Robert Schumann fue un conocido compositor alemán del Romanticismo. Sus obras rebosan fantasía, imaginación y una gran sensibilidad musical. Gracias quizás a la profesión de su padre (editor), disfrutó desde joven de una vasta cultura y dedicó parte de su talento también a la literatura.
Como el de tantos otros compositores en el siglo XIX, el intrumento principal de Schumann era el piano. Schumann deseaba ser una gran virtuoso y desarrollar una carrera como concertista, pero sus dificultades técnicas le obsesionaban. Tanto fue así que ideó un aparato para «fortalecer» su dedo anular (el dedo más débil de la mano, el menos independiente y, por tanto, el más repudiado por los pianistas). Sin embargo, el invento le salió mal y acabó por destrozarle la mano derecha, truncando su carrera de concertista.
A partir de este momento, Shumann decidió dedicarse por entero a la composición y la crítica musical, fundando en 1834 una revista (Neue Leipziger Zeitschrift für Musik) que dirigió hasta el final de su vida. De hecho, fue más conocido en vida como escritor que como compositor e, incluso en esta segunda faceta, su formación literaria quedaba patente: muchas de sus obras están vinculadas a personajes y obras de grandes escritores.
Un poquito de tomate. Schumann fue probablemente uno de los hombres más envidiados de su época, al estar casado con la musa de musas, Clara Wieck Schumann. Niña prodigio, pianista virtuosa y compositora, estrenó la mayoría de las obras de su marido para piano, ayudó a difundir su obra tras la muerte de éste e influyó notablemente en su estilo musical (dicen las malas lenguas, que no todas las obras de Robert son sólo de Robert). La pareja se casó a escondidas ante la oposición del padre de la novia, que se negaba a que el prometedor futuro de su niña (entonces Clara sólo tenía 19 años), se viese comprometido por un pianista manco y depresivo: de hecho, Schumann sufría crisis nerviosas a menudo y mostraba claros síntomas de desequilibrio mental, hasta el punto de acabar sus días en un sanatorio tras un intento de suicidio. Hoy se piensa que padecía transtorno bipolar.
La obra que hoy os presento, es un regalo que me ha traido Iñaki este fin de semana. Con algo de suerte, este verano podremos ensayarla. Quería aprovechar el descubrimiento para compartirlo con vosotros. Los intérpretes del vídeo son Albrecht Mayer (oboe) y Hélène Grimaud (piano), y lo hacen casi tan bien como lo haremos nosotros en unos meses. ;-)
Ji, ji… Lo del tomate ya lo había oído. Me lo contó mi media naranja hace un tiempo, hablande de ese tal Robert. Me había contado más o menos lo que relatas tú, que gran parte de la fama y genio de Schumann se debía a Clara y a que esta, como gran virtuosa y concertista afamada, exigía que dentro de los programas que interpretaba en sus conciertos hubiera obras de su marido, con lo que resultaban conocidas al público, y más en manos de tamaña virtuosa.
Enhorabuena de nuevo por estas entradas musicales. Realmente merecen la pena y, hasta ahora, ninguna de las obras [de las que no conocía] me ha defraudado. Aunque, como ya te dije, la Canción india tiene algo en esa versión instrumental que… Me sigue fascinando cada vez que la escucho.
Y no, no estamos locos… A mis niños también les gusta. ;-)
[…] Brahms debió su fama en vida a su “descubridor”, Rober Schumann, de quien ya hablamos la semana pasada. Ambos mantuvieron una buena amistad, pero Brahms se sentía especialmente ligado a la esposa de […]
Me ha encantado el artículo, muy interesante y pedagógico. Yo también soy oboísta y una de las actividades que debo realizar para mi final de carrera es la elaboración de un Proyecto de Investigación Musicológico. He decidido hacer un estudio de campo sobre” La presencia del oboe (siglos XX-XXI)”. Por este motivo quiero invitarles a cumplimentar un cuestionario en el que usted pueda expresar sus conocimientos y opiniones sobre la presencia del Oboe en la música contemporánea.
En el hipervínculo siguiente encontrarán una encuesta online muy sencilla. Su opinión va a ser muy útil para éste y para muchos trabajos musicales venideros, especialmente en el conocimiento de un instrumento tan especial como es el Oboe.
http://www.e-encuesta.com/answer.do?testid=Dg5QUawJ5Zs=
Aprovecho la ocasión para saludarles y le doy las gracias de antemano por su colaboración