Explicación de la paradoja de Ellsberg

El otro día publicábamos el enunciado de la Paradoja de Ellsberg, además de una encuesta para tantear qué opciones preferís (pinchad sobre el enlace anterior para recordar el enunciado). Cuando yo la leí me pareció bastante trivial, pero, cuando te pones a analizarla, te das cuenta de que tiene más miga de lo que pueda parecer en un primer momento. A continuación vamos a explicar en qué radica la paradoja.

Como era de esperar, la mayoría de vosotros —como yo, y como la mayor parte de la gente— ha «caído» en ella. Pongo «caer» entre comillas porque cuando te lo explican sigues queriendo esa opción. ¿Por qué? La razón es que rechazamos la incertidumbre y preferimos tomar riesgos conocidos: tener la situación controlada. Por eso escogemos las opciones A (sabemos que jugamos con 1/3 de probabilidad de ganar) y D (sabemos que jugamos con 2/3 de probabilidad de ganar). Sea cual sea la proporción de bolas amarillas y negras, nuestra probabilidad en ambos casos es inamovible. ¿Dónde está la paradoja? Para verlo hay que tomar otra referencia: fijaos en que escoger la opción A es como apostar a que hay más bolas negras que amarillas; sin embargo, escoger la D es como apostar a que hay más amarillas que negras. Visto así, son opciones contradictorias, porque las bolas son las mismas.

Jugar con este último punto de vista sería como tirar una moneda al aire, si sale cara apuesto a que hay más amarillas (y en consecuencia escojo las opciones B y D) y si sale cruz apuesto a que hay más negras (escojo las opciones A y C). Esta no es una manera muy inteligente de jugar, en mi opinión, porque si tienes suerte y aciertas en la elección juegas con una probabilidad media-alta, pero si no la tienes juegas con una probabilidad pequeña en ambos casos.

En cambio, cayendo en la paradoja (escogiendo A y D, o bien B y C), nos aseguramos de que al menos una de las apuestas será sobre probabilidad media-alta.

A y D sirven, como hemos comentado, para ir a asegurar y desechar la incertidumbre. B y C también son opciones muy interesantes que nos pueden dar probabilidades muy altas con un poco de suerte, sin embargo, sólo cuatro personas las hemos escogido. Conviene que cojáis un lápiz y un papel y penséis sobre esto último.

4 comentarios sobre “Explicación de la paradoja de Ellsberg

  1. Creo que hay un pequeño error en la explicacion.
    la opcion A es como decir que hay mas bolas ROJAS que amarillas y la opcion D es como apostar que hay mas amarillas que ROJAS, no?

  2. Si te fijas, da exactamente lo mismo: si hay más rojas que amarillas, también habrá más negras que rojas. Y si hay menos rojas que amarillas, también habrá menos negras que rojas.

  3. De acuerdo en eso, pero en la segunda apuesta en realidad te da igual si hay mas amarillas que negras o al reves, lo que te importa es si hay mas amarillas o mas rojas, porque las negras las vas a tener igual en los dos sacos es decir, la segunda apuesta es:

    rojas+negras > amarillas+negras ??

    con lo que las bolas que realmente aportan la diferencia entre elegir una apuesta o la otra son las rojas o las amarillas, las negras en realidad no aportan nada a la decision

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