Casi todos los debates del aborto versan sobre esa eterna cuestión, tan teórica y enrevesada, de si el feto es o no una persona. Pero es un debate inútil, opino yo, porque depende enteramente de cómo defina cada cual «persona». «Persona» no es más que una etiqueta lingüística, una categoría arbitraria que se define atendiendo únicamente a su operatividad (cómo de «útil» resulta para explicar los contextos en los que se usa). Y, por ello, cada cual utilizará la definición de «persona» que más se adecue a su discurso, el concepto que mejor encaje en su propio contexto ideológico.
Sin embargo, lo grave del aborto no son los derechos del no nacido: si los tiene, los merece o los deja de tener. La cuestión es si estos derechos tienen prevalencia absoluta sobre el derecho de cualquier persona a tomar las decisiones que afectan a su salud. Por eso, en este post, voy a negar la mayor: supongamos que el feto es una persona. ¿Y qué cambia eso?
Imaginemos, por ejemplo, que una persona está en peligro de muerte. Digamos que es un adulto, con apego por la vida, con empatía, con dolor, con seres queridos y narrativa vital: con todo lo que caracteriza a un ser humano. Nadie puede ser obligado a donarle ni una gota de su sangre si no quiere. Un gesto tan gratuito, tan sencillo e indoloro como sentarse y recibir un pinchazo, es (y debe ser) perfectamente voluntario. Porque si no, el cuerpo, la vida y la salud del donante quedarían supeditados a los de otra persona. Estaría siendo «usado para» otro…
Y con el embarazo, pasa lo mismo. Solo que no es un poco de sangre lo que se pide: el feto exige de la madre 9 meses de su vida, exige que deforme su cuerpo, sus pechos, sus caderas, exige las estrías de su piel y sus náuseas matutinas. Exige un parto. Exige su cuerpo. Y eso es algo que nadie debería ser obligado a donar. Incluso si ha cometido, en el peor de los casos, la maldad (por su culpa, por su gran culpa) de follar una noche sin condón.
Sinceramente, creo que el debate sería muy diferente si los fetos llegasen al mundo en probetas en lugar de en úteros y unas cuantas rojas quisiésemos destruirlos desde el otro lado del cristal. O si existiese la tecnología médica capaz de extraer un embrión o un feto en cualquier estadio de desarrollo sin dañarlo para poder ser adoptado más tarde por una buena cristiana. No creo que ninguna de las mujeres que a día de hoy quieren interrumpir su embarazo ordenasen la destrucción del feto en estas condiciones. Pero la cuestión no es la vida del ser que ocupa el útero de quien no lo desea. La cuestión es que nadie puede ser privado de la absoluta potestad sobre su cuerpo: ni siquiera para salvar la vida de otra «persona».
Para más INRI, por supuesto, el criterio que se utiliza para privar de esta potestad sobre el cuerpo propio es haber mantenido sexo consentido.
Si la preocupación fuesen los «fetos-personas», todas las católicas deberían estar obligadas a implantarse los embriones sobrantes de las clínicas de reproducción asistida (¡usar sus úteros para salvar vidas!). Pero, evidentemente, estas mujeres no son obligadas a implantarse nada: ellas están libres de pecado. Ni las que hayan pecado contra su voluntad. Sólo las zorras: las que follan porque quieren, las culpables. Esas sí, son sólo un útero.
Brillante. La verdad es que aun no había leido ninguna opinión basada en este enfoque.
Pues me quedaré con este enlace para cuando alguien me discuta tonterias.
Opa ahí!
[…] M. Castro explica cómo nos sentimos muchas de nosotras con esta patada a nuestros derechos en Donantes de cuerpos, pero también ha querido compartir en Escéptica un relato que podría ser de ciencia ficción, […]
Sin embargo, la idea de una ley de aborto es llegar a un consenso donde precisamente la mayoría se sienta cómoda con los plazos. Nadie se siente cómodo permitiendo el aborto una semana antes de la fecha prevista de nacimiento, por ponerlo en un extremo. Pero, salvando ese pequeño porcentaje de fundamentalistas religiosos, casi todo el mundo puede aceptar un aborto completamente la primera semana de embarazo. ¿Dónde se puede establecer un plazo razonable de consenso? Creo que Ann Druyan dio en el clavo hace dos décadas con este artículo, que si no lo has leído te recomiendo http://agente_naranja.lacoctelera.net/post/2009/03/24/la-cuestion-del-aborto-busqueda-respuestas-carl-sagan-y
@Pedro J.: Ahora leo el artículo que enlazas, muchas gracias.
Sobre lo que dices de los plazos, tienes razón. Precisamente, para mí, el límite tiene mucha relación con lo que expongo aquí: a partir de qué momento un «bebé» puede sobrevivir fuera del útero. Hay prematuros que sobreviven incluso con 5 meses (y hablo sin comprobar el dato… puede que la frontera esté antes o después). A partir de ese punto, además de «sacarlo» del útero habría que «matarlo». Diría, incluso, que según la tecnología médica vaya avazando en ese sentido, el debate tendrá que ser replanteado.
Por supuesto hay otros argumentos que apuntan más hacia los derechos del feto. Los derechos humanos tienen mucho que ver con la empatía entre humanos. Y me parece absurdo ser empático con un organismo que no puede sentir dolor: en ese sentido, argumentos basados en el grado de desarrollo del sistema nervioso del feto me parecen razonables.
También hay otros argumentos de tipo «pragmático» (puede que no sea la palabra adecuada): la peligrosidad misma del aborto. No es lo mismo tomarse una píldora del día después que, en fin: parar las rotativas a los 6 meses de embarazo.
@Pedro J.: Leído, muy interesante y EXTENSO, jejeje.
Sólo no estoy de acuerdo en la idea de que una moralidad basada en el desarrollo de la tecnología sea una moralidad frágil. Más bien todo lo contrario: la moralidad, para que sea coherente y lógica debe basarse en la tecnología y los conocimientos de su época.
Al principio me parecía un argumento brillante, pero ahora se me ocurre una duda:
¿Y si la persona hospitalizada está ahí por nuestra incompetencia, bajo nuestra responsabilidad? Es cierto que legalmente no se nos puede obligar a donarle nada, pero en este caso la moral se vuelve mucho más difusa, mucha gente opinaría que sí que se nos puede obligar a salvarle.
Sin más, tengo curiosidad por conocer vuestra opinión.
Saludos
@Arroba: En ese caso (si el moribundo se tratase de una persona más allá de toda duda) opino que, personalmente, podrías sentirte moralmente impelido a hacer cierto sacrificio (un embarazo no es «poco» sacrificio). Pero nunca obligado por terceros.
En cualquier caso: en el fondo de lo que dices se encuentra la idea de que una mujer es «responsable» o, más bien, «culpable» del embarazo no deseado y que debe ser «castigada» por ello (en esta línea: la despenalización del aborto en caso de violación, cuando la mujer no tiene «culpa» de nada).
En este sentido, sinceramente, pienso que nadie contrae un embarazo no deseado «a propósito». No es una situación precisamente agradable. En muchos casos, los métodos anticonceptivos fallan, o falla el nivel de alcohol, o el de información, u otros mil factores que, de hecho, diluyen la responsabilidad de la embarazada. Pero pongámonos en el peor de los casos: la tía es gilipollas y folla a pelo porque le pone. ¿No es un «castigo» un poco exagerado obligarla a sufrir una enfermedad de 9 meses más parto?
@Arroba: En la línea de la «culpa», hoy he publicado también un artículo en Escéptica. http://esceptica.org/2013/12/22/culpable/
Hay casos y casos, y personalmente, no creo que exista el «argumento único» o «definitivo». Más bien, existen una serie de razones que, sumadas, me hacen defender el aborto libre en los primeros meses de embarazo (sin supuestos ni explicaciones). Una ley de plazos, vaya. A medida que aumenta el desarrollo del feto y disminuyen los motivos de la madre, entiendo que existe lugar para el debate.
@Almudena: Sí, veo por dónde vas. No es que el argumento se rompa, sigo viéndolo como una comparación muy acertada. Simplemente me parece que se traslada hacia una zona un poco más difusa de la moral. En mi opinión es donde le toca estar a este tema, no creo que haya una respuesta obvia, clara y definitiva (al fin y al cabo siempre acaba siendo cuestión de tiempos).
El grado de responsabilidad de alguien que, bien por negligencia o por pura ignorancia comete un error y, digamos, atropella a alguien, lo veo similar al de quién usa mal o desconoce los medios anticonceptivos. No similar en gravedad, está claro, pero sí similar en que es difuso y complicado de especificar. Y por supuesto, está todo el tema de que si no se permite la interrupción (si se le considera moralmente responsable del error cometido por ambos) la situación va a ser intrínsecamente injusta, porque el dolor físico está del lado femenino, siempre.
Y sí, estoy completamente de acuerdo en que una ley de plazos sería lo correcto. No es que la ley anterior fuese una maravilla, pero esta… Ésta es un salto atrás muy grave. Espero que la gente logre tumbarla de alguna forma.
No olvidemos la enorme misoginia a que está expuesto este «debate» del aborto. Os cuento una historia. El novio de un amigo quedó embarazado (sin desearlo) viviendo en Sudamérica, en un país donde el aborto está prohibido en todos los casos. El caso es que ha ido a un hospital estatal y le practicaron un aborto sin problemas, a pedido suyo, y poniéndole al procedimiento no sé qué nombre eufemístico. Como el tío cambió sus papeles y legalmente es un hombre, nadie sospechó ni sospechará nada: una extraña e impensada «ventaja» de ser transexual. En fin, el caso es que si se hubiera tratado de una mujer jamás nunca habría podido abortar en condiciones de seguridad, como este chico, aunque hubiera tenido la fortuna de hallar un médico que estuviera a favor de su derecho a elegir. Por eso y mucho más: ¡¡aborto libre, legal y seguro para todas las mujeres!! Saludos.
Parece mentira que gente tan culta sea pro-muerte. Os dejo un articulo objetivo y muy interesante sobre el aborto y todas las falacias que se oyen estos dias en los distintos medios sobre ello:
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32914
@animanegra: No soy pro-muerte, lo que pasa es que temo que «sin el aborto, la bomba demográfica explotaría y la vida en la tierra sería imposible»…
@Almudena Refrescante la óptica de tu argumento, pero aún así no me convence totalmente de que la definición de persona es irrelevante. Es cierto que en efecto nadie me puede obligar a donar sangre a un moribundo; pero eso no significa que me voy a ir al hospital a despedazarlo con un hacha. Hay una distinción entre negar la ayuda para salvar la vida de una persona que tomar un papel activo en matarla aprovechando que no puede defenderse. Porque si el feto es una persona, interrumpir su vida es matarla. Y el punto de los derechos humanos es que se aplique para todas las personas, y que todas las personas tengan derecho a una vida más digna (y por supuesto a la vida misma). Los adultos tenemos la obligación de asumir responsabilidades por nuestros actos, y si vamos a comenzar a justificar que matar a una persona es válido en determinado contexto, que el comfort de una persona es más importante que la vida de otra, a mi entender estamos caminando en la dirección equivocada. Yo sigo pensando que llegar a un consenso de a partir de qué momento vamos a considerar al feto persona es clave y en eso se sigue basando que sea legal o no abortar hasta ese momento del embarazo y no después.
animanegra; quizás sería menos negra si te «revolucionaras» con más naturalidad, que como el articulo que mandas indica, es un argumento veraz: Sin aborto legal, la revolución sexual estaría en peligro
@Acner: Efectivamente, Acner, es el punto más «débil» de este argumento y no creas que no lo he pensado (de hecho, me sorprende que no haya salido antes en los comentarios). Pero tu objeción tampoco me parece determinante.
Empecemos por decir que los abortos no se practican a hachazos. Cuando no son clandestinos, al menos (¡auch!)…
Un símil más adecuado al que propones sería que tu cuerpo ha sido conectado sin tu consentimiento al de otra persona que necesita lo que sea (tu sangre, tu respiración…). Y necesitas ayuda de un tercero para que lo desonecten (si lo hicieses tú mismo, se saltaría la vía y correrías peligro). Efectivamente, el acto de «desconectarlo» implica matarlo (por sí mismo no es capaz de vivir) y es una «acción», no sólo una omisión. Bien, mi postura es que, también en este caso, el «donante» no puede ser obligado a nada, no puede ser «usado» como «cuerpo», tienen que desconectarle en cuanto lo pida.
Por supuesto, un embrión/feto no se «desconecta». Médicamente sería mucho más complicado que simplemente eliminarlo. Pero, ¿cambiaría mucho la cosa si dejasen un pequeño organismo de apenas centímetros para meterlo en su igualmente diminuto (y solitario) ataúd?
Por otra parte, mencionas la responsabilidad de nuestros actos. Te remito a mi comentario número 7. En el peor de los casos, una irresponsabilidad ha llevado a una mujer a quedarse embarazada sin desearlo, es «su culpa» y puede sentirse moralmente impelida a soportar un embarazo. ¡Pero nunca obligada por terceros! El hipotético derecho del feto a vivir no puede situarse por encima del derecho de la madre a su integridad física. Más allá de que, desde mi punto de vista, mantener relaciones sexuales consentidas, no debería ser «culpabilizado» de semejante manera (por cierto: las leyes van en este línea, «la culpa» y por eso excluyen a las violadas).
Por último, aclarar que mi postura no es la definición de persona sea completamente irrelevante. Son argumentos que se suman… y ese también tiene su interés y su debate. Lo que defiendo aquí, más bien, es que en el tema del aborto, antes de liarse a debatir sobre los derechos del nonato, conviene asegurarse de que no se violen los derechos de la mujer (esta sí, persona indudablemente): como el derecho fundamental a la integridad física, a no ser «usado para» otros.
Cuando sea posible extraer fetos/embriones sin destruirlos y conservarlos: entonces, habrá que debatir sobre sus derechos. Hasta entonces, me gustaría que toda mujer tuviese la garantía de no ser tratada como una incubadora.
@Acner dijo «Hay una distinción entre negar la ayuda para salvar la vida de una persona que tomar un papel activo en matarla aprovechando que no puede defenderse.» Es una distinción falsa pues el resultado es el mismo, la única diferencia está en que uno puede sentirse mejor negando una ayuda que dando cuatro puñaladas.
@Animanegra Mira fuerzapartos, nadie te obliga a abortar estando vigente una ley de aborto de plazos pero si que se obliga a multitud de mujeres a tener descendencia indeseada cuando el aborto es ilegal. Así que te miras la definición de empatía a ver si la asimilas y luego si eso seguimos discutiendo.
@Almudena: lo de bomba demográfica es relativo, no hay mas que ver los índices de natalidad de los países industrializados
Vaya, qué burda aplicación del principio de no coacción tan caro a «libertarios» de todo pelaje. Rothbard estaría orgulloso de vosotros.
En todos los países civilizados existe el deber de auxiliar a una persona en peligro mortal, lo contrario es delito. Yo no quisiera vivir en una sociedad donde esto no fuera así. Nadie tiene derecho a ser un psicópata.
Respecto al aborto, visto el nivel de razonamiento, creo que es un debate que os viene muy grande.
@maikel: Si no sabes distinguir «auxiliar a una persona» de «comprometer tu salud para auxiliar a una persona», no es que el debate te venga grande, es que no entiendes ni de qué va el debate. Ánimo con lo tuyo.
Si estamos hablando de supuestas moralidades,podemos dicir con acierto que todos tenemos la nuestra.Por lo tanto lo que para unos és inmoral para otros no lo és.
Si hablamos del concepto «persona», para mi un feto és un proyecto de persona,pues no está desarrollado en su totalidad.
Si hablamos de libertad de conciéncia todos tenemos una diferente y si yo como persona libre. ha de prevalecer mí conciéncia delante de cualquier otra.
Un embarazo no deseado provablemente terminará con un abuso de poder hacía el menor.
Un embarazo por violación causará sin lugar a dudas un traume a la persona y mucho más a una joven.
Un embarazo con consecuéncias de malformación,pregunto quien responderá de sus necesidades hasta su último aliento.
Un embarazo que cause problemas de salud para la madre y hasta para el feto ha de seguir adelante?
Mi respuesta és no en este último término y en todos los demás, en todos los casos és la madre y los padres los únicos que pueden tener la potestad de decidir abortar.Nadie puede impedirlo ni imponerlo.
Por otro lado una mujer cuando decide abortar se lo ha pensado y repensado millones de veces y se prepara para el acto y por supuesto que és doloroso.
Y cuando está totalmente convencida,tiene todo el derecho de interrupir el embarazo,sean por los motivos que sean.