Lo que Todd Akin en realidad quiso decir

Todd Akin es candidato republicano al senado por Missouri, EEUU. Después de afirmar que las verdaderas violaciones no causan embarazos para justificar su oposición sin excepciones al aborto, ha decidido explicarse públicamente. En Enchufa2 hemos conseguido su entrevista en exclusiva:

—Señor Akin. Una visita inesperada.
—You’re welcome.
—Me sorprende que haya querido recibirme.
—Después de la que se ha liado, entrevistarme con una mujer, y encima chicana, es lo menos que podía hacer.
—En realidad, soy española.
—What?
—Déjelo estar… en cualquier caso, esperaba que estuviese dispuesto a hacer bastante más.
—¿Cómo qué?
—Como retractarse públicamente de sus… alucinantes declaraciones.
—En realidad, «retractarme» no era lo que tenía en mente.
—¿Pero no ha venido aquí porque había cometido un error?
—Precisamente.
—¿Y entonces?
—Mi error fue «utilizar las palabras incorrectas de la manera incorrecta».
—¿No quiso decir entonces que en los casos de violación rara vez se produce embarazo?
—En los «verdaderos» casos de violación. Eso es lo que no quedó claro. Como «legitimate» es un latinismo, gran parte del electorado no lo entendió.
—Pero, de hecho, hay estudios que sugieren que, en caso de violación, las mujeres se quedan embarazadas con mayor frecuencia que cuando las relaciones sexuales son consentidas.
—Eso es que lo disfrutaron.
—¿Perdone?
—Sí, verá. La explicación es sencilla: las verdaderas violaciones no llegan nunca a embarazo. Si se produce el embarazo es porque, después de todo, ella también lo andaba buscando. Si no, lo habría apagado todo. Shut down… you know? the whole thing.
—¿Apagar el qué?
—El útero… y lo demás. La cosa esa… entera, femenina. Yo lo tengo comprobado. Cuando una mujer se hace la que no quiere, al principio cuesta más. Porque está todo cerrado, claro. Pero después, aunque con lloriqueos, se abre y…
—Por favor, ahórrese los detalles.
—Además, toda buena persona sabe que sin Dios no hay concepción. Y Dios no dejaría que violasen a una buena persona. Si embarazo entonces Dios y si Dios, no violación. Es de cajón.
—Ahora ya lo tengo todo mucho más claro, señor Akin.
—Nunca está de más un poco de educación sexual, ¿eh?, ¡jajaja!
—Por favor, no me to-que.

(Esta entrevista es pura ficción, cualquier parecido con la realidad sería políticamente inconveniente. Y sí, somos fans de Mi mesa cojea)

17 comentarios sobre “Lo que Todd Akin en realidad quiso decir

  1. Está a la altura de mi mesa cojea….
    El humor no está reñido con la indignación. Buena entrada, felicidades

  2. Creo que ya se cual es el problema de ese señor.

    Todd, te debo un cerebro,
    fdo: Dios.

  3. Rianse, rianse que ya le va a caer el nobel de medicina a Akin por su increible descubrimiento.

  4. A mi también me parece muy bueno a menudo MI Mesa Cojea, pero en este asunto no deberíais haberlo traído a colación.
    El parece creer (http://www.mimesacojea.com/2009/01/retrato-generacional.html) que trabajarse a una chica «al borde dle coma etílico» aprovechando que está «semiinsconciente» para llevaŕsela a su habitación de hotel es un punto de partida de graciosas anécdotas.
    Sinceramente yo lo veo en un punto diferente a Akin pero no tanto: por así decir, en la misma ordenada aunque distinta abscisa…

  5. @Aloe: Yo debo de ser un poco rara para estas cosas pero…
    Si un hombre puede desear mantener relaciones sexuales pese a haber bebido alcohol ¿qué hace que una mujer, en estado de embriaguez que decida acompañarle a su hotel sea, por defecto, una víctima? ¿Qué somos, niñas pequeñas? ¿Si dos borrachos follan la culpa es del pene o… cómo va esto?

    No sé, no leo nada en ese texto que me haga pensar que esas chavalas fueran hasta allí por algún tipo de coacción o violencia, que nadie las drogara ni nada por el estilo. Asumir que es el tío el que «se aprovecha» siempre es dar por hecho que él tiene una responsabilidad superior a la de ella, que debe comportarse «como un caballero» o algo así… protegerla, en su blanco corcel, hasta de sí misma.

    Hasta las pelotas de paternalismos. Y de victimismos. No somos niñas, leñe. Si te emborrachas y haces algo de lo que luego puedas arrepentirte, es TU problema. Tanto si te follas a Jesús Gil, como si te cargas una farola o meas frente a la comisaría…

    Pero… yo debo de ser un poco rara para estas cosas.

  6. Yo también soy un poco rara para estas cosas.
    Para intentar tener un punto de vista equitativo, creo que hay que recordar que en la anécdota de marras, los chicos no están muy bebidos, van a piñón fijo a por unas chicas ya bebidas con quienes no se conocen de antes de nada, y precisamente porque están bebidas.
    Es decir, supongamos que dos chicos se ponen de alcohol hasta arriba, y otros dos tipos, rondando al acecho, que lo ven, se acercan y pegan la hebra con la intención de que cuando ya vayan ciegos, pedirles la cartera «para pagar el parking» o cualquier excusa. Y se la dan, y hasta otra.
    Oye, que compartir tu dinero con alguien es muy bonito, muy buen rollo y muy amistoso, pero yo supongo que al día siguiente los dadivosos tenderían a pensar que les han manipulado y engañado, y se han aprovechado de la borrachera, porque para dar el contenido de su cartera prefieren enterarse bien antes de lo que hacen.

    Otra comparación posible es si tú te despiertas mañana habiendo firmado un aval bancario o comprado un piso en estado de embriaguez, y consideramos lo que dicen las leyes acerca de si ese consentimiento fue válido cuando firmaste eso (que dicen que no). Pero firmaste ¿no? aunque ni te acuerdes. Podías firmar ¿no? aunque ni te enteraras. Pues hala, a no hacerse la víctima… Viene a ser tu argumento.

    En resumidas cuentas, lo que estamos diciendo es que si una chica bebe mucho, se la puede follar cualquiera y que no se queje. No haber bebido…
    Sí, un chico también, solo que la propia naturaleza se encarga de que si está suficientemente borracho sea bastante más dificiil. Pero también puede darse el caso, supongo, y también me parece mal.

  7. @Aloe: Antes que nada: sí, no te falta razón y, sin duda es un acto de una ética muy dudosa. Pensé en estas situaciones antes de contestarte anoche y por eso empiezo por aquí.
    Ahora, por amor al debate, voy a enumerar una serie de argumentos contrarios que convienen en este caso:

    a- Entiendo que, en este caso, por el relato y el contexto, se sobreentiende que ellos también iban borrachos y cito: «Mis amigos, incapaces a esas alturas de memorizar ningún nombre»…

    b- ¿La «maldad» o el «delito» (no sé cómo llamarlo) depende de la intencionalidad de los «malhechores»? ¿Si van borrachos está bien, pero si están sobrios, son unos canallas? ¿Si se las ligaron espontáneamente bien, pero si lo hicieron por su borrachera, mal? Podemos cuestionar, efectivamente, la ética del asunto, pero como crimen no es objetivable y, por tanto, a no ser que hubiese alguna manifestación por parte de ellas de que NO querían, compararlo con una violación no es viable.

    c- Estamos dando por hecho que mantener relaciones sexuales, para una mujer, en principio, es algo malo (en tu comentario lo comparas con alguien que espera a poder robar a alguien ebrio): quizás la «noche loca» de las protagonistas de esta historia incluía sexo salvaje con desconocidos. Quizás fueron ellas las que se los tiraron a ellos. Nada me indica claramente lo contrario (que ellas no quisiesen), aunque en estos relatos el sujeto del verbo follar siempre es «él» y el complemento directo «ella».

    d- El alcohol te desinhibe y, en efecto, en un estado alterado de la conciencia puedes tomar decisiones que no tomarías sobrio. Pero no anula tu «yo», tu responsabilidad, ni invalida tu voluntad (no es lo mismo estar borracho que estar inconsciente, para que se entienda). Si el «yo borracho» toma una decisión, no creo que pueda responsabilizarse a nadie más de esa decisión. Si te emborrachas y «autónomamente»* aprovechas ese estado de desinhibición para tomar decisiones erróneas, es una putada. Pero estar borracho no es sinónimo de no tener voluntad, sino de tener una voluntad distinta, alterada. Creo que sobreestimamos el poder de la embriaguez. Por poner ejemplos extremos: ¿borracho podrías asesinar a alguien? ¿un tipo que, bebido, golpea a su pareja es menos responsable?
    *autónomamente: efectivamente, podría darse el caso de que otro, activamente, manipulase las decisiones ebrias del otro (aunque no creo que sea tan sencillo en ningún caso). Por eso empecé este comentario dándote la razón. Pero en el texto yo no leo coacción, insistencia, terquedad ante la negativa de ellas ni nada por el estilo. Insisto, a lo mejor fueron ellas las que se los follaron a ellos…

    e- El texto que enlazas se titula «Retrato generacional»… yo lo entiendo como un relato esperpéntico. No doy por hecho que el autor celebre y apruebe las chanzas de sus dos compañeros.

    En definitiva, que el sexo y el alcohol pueden no hacer una buena combinación, pero… comparar a Pérez con Akin, me parece pelín exagerado, ¿no?

  8. Cuando era mas joven, un dia me agarre un pedo increible (de estos que te pegas una sema con resaca) y termine follando con una chica que estaba haciendo las oposiciones a uruk-hai. Era una mujer horrible que daria miedo hasta al miedo.
    ¿Crees q?

  9. PD: continuo con mi siniestro mensaje, que le he dado a intro sin querer.

    ¿Creeis que deberia emprender acciones legales por violacion contra ella?

  10. Almudena: Tienes bastante razón en lo que dices, y claro está que hay casos diferentes, casos dudosos, y casos que no se sabe qué pensar.
    De las preguntas que haces: pues para mi, si ambas partes están igualmente borrachas, la falta de consentimiento y voluntad, caso de que la haya, son por ambas partes, por lo que ninguna puede echar en cara nada a la otra.
    De lo de que si una chica hace mal en tener sexo, pues yo creo que no. Tampoco hace nadie mal en regalar dinero, al contrario, es un acto muy loable. Por eso he hablado de conseguir la cartera «por las buenas», y no se podría hablar de robo, sino de engaño.
    ¿Donde está la frontera entre la desinhibición del alcohol (uno sabe lo que hace aunque haga cosas que no se decidiría a hacer sobrio y entre otras cosas, para eso bebe) y la pérdida de voluntad (que es anterior a la pérdida de la conciencia, en mi experiencia)?
    No digo que esté clara siempre, y habrá veces que no se puede saber desde fuera.
    En cuanto a la responsabilidad de un delito estando borracho, la tradición penal establece que es un atenuante para la borrachera no habitual, aunque puede llegar a ser incluso un agravante si la conducta violenta es habitual al beber. Es decir, que la ley sí admitía (antes al menos, ahora solo en algunas circunstancias) la embriaguez como una disminución de la voluntad y la responsabilidad penal, pero ha de probarse que no se podía prever razonablemente lo que iba a pasar, porque el hecho mismo de embriagarse sabiendo que se va a hacer probablemente daño a alguien anula ese atenuante y hasta lo hace peor.

    Yo sí me vi en una ocasión (hace mucho y siendo una pringada casi adolescente) en una fiesta en casa de no sé quien, habiendo bebido demasiado hasta no poder mantenerme en pie y busqué un dormitorio para echarme. A los cinco minutos tenía uno allí murmurando algo y quitándome la ropa, que no sabía quien era ni de donde salió. Pues bien, me daba cuenta de lo que pasaba, tenía conciencia, pero literalmente no podia moverme ni hablar, tenía capacidad de reacción cero. Vinieron los amigos con los que estaba y no pasó nada más. Pero no se me ha olvidado, y no he vuelto a beber tanto nunca, al menos donde no controlo el sitio ni las personas.
    En fin, los delitos hay que probarlos, y las conductas dudosas son eso: dudosas. En ambos sentidos de la frase.
    Gracias por tu respuesta, en cualquier caso.

  11. Alohe, en la situacion que acabas de describir no deja lugar a dudas. Y creo que nadie tendria dudas ante ella por muy «progre» y «liberal» que sea.
    Si estabas inconsciente y te estaban intentando quitar la ropa y hacerte algo… eso tiene nombre y no es amor.

  12. @Aloe: Digo lo mismo que animanegra. El caso que nos relatas ofrece pocas dudas. Tú no estabas «participando» en lo que estaba pasando ahí. Ni ebria ni ostias: ahí sólo «él» quería. No creo que haya ambigüedad posible.

  13. El punto que yo queria resaltar es que sí tenía consciencia, no estaba insconsciente. Sin embargo no tenía capacidad de reacción. En un juicio o denuncia no hubiera podido declarar con veracidad que no me había enterado, porque sí me estaba enterando. HUbiera tenido que convencer de que me enteraba, pero no podia moverme, hablar ni nada. ¿Eso como se hubiera recibido, con qué credibilidad? ¿Y el fulano, qué hubiera alegado, más que que había consentimiento? Y se hubiera convencido a si mismo, porque seguro que se ofendería si se le llamase violador, eso él jamas…

    En fin, como digo, las fronteras no están muy claras, pero un comportamiento ético debería ser cuidadoso. Si hacerle firmar a esa persona en esa situación la venta de su casa te daría escrúpulos, entonces también follar debería dártelos. Eso suponiendo que se tengan escrúpulos, claro.

    Probar un delito es algo distinto, y mucho más exigente que calificar una conducta como dudosa. Porque la presunción de veracidad la tienen de entrada ambas partes, y destruir una de ellas con certeza es difícil. Pocas veces hay testigos u otras pruebas.

    Gracias de nuevo por un debate razonable y racional.

  14. Lo que dices esta muy bien pero creo que te equivocas en algo.
    Dices que las fronteras son dudosas y no son claras. Yo creo que si que lo son, pero que el problema reside en la capacidad de demostrar lo que realmente ocurrio para un tercero. Ya que los que formaron parte saben lo que realmente ocurrio.
    Estamos ante dos cosas diferentes. Por un lado hay una frontera muy clara (entiendo yo) que es la del consentimiento de ambos y sin él es violacion. Y existe el problema de que se pueda demostrar o no si hubo o no consentimiento.

  15. Por supuesto, Animanegra. Asi es.
    … En principio.
    En los casos en que hay violencia e intimidación tienes toda la razón, sin fisuras. Las partes saben lo que sucedió, y si una parte no prestó consentimiento, lo sabe muy bien. Que pueda probarlo, es otra cosa. Somos los que estamos fuera los que tenemos difícll saberlo y la cuestión está en la prueba.

    En otros casos, no sé si está tan claro. Cuando no se consideraba la posibilidad de violación dentro del matrimonio, ni legal, ni social, ni moralmente, (por poner un ejemplo poco polémico y bastante claro) aunque no hubiera consentimiento habría seguramente un sentimiento ambiguo al respecto. ¿Es una violación, si según las leyes y costumbres alguien ha ejercido simplemente su derecho? Una esposa en esa tesitura podría sentirse cabreada, dolida o humillada, pero no tendría un sentimiento claro de abuso o de violación.

    Las costumbres y los valores sociales pueden hacer un papel similar en otras circunstancias. Si se entiende que una mujer no tiene derecho a andar sola por la calle de noche, o no debe vestir provocativamente, o no debe aceptar ir a casa de alguien, porque hacer cualquier de esas cosas la pone en la tesitura del abuso, y ella se lo habra buscado si sucede, puede que la persona violada se sienta culpable y piense que lo ha provocado, que prácticamente vestir así o andar así o ir a casa de Fulano es dar su consentimiento a lo que pase.
    Eso se repite una y otra vez en los casos de abusos a menores dentro de la familia (u otras personas de autoridad, como sacerdores): el menor o la menor abusados se sienten culpables, y así se les hace sentirse, por haberlo «provocado», por parte del abusador y a veces de otros miembros de la familia o de la autoridad.

    O sea, que tienes razón, pero (creo) solo cuando hablamos de personas adultas y que se sienten seguras de que tienen algún derecho en esta vida.

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