Avances en invisibilidad

Un grupo de investigadores de los departamentos de Física Aplicada y de Electromagnetismo y Física de la Materia de la Universidad de Granada, dirigido por los doctores Jorge Andrés Portí, Alfonso Salinas y Juan Antonio Morente y en colaboración con Bae-Ian Wu y Jin Au Kong, miembros del Research Laboratory of Electronics del Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha desarrollado una nueva técnica para el modelado de metamateriales que tendrían la propiedad de canalizar sin alterar las ondas electromagnéticas de una determinada franja del espectro electromagnético. Esto significa que resultarían absolutamente invisibles para un rango de frecuencias, lo que permitiría volver invisibles determinados objetos para los radares o para el ojo humano, por ejemplo. Este proyecto se encuadra dentro de la tesis doctoral de Cédric Blanchard, un investigador de la UGR que actualmente está completando su formación en Estados Unidos.

Esta tecnología se basa en un sistema de capas simulado mediante el método de Modelado por Líneas de Transmisión (TLM). Los métodos tradicionales se basan en la resolución del problema mediante un modelo ideal que después se trata de aproximar con elementos físicos reales. El TLM es un método numérico que trabaja a la inversa: primero se discretiza el espacio y el tiempo mediante celdas compuestas por líneas de transmisión, esto es, se crea un modelo aproximado de la realidad, para después resolverlo numéricamente de forma exacta, aprovechando la potencia de computación de los ordenadores actuales.

Este trabajo ha sido publicado recientemente en la revista científica internacional «Optics Express». Para más información:

(Gracias a Íñigo Fresán por pasarme la noticia)

Cacao mental

Eso es lo que traía mi madre esta tarde a casa: un cacao mental de órdago a pares. Y todo gracias a una feliz-en-su-ignorancia empleada de Ono de esas (y esos) que van de puerta en puerta para ofrecernos sus servicios —los de Ono, me refiero—. No sé qué requisitos se necesitarán para ese puesto de trabajo (como mínimo, labia), pero quiero pensar que estos vendedores de banda ancha no solo no son ingenieros de redes, sino que además no saben de qué demonios hablan. Y no os penséis que los estoy descalificando; al revés: quiero pensar esto porque lo contrario significaría que te mienten a sabiendas y en la cara. Así pues, supongo que la que nos quiere liar utilizando argucias falaces es la empresa a través de sus crédulos empleados.

La historia está en que mi madre estaba en casa de mis abuelos y ha llegado una empleada de Ono a ofrecerles la nueva oferta de Televisión + Llamadas + Internet a 6Mbps. Según mi madre, esta vendedora argumentaba que «»banda ancha» es distinto de «ADSL»»; que «Telefónica tiene ADSL, que funciona con repetidores y por eso la señal se pierde y nunca se alcanza la velocidad real que te venden», mientras que «Ono tiene «banda ancha» que te garantiza que los 6 megas son de verdad» (¡!).

Vamos a ver, señores, teniendo un producto mejor que el de la competencia —porque es cierto, la oferta es mejor y además sale más barata—, ¿por qué recurrir al engaño? ¿Qué necesidad hay?

Vamos a aclarar un par de cositas, empezando por dos definiciones simplonas y escuetas, pero suficientes para comprender de qué estamos hablando (para más información, buscad en Internet o invitadme a una cerveza):

  • Banda ancha es la transmisión de datos a través de un medio de manera que varias señales comparten dicho medio mediante técnicas de multiplexación con el objetivo de aumentar la velocidad de transmisión de manera notable.
  • ADSL es una tecnología de banda ancha, como otras muchas que existen. En concreto, ésta funciona sobre el par de cobre convencional de la línea telefónica.

Por lo tanto, no nos engañemos: tanto Telefónica como Ono ofrecen banda ancha. Lo que cambia es la tecnología. Telefónica utiliza el ADSL a través de la línea telefónica, mientras que Ono utiliza FTTx (la última sigla depende de hasta dónde llega la fibra) gracias a que montó su propia red de fibra óptica, lo cual tiene sus ventajas, obviamente.

El segundo argumento falaz es el de los repetidores. Todas las transmisiones digitales utilizan repetidores sea cual sea la tecnología que empleemos, porque todos los medios atenúan en mayor o menor medida la señal con la distancia, por lo que ésta debe ser regenerada cada cierto número de kilómetros. Con fibra óptica hacen falta menos repetidores que con el par de cobre para la misma distancia, sí, pero no deja de haber repetidores, y esto no es una razón de que Telefónica no nos ofrezca la velocidad real que nos vende. Las razón es que primero se implantó la red telefónica para comunicaciones analógicas y más tarde se aprovecharon estas instalaciones mediante diferentes cabriolas y saltos mortales con doble tirabuzón para hacer circular datos digitales. Por ello, la distancia a la central telefónica, el número de usuarios de dicha central, etc., son parámetros que nos limitan la velocidad real que se puede alcanzar. En cambio, la red de Ono fue diseñada para transportar datos digitales y ofrecer una calidad de servicio determinada, y además se hizo mediante fibra óptica, con lo cual mucho mejor.

Entonces, reitero, el producto es mejor —de hecho, seguramente nos cambiemos a Ono—. ¿Qué necesidad hay de engañar y de montar ese cacao mental al consumidor?

Otra oportunidad

Venga, el otro día ya me casqué la gracia y me quedé tranquilo. Ahora vamos a ponernos serios —más vale tarde que nunca— y vamos a hacer una recomendación. Siempre es importante hacer este tipo de cosas, sea el Día del Blog o no, porque los enlaces son la esencia y la grandeza de este mundillo —la blogosfera, como lo llaman—. Lo hacemos diariamente citando nuestras fuentes en cada anotación, pero siempre resulta más efectivo cuando tu blogger de confianza, ese que ocupa un lugar fijo en tu lector de feeds, realiza una anotación de éstas para acercarte nuevas bitácoras no menos interesantes. La interconexión hace que la información fluya más rápido y llegue a más personas.

Dicho esto, hago un inciso para agradecer a Maikelnai’s blog y a cgredan blog por mencionarnos el Día del Blog (blog, blog, blog, valga la redun-dun-dun-dancia). Nos sentimos muy halagados por ello.

Y por fin nuestra recomendación (hablo por mí y por Almudena, que fue quien me pasó el enlace). Digo recomendación porque sólo haremos una, pues allí tendréis largos ratos de lectura interesante. Se trata del blog que lleva por título Ni nuclear ni otras, gracias, y por subtítulo El crecimiento no es sostenible, que no se la den con queso. Como preliminar, antes de leer el blog, os recomiendo tres lecturas que también están enlazadas en el mismo:

De vuelta

Se acabaron las vacaciones. Toca ponerse a estudiar de nuevo con Septiembre ya a la vuelta de la esquina. Y a la pereza que da la frase anterior de por sí, hay que sumarle las dosis interneteras atrasadas que llevo arrastrando.

Una «rápida» limpieza de mi lector de feeds me ha mostrado que ¡el mundo no se ha parado durante nuestra ausencia! –qué desconsiderado…–, que hay muchas cosas interesantes que reseñar y poco tiempo para hacerlo. Por ello, he recopilado la siguiente lista de enlaces para mi vuestra comodidad con aquellas anotaciones que considero que no debéis perderos.

Sobre Internet:

  • Guía ilustrada sobre la vulnerabilidad DNS de Kaminsky. Aquí podemos encontrar una completísima explicación (en la lengua de Shakespeare) sobre el protocolo DNS y el grave fallo de seguridad que Dan Kaminsky encontró hace ya más de un mes.
  • Vuelta a empezar: el parche para DNS no resuelve el problema. Las alarmas vuelven a saltar. Un físico ruso ha demostrado que un servidor correctamente parcheado sigue siendo vulnerable al envenenamiento de la caché.
  • Cuidado con ese gatillo fácil… o cómo los propietarios de copyright estadounidenses tendrán que pensárselo dos veces a partir de ahora antes de realizar demandas de forma indiscriminada.
  • Todos somos criminales. La «Coalición de Creadores» aprovecha Agosto para volver a intentar ponerle puertas al campo. Enrique Dans nos deja este estupendo alegato al cual me adhiero personalmente, con la convicción de que todos os sentiréis identificados.

Sobre informática:

Sobre ciencia:

Chorriflauteces que han acaecido:

Cosas graciosas:

Deslumbrar con LED infrarrojos: fake

Primero fue la gorra llena de LED infrarrojos, con la que me quedé con la mosca detrás de la oreja, pero no le di mayor importancia. Sin embargo, ahora las gafas anti-paparazzi me he decidido a aclarar mi duda: al final era lo que pensaba, un fake como una catedral.

La tesis de ambos vídeos es que con unos LED infrarrojos (no visibles por el ojo humano) seríamos capaces de deslumbrar a una cámara digital que nos grabase o que nos tomase una foto.

Bien, en primer lugar, algunos se preguntarán «¿qué demonios es un LED?» Un LED es un componente electrónico que deja pasar la corriente eléctrica en un solo sentido y, además, cuando pasa corriente, emite luz que puede ser infrarroja, luz visible o ultravioleta (depende del material del que esté construido). Concretamente, los LED infrarrojos se utilizan por ejemplo para los mandos a distancia de los equipos electrónicos: sí, amiguitos, esa «bombillita» que tiene el mando de la tele en la punta y que no funciona mejor cuando apretamos más fuerte los botones.

La premisa inicial, entonces, es que las cámaras (al menos las digitales, con las otras no he probado) muestran la luz infrarroja, es decir, la imprimen en pantalla en forma de luz visible para nosotros. Pues bien, efectivamente esto es cierto. Salvo alguna cámara que pudiera llevar un filtro de infrarrojos, en general la mayoría de ellas muestran esta luz por pantalla. Lo he comprobado fácilmente enfocando el LED del mando de la tele con la cámara de fotos, y también con la cámara del móvil.

Ahora bien, de ahí a que deslumbren por completo a la cámara como sale en los vídeos que os enlazo… Esa parte es mentira. Tal vez con LED de alta potencia y dirigiendo el haz directamente al objetivo de la cámara se conseguiría tal fin, pero en ese caso saldría todo el fotograma borroso, como si tratamos de hacerle una foto a una bombilla.

Y a continuación las pruebas del experimento. En la primera imagen, el mando con el LED apagado. En la segunda, presiono un botón y la cámara nos muestra una luz. Se aprecia que el diodo tiene muy poca potencia.

Sí, mi alfombrilla para el ratón es una tabla periódica de los elementos, ¿y qué? Y mi ratón mola, ¿eh?