociaciones culturales…) como demanda haya del mismo. Según me dijeron ellos, existen menos colegios para aprender euskera que los solicitados en Navarra. Por otra parte, comprar un periódico para una Biblioteca no creo que suponga una gran inversión. Hablo sin datos de primera mano, pero no veo mucho posible debate en torno a esto: la medida justa me parece la que ya he expuesto.
Vaya por delante que de nacionalista no tengo un pelo, más bien todo lo contrario. Como buena nostálgica de Marx, soy internacionalista. Priman las clases a los pueblos o las razas. ¿O cómo si no crees que Obama es presidente? Tendrá la piel oscura, pero no es «negro», como los negros que atemorizan a los ciudadanos estadounidenses y llenan sus cárceles.
En cualquier caso, el imbécil aquel se picó porque era imbécil, no porque yo estuviera invadiendo su cultura. ¡Manda huevos! ¡¡Si yo soy de Madrid!! Tengo tantas ganas de imponerle el euskera como de evangelizarlo… Ese tío no se hubiese escandalizado si yo le hubiese dicho «ciao», o «bye bye», o «au-revoir»: su problema no era que no me entendiese o que yo no usase su idioma. Su problema es que él era el nacionalista, solo que español y como tal veía en el idioma un símbolo que lo atacaba directamente. Pero era él el que luchaba contra lo vasco, no yo quien lo atacaba. La pelea estaba en su cabeza, porque era un fascista igual que lo sería un etarra que me mirase con malos ojos por no dirigirme a él en euskera. El hecho es que a mí los pueblos me la sudan, no creo en ellos (suelo decir agur casi por estética, justo después de decir dabuten), no fui yo quien generó la tensión.
@Iñaki.
Lo de no comprar el Gara ¿será por una cuestión lingüística o ideológica?
Iñaki, no lo justifico, creo que queda bien claro que el producto es un hijo de puta… en ambos casos y que sucede en, digamos, ambos «bandos».
Yo creo en el respeto y cuidado de una cultura, lengua y constumbres pero no en la imposición de ellas (Tanto el castellano como el Euskera). Pero hay un pequeño hilo que lsepara ambas actitudes y por tanto hay que saber lidiar muy bien con la situación.
Si nos ponemos egoistas, cabezones, extremistas, insolidarios, y sobre todo orgullosos (en el mal aspecto), no llegaremos a ningun punto en común y por lo tanto, seguirá habiendo desconformidades y malas contestaciones en este caso particular.
Un saludo Iñaki.
De acuerdo 100% con Almudena.
Antes de nada, disculpas por mantener «viva» una entrada que va distando de ser la última.
@Iñaki: Hace 20, 50 o 100 años ¿qué porcentaje de población de Navarra hablaba vasco? (no es una pregunta retórica, es que realmente no lo sé; y es un dato sin duda relevante)
@Almudena: El problema está en que, efectivamente, hay dos bandos. Nadie se escandalizaría si en las bibliotecas públicas de León se comprara o dejara de comprar La voz de Galicia. Pero en el caso del Gara y Navarra, es un enfrentamiento político: hay unos que querrían imponer que estuviera (y en lugar destacado) y otros que querrían anatematizarlo para siempre.
Y, sinceramente, no creo que, hoy en día, el bando nacionalista «pequeñito» sea una parte débil a defender ante el bando nacionalista «grande». Me atrevería a decir que el bando oprimido en Euskadi, en Cataluña o en Valencia es, hoy en día, el no nacionalista. En Galicia o en Navarra aún no, pero tiempo al tiempo.
Mira que me gusta polemizar, teniendo en cuenta además que soy de esa misma escuela internacionalista. Creo que se debe a que en su momento trabajé en Barcelona, y los chavales más jóvenes, los que se criaron viendo la excelente y carísima programación en catalán de TV3 y canal33, eran prácticamente incapaces de expresarse en castellano, hasta el punto de que sus jefes de cuadrilla tenían que apoyarles cuando hablaban conmigo.
@Axil: El euskera nació en lo que hoy se conoce como Navarra y antiguamente era el Reino de Navarra. No te digo más.
Che, boludo, con eso no me respondés. Que también el reino de Aragón abarcó las Sicilias, y de la sangre y dedos de su rey nació la senyera. Y ahora me decís a un maño que parle en catalufo, y ya verés la que os montá. Que también podés remontar el castellano a los montes astures, y ahora están habitados por quien reclama la fabla… este, perdón el bable, como hecho diferencial. ¡Que hay que refocilarse, si don Pelayo levantara la testa…!
¿Y entonces por qué quieres remitirte 100 años atrás y no te interesa un dato actual? Consideras que el apoyo al euskera desde la democracia ha distorsionado más la realidad lingüística de estas comunidades que la dictadura de Franco o… el reinado de los Reyes Católicos? El argumento historicista no me vale. Legislemos para la cultura que tiene en cada momento la región que sea y no para la cultura que según su historia debería tener.
Lo de los dos bandos… en fin. Al menos hay tres: 1 nacionalistas españoles, 2 nacionalistas vascos etc. y 3 los que pensamos que todo esto son cuestiones secundarias sobre las que se lían demasiados pollos. Un idioma es un idioma, una herramienta para comunicarse. Mi sangre, mi etnia, mi «destino» nacional, son símbolos románticos con los que de forma irracional mucha gente se siente identificada. Pero no sé si deberían tener más importancia que ser del Barça o del Madrid.
Por otra parte… la medida a mí me sigue pareciendo la misma. ¿Cuántos contribuyentes hay en Navarra que quieran leer su periódico en euskera? Ese es el justo porcentaje que debe invertirse en periódicos en esta lengua.
Pero vamos. Lo mismo es aplicable a otras cuestiones. ¿Cuántos contribuyentes quieren una extensa oferta cultural sobre… teatro renacentista? Pues si es de interés público, que se invierta en ello. A lo mejor así acabábamos con burbujas como la del arte contemporáneo.
@Axil: No seas vago, macho, que Google lo tenemos todos a dos clics:
Pero vaya, como dice Almudena, me parece irrelevante. La cosa es que la quinta parte de la población Navarra HOY habla euskera. Y aún hay más:
¿Qué más quieres, quieres más? —que decía el poeta.
¿Ves? Ese si es un buen dato para defender la presencia del euskera en Navarra (sí, el historicista)
De hecho, yo diría que mucho más relevante que lo que haya hoy mismo; porque lo que pueda haber hoy son los hechos consumados, producto de una política reciente; y aceptarlos como base sería exactamente lo mismo que haber aceptado sin más la situación de 1976.
Eso es precisamente lo que quiero decir. Cada situación momentánea son los hechos consumados de la política o la historia anterior. No existe ningún momento «natural». La cultura no es nunca natural, ni va inscrita en el ADN de la etnia de turno. Ni siquiera estoy segura de que a estas alturas podamos hablar de etnias y menos dado el conglomerado cultural que es España.
Por eso es imposible y absurdo tratar de analizar qué «debería» hablar la gente de acuerdo con su historia, su origen o lo que sea. Resulta mucho más rentable preguntar qué cultura QUIERE tener esa misma gente.
Por ese mismo motivo, en las escuelas hoy estudiamos inglés. Está claro que no nos corresponde por historia. Pero es una parte de la cultura actual (dominada por el mundo anglosajón) que se supone que la mayoría de la gente queremos tener. La cultura se elige. Y los bilbaínos nacemos donde nos sale de los cojones.
Planteo la hipótesis de que el 100% de los vascos quisiese olvidar el euskera y pasarse al finlandés. ¿Quién eres tú o el gobierno de turno para explicarles que tienen el RH de Sabino Arana y deben dedicarse a partir troncos con el canto de la mano? ¿No elegimos también libremente ver películas estadounidense? ¿No es eso también nuestra cultura, el modo en que queremos pertenecer al grupo que queremos pertenecer? ¿No eliges también tus grupos de música, tus camisetas, tus pósters? ¿O deberíamos lucir la boina de la historia de nuestra aldea?
Uhmmm… pues no sé yo hasta qué punto los hechos consumados son una justificación que defender. ¿Lo eran en la Polonia de 1943, por ejemplo?
Si hubiera unidad… 100% no habría problema. Pero no la hay.
El problema de Navarra, desde mi humilde e ignorante punto de vista, y con palabras bien claras es que no sabe a que juega. Pueden descalificarme diciendo que soy de fuera y que no conozco la situación, pueden.
Tengo amistades politicamente distintas que residen en vuestra región, de las cuales saco mi punto de vista erroneo o no.
Mis conclusiones… a grandes rasgos… son que en Navarra existen dos tipos de personas, mejor dicho, dos bandos «mayoritarios» luego estás tu, Almudena, y unos pocos mas con unas ideas intermedias.
Los bandos, los denomino asi. Bando limitrofe con el País Vasco, y bando limitrofe con Aragón.
A grandes rasgos lo resumiría asi. O así es como lo veo yo, desde fuera. Cada uno, con unos intereses bien definidos, contrarios y chocantes entre ellos.
Si me quieren añadir algo…
Si preguntases en Polonia después de la II Guerra Mundial, verías a un pueblo deseoso de recuperar su cultura anterior a la misma. Si hubiesen vencido los nazis, 50 años más tarde a lo mejor ya hubiesen preferido quedarse con el alemán.
Si preguntases a los íberos qué querían hablar nada más ser conquistados por los romanos, seguramente lo del latín les daría por culo. Si les preguntases a los habitantes de Hispania 3 siglos más tarde, a lo mejor le verían sus ventajas. Nuestra cultura es producto de esos hechos consumados. Precisamente para evitar imposiciones arbitrarias como nos lo parecen aquellas de las que hablamos ahora (el imperialismo nazi, la dictadura franquista… ¿la romanización o imposición cultural romana?), habría que tener en cuenta qué es la gente, qué quiere ser la gente, antes de decidir por ellos lo que se supone que deben ser.
Incluso si en Navarra no se hablase Euskera, pero se quisiese hablar, sería razón suficiente para enseñarlo en las escuelas, al menos en ciertas escuelas. Debería existir una oferta suficiente.
Acabo de releer y repensar lo que ha dicho Asturcón:
«Si hubiera unidad… 100% no habría problema. Pero no la hay.»
Cierto, pero el problema no es que no haya unidad 100%, el problema es que cuando un partido político llega al poder, legisla sólo para sus votantes como si hubiese unidad 100%. No dice: el 50% habla Euskera, el otro 50% castellano. Si UPN tiene un 30% de votos de gente que quiere aprender castellano y gana unas elecciones, el 100% de la enseñanza se impartirá así. Y lo mismo pasa en Euskadi con el PNV y ciertas políticas culturales.
Amén a ese último comentario, Almudena.
#13:
El 70% de la prensa que se compra en Navarra es Diario de Navarra: basta con acercarse al kiosko de turno cualquier día a las ocho de la mañana. En segundo lugar está Diario de Noticias, y en tercero, ocupando un nicho marginal, están Marca, El País, Gara, Berria y similares.
#14:
Estooo… Iñaki, me parece que me estás mezclando las churras con las merinas. ¿No crees que es un poco osado afirmar que el 20% de la población navarra habla euskera? Obviamente, esto depende de zonas: ¿cuánta gente de tu pueblo entiende euskera? ¿Qué porcentaje de población vive en las zonas vascoparlantes? ¿Cuántos hay que estudien en ikastolas modelo D? Y, de estos, ¿cuántos usan el euskera en su vida cotidiana?
#20:
Es que no es 50-50 ni de coña, esa es la cuestión. Que se pretende exhibir como normal algo que no lo es.
Por otra parte, respecto a los periódicos referenciados, no sé qué pasa con Berria, pero creo Iñaki que Gara ha aparecido más de una y más de dos veces en los medios de comunicación, por méritos propios. Que, como diría Terol, a mí, ni me va ni me viene, pero poooor comentarloooo.
Ups, me he dejado las comas en el vocativo:
…creo, Iñaki, que Gara…
Sacado de aquí.
Hombre, el dato que arroja EC-JPR es interesante… hablando Euskera o sin hablar Euskera, quizás la línea editorial de Gara y Berria no interesa a un porcentaje significativo de la población como para comprarlo. Pero, pregunto: si parece que está a la par que El País en número de lectores, ¿esas mismas bibliotecas han dejado de comprar el periódico nacional? ¿Realmente eran justo los periódicos menos leídos de los ofertados? ¿El recorte era necesario/ proporcional/ adecuado?