Hace una semana empecé a hablaros de las posibles relaciones que entre el arte y la ciencia. Uno de los puntos de encuentro eran aquellas ocasiones en que la ciencia, sin ser éste su objetivo, da lugar a imágenes de gran belleza. Para ilustrar esta idea colgué una imagen de la superficie solar. Lo cierto es que pretendía sonar misteriosa, pero parece que Rodion Romanov Rashkolnikov lo cazó al vuelo.
Sin duda, la astronomía es uno de los campos de la ciencia que ha dado lugar a más imágenes bellas. Sería interesante averiguar cuántos pósters se han vendido con esta temática ya que de hecho, pocos quedan indeferentes ante las imágenes de galaxias, planetas y demás. Quizás uno de los atractivos principales de estas imágenes es que ilustran fenómenos que no se encuentran al alcance de nuestra vista, y que, por sus posibles implicaciones (¿dónde estamos, de dónde venimos?), despiertan nuestro interés. No creo que las tormentas de Júpiter sean intrínsecamente más bellas que las de la Tierra, pero desde luego tienen mucho más morbo y las tenemos menos vistas.
Aquí os dejo más imágenes de la superficie solar. Podéis verlas todas en The Big Picture o, con las explicaciones traducidas en Boinc SETI. Aprovecho ocasión para desearos una feliz nueva vuelta al Sol. Con una estrella así, merece la pena rondarla año tras año.
Venus visto por el satélite TRACE de la NASA, al comienzo de su tránsito alrededor del Sol. Esta imagen es de mis preferidas. El hecho de que la circunferencia que representa a Venus y la del Sol parezcan tangentes, sólo depende del punto de vista y del don de la oportunidad. En realidad no aporta ningún dato relevante. En cambio hace que la imagen sea increíblemente bella, original e interesante. ¿La elección de esta perspectiva y no otra, no podría considerarse artística?
Imagen de un filamento de erupción solar. Los filamentos solares son nubes de hidrógeno suspendidos sobre la superficie solar por campos magnéticos. Son oscuros porque están a menor temperatura que la superficie que tienen debajo. Cuando se vuelven inestables pueden estallar lanzando este tipo de llamaradas.